capitulo 8

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Universo 13, Galaxias del Sur

Una estela de luz surcaba el espacio, recorriendo planetas a toda velocidad. En su interior, Kakarotto y Sutra exploraban el cosmos.

"Sutra, detente," ordenó el sayajin.Sutra obedeció al instante, haciendo que la nave se detuviera frente a un planeta verdoso que llamó la atención de Kakarotto. El sayajin no dudó en descender al planeta, aterrizando en lo que parecía un bosque desértico.

La luz del sol se filtraba a través de las escasas hojas del bosque, creando un ambiente inquietante. El aire se sentía denso y húmedo, con un aroma extraño a metal y humedad.

Kakarotto, con su inmensa fuerza y agilidad, avanzaba con cautela por el bosque. Sutra, con su sabiduría y conocimiento de los diferentes universos, observaba con atención su entorno.

"No hay rastros de vida animal, señor," comentó Sutra, con una voz baja. "Pero hay algo... inquietante en este lugar."

Kakarotto asintió, sintiendo una sensación de peligro en el aire. De repente, un fuerte rugido cortó el silencio. Un Xenomorfo, enorme y de aspecto amenazante, emergió de las sombras, con sus fauces abiertas y sus afiladas garras listas para atacar."¡Cuidado, señor!" dijo Sutra mientras se alejaba un poco
Kakarotto se enfrentó al Xenomorfo con una expresión seria. Este no era un enemigo cualquiera. Era un ser de una especie que había causado estragos en otros planetas, pero no era un problema grave para él.

"Lo siento, pero no puedo dejar que te metas en mi camino," dijo Kakarotto, con una voz tranquila.

El Xenomorfo se abalanzó sobre Kakarotto con una velocidad increíble.
Kakarotto esquivó el ataque con facilidad y contraatacó con un puñetazo que envió al Xenomorfo volando por los aires.

"¿Qué? ¿Cómo?" pensó el Xenomorfo, con incredulidad. Nunca había visto una criatura con tanta fuerza.

Kakarotto se preparó para el siguiente ataque. El Xenomorfo, herido pero no derrotado, se levantó con furia y comenzó a correr hacia nuestro protagonista. Kakarotto desapareció frente a la criatura, dejándola confundida.

 En un instante, reapareció frente al Xenomorfo, agarrándolo del cuello y estrellándolo contra el suelo con una fuerza brutal. El Xenomorfo quedó casi inmóvil, con el aire escapando de sus pulmones.

Kakarotto se alejó acercándose a donde estaba Sutra."Está bien, señor," dijo Sutra.

"No fue un gran problema para mí," dijo nuestro saiyajin, tronándose los nudillos. En ese momento, Kakarotto dirigió su mirada hacia el Xenomorfo, que se levantaba con dificultad y se acercaba a él. Al estar cerca, la criatura se arrodilló y emitió ruidos ininteligibles, pero Kakarotto tocó su cabeza para entenderla.

"Me has derrotado," dijo la Xenomorfa.

"¿Y qué tiene eso?" preguntó el saiyajin.

"¿Puedes entenderme y hablar nuestro idioma?" preguntó la Xenomorfa.

"Pues con solo tocar la cabeza de alguien puedo entender y hablar su idioma, pero a mi pregunta, ¿qué tiene que te haya derrotado?" respondió Kakarotto.

"Cuando alguien me derrota, lo que tiene que hacer es matarme o ser mi esclava," explicó la Xenomorfa.

"Mmm, no sé," dijo el saiyajin, pensativo, observando al Xenomorfo.

"Como usted me ha perdonado la vida, solo me queda ser su esclava o matarme a mí misma," expresó la Xenomorfa mientras se disponía a quitarse la vida con su cola.

"Mmm, está bien," dijo el saiyajin.

"Gracias, mi señor," agradeció la Xenomorfa mientras se levantaba. En ese momento, varias criaturas Xenomorfas se acercaron.

Dios de la destrucciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora