En el planeta del Dios de la Destrucción, bajo la sombra de un árbol imponente, la Kayoshin Kini disfrutaba de una taza de té con una serenidad inusual. Su mirada, penetrante y tranquila, se dirigió al árbol donde el Dios Destructor tenía su morada.
"Así que finalmente despertaron," murmuró Kini, con una sonrisa sutil, mientras tomaba un sorbo de su té. Un suspiro de satisfacción escapó de sus labios, y se levantó con elegancia para dirigirse al árbol.
En el interior del árbol, en una cámara acogedora, dos mujeres yacían inconscientes en una cama. La primera, Kara Zor-El, mejor conocida como Power Girl, tenía el cabello rubio y la piel bronceada por el sol de un millón de soles. Su traje blanco, que apenas cubría sus brazos y cuerpo, dejaba expuestas sus piernas largas y torneadas. Un cinturón rojo con un agarre dorado contrastaba con el blanco de su traje, acentuando su cintura. Su pecho, ligeramente descubierto, mostraba la fuerza y la belleza de una guerrera. Su capa roja, que antes ondeaba con orgullo, yacía ahora sobre la cama.
La segunda mujer, Laurel Kent, tenía el cabello negro corto, normalmente tan brillante y lleno de vida, pero ahora estaba desordenado y pegado a su rostro por el sudor y la tierra. Su piel, pálida como la luna, reflejaba la luz tenue del planeta, creando un halo de energía a su alrededor. Su traje azul oscuro, ceñido a su cuerpo atlético, se ajustaba a su figura como una segunda piel. El símbolo de "S" amarillo, que brillaba como un faro de esperanza en su pecho, contrastaba con el rojo intenso de su cinturón y sus botas. Sus ojos, normalmente llenos de una determinación inquebrantable, estaban cerrados.
Ambas mujeres tenían la ropa un poco rasgada, pero la luz del sol del planeta del Dios Destructor comenzaba a despertarlas. Power Girl fue la primera en abrir los ojos, con un leve dolor de cabeza. Se incorporó lentamente, agarrando su cabeza con ambas manos. Laurel, aún adormilada, comenzó a abrir los ojos lentamente. Al ver a Kara, preguntó con voz débil:
"Kara, ¿sabes dónde estamos?"
"No lo sé, Laurel," respondió Kara, mirando a su alrededor con confusión.En ese momento, escucharon unos pasos lentos acercándose a ellas. Era Kini, quien se elevó con gracia hasta quedar frente a las dos mujeres. Power Girl, con una expresión seria, se levantó y encaró a Kini.