Capítulo 2

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A la mañana siguiente, Kira se despierta antes que Luna y va a la cocina a preparar el desayuno para las dos. También prepara un poco de café. Luna no tarda mucho en despertarse e ir a la cocina.

-Buenos días, cariño. ¿Has preparado el desayuno?

-Buenos días, mamá. Ya está listo. Está encima de la mesa.

Luna se sienta a desayunar y Kira se sienta unos segundos después trayendo café para las dos.

-Gracias.

-No hay de que. Para ir hoy al bosque deberás ponerte algo cómodo. No vayas muy arreglada.

-Entiendo. Cogeré el coche para ir.

-Imposible. Los coches que tu tienes no pueden ir por el bosque. No son aptos.

-Son bastante aptos para el bosque.

-Iremos en quad. Yo conduzco, mamá.

-No me fio yo de ese vehículo. ¿Es seguro?

-Bastante seguro. Es perfecto para ese tipo de terrenos.

-Me fio de ti. Pero ni se te ocurra ir muy rápido.

-Hecho.

Acaban de desayunar y cada una va su dormitorio a cambiarse de ropa. Kira baja las escaleras y espera a Luna.

-Mamá, ¿ya bajas? Vamos a llegar tarde.

-Si, ya voy.

Luna baja las escaleras y se encuentra a su hija esperándola.

-Casco, gafas y guantes.

-¿Todo esto?

-¿No querías ir segura? Pues aquí lo tienes.

-Supongo que tienes razón, cariño.

Kira y Luna abajan al garaje. Kira sube al quad y lo acerca a donde está Luna.

-Sube y cógete fuerte. Voy rápido.

Luna duda un momento antes de subir, pero al final sube y coge fuerte a Kira antes de que ella arranque. Kira conduce por el bosque sin ir muy rápido, intentando sortear algunos agujeros. La tierra es desigual y dificulta ir más rápido de lo que van.

-¿Falta mucho?

-No tanto. 

-Vas muy rápido, cariño.

-Eso no es verdad. Podría ir más rápido si quisiera.

-Ni se te ocurra.

Kira ríe y sigue conduciendo hasta llegar a una zona más plana, sin la tierra irregular. Kira sube un poco la velocidad y Luna se aferra a ella.

-Ve más lento. No me gustaría morir hoy.

-No voy a ir más lento. No me vas a convencer.

-Me da igual convencerte, baja la velocidad.

Kira no le hace caso y sigue yendo más rápido. Poco a poco se va viendo una pequeña cabaña a lo lejos. Kira derrapa el quad para poder aparcar.

-Hemos llegado. Ya puedes bajar.

Luna baja despacio y se quita las gafas y el casco. 

-Estás loca. ¿Cómo se te ocurre ir tan rápido?

-No estoy loca, mamá. Ni siquiera iba la mitad de rápido a lo que voy siempre.

Luna se gira y ve la gran cabaña que hay allí. Se sorprende al ver tal edificio en medio del bosque.

Una vida (casi) perfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora