Capítulo 5

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Pasan varios días. Kira está sentada en un sillón mientras mira algunas ideas para la boda. Luna se sienta en un sofá cerca de ella y la observa.

-¿Te ayudo?

-No hace falta, lo tengo controlado.

-Se que no llevas 3  meses saliendo con Jason.

-Sí llevo 3 meses con él. 

-Mientes. No solo puedes llevar 3 meses con él y casarte tan pronto.

Kira pone los ojos en blanco y la ignora mientras sigue con lo suyo. Luna sonríe ante la reacción de Kira.

-Ya estás contándomelo todo. Quiero la verdad.

-Eres tan pesada...

Kira deja lo que está haciendo a un lado y mira a su madre.

-¿Qué quieres saber?

-¿Cuánto llevas con Jason?

-Llevamos 1 año y 3 meses. 

-Lo sabía. ¿Por que no me lo dijiste antes?

-Porque hace un año no te conocía.

-Buen punto, pero debiste decírmelo antes.

-Lo escondimos por un año por algo, ¿sabes?

Luna ríe y se acomoda un poco en el sofá. 

-Eres astuta, cariño. 

-Ya lo sé, lo he sacado de ti.

-Entonces, con esta información nueva ya me cuadra todo. Ya decía yo que era muy poco tiempo para poder casarse. 

-No se te puede esconder nada. 

-Ya me conoces.

Pasan varias semanas y ya van preparándose cosas para la boda. Llega el día de escoger el vestido. Luna acompaña a su hija a la tienda de vestidos.

-Elige uno bonito.

-Elegiré el que me guste, y te aguantas, que para eso me caso yo y no tú.

-No me hables así, sigo siendo tu madre.

-Pues entonces déjame elegir a mi.

-Tu misma. Me voy a meter igualmente y voy a opinar.

Kira se prueba varios vestidos y se decanta por dos. Uno con cola, brillantes y mucho escote, y otro sin cola, más básico y un poco de escote.

-¿Cuál cojo?

-El primero. Me encanta.

-¿No crees que es mucho?

-Puede, pero ¿qué más da?

-Pues para llevarte la contraria me llevo el segundo.

-Tienes muy mal gusto.

-Me da igual lo que digas, me lo voy a llevar. A mi me gusta.

-Tu misma...

Kira se lleva el que ella ha elegido. Al llegar a casa, Kira deja el vestido guardado en un armario apartado para que no se estropee. 

-¿Cuánto tiempo falta para tu boda, cariño?

-Dos semanas, mamá. 

-¿Tan pronto?

-No es pronto. Ya han pasado 2 meses desde que te lo dijimos.

-Se me ha pasado muy rápido.

-Ya se nota.

Luna y Kira ríen. Oyen como tocan a la puerta y Luna va a abrir. Hay un hombre en la puerta con un aspecto rudo.

-Hola, ¿en qué le puedo ayudar?

-¿Vive aquí Kira Lewis?

-Sí. Ahora le digo que venga a hablar con usted.

Luna le hace una señal a Kira para que se acerque a la puerta. Al acercarse, Kira ve al hombre y se pone tensa.

-Kira, ¿estás bien?

-Sí, sí, tranquila. Deja... deja que hable con este hombre.

Luna se aleja de la puerta y deja que Kira hable con el hombre que está allí. Kira cierra un poco la puerta quedándose fuera con el hombre.

-¿Qué haces aquí? Te dije que no vinieras a mi casa.

-Aún no has cumplido con tu trato, Lewis.

-Estoy en ello, joder. ¿Tanto te cuesta esperar un poco?

-Tienes 4 meses. No te doy más tiempo.

-¿4 meses? No es tan fácil, ¿sabes?

-4 meses. Después de eso ya sabes lo que toca si no cumples.

El hombre toca una pequeña pistola que tiene en su bolsillo. Kira se tensa más que antes.

-Vale, vale. Lo haré.

Kira vuelve a entrar en casa y cierra la puerta. Ella ve como el hombre se marcha con su coche. Kira se asusta al ver a su madre apoyada en el marco del puerta de la cocina.

-Podrías de dejar de darme sustos, mamá.

-No es mi intención. ¿Quién era ese hombre?

-Era... era... un compañero de trabajo...

-Un compañero de trabajo. Parecía muy amable.

-Sí que lo es.

Kira se aleja de la puerta y se dirige a la cocina. Busca en los armarios algo.

-¿Qué buscas?

-Ron. ¿No hay?

-En el último armario al fondo.

Kira encuentra la botella de alcohol y se sirve un trago largo. Luna sigue apoyada en el marco de la puerta.

-Pareces tensa. ¿Qué ha pasado?

-Nada. Una cosa de trabajo.

Kira bebe un poco. Luna saca una copa, se sirve un poco de vino y bebe.

-Voy a preparar la cena.

Luna deja la copa a un lado y saca algunos ingredientes de la nevera. Kira se sienta y se queda mirando a la nada pensando en como solucionar el problema. No sabe como conseguir lo que le han pedido.

Luna sirve la cena y Kira vuelve a la realidad. Luna ha hecho pasta carbonara.

-Gracias. Tenía hambre.

-Sé que es tu favorito. Hay más por si quieres repetir.

Kira come despacio, aún pensando en lo que ha pasado antes. Terminan de comer y recogen la mesa. Kira no ha dicho nada en toda la cena y Luna se preocupa por ella.

-¿De verdad que estás bien, cariño?

-Sí, lo estoy. Me voy a dormir.

Kira se va a su habitación se acuesta a dormir sin ni siquiera cambiarse la ropa. Luna se queda un buen rato viendo un programa en la televisión. Ella va quedándose dormida poco a poco, sin darle la oportunidad si quiera de ir a la cama.

Una vida (casi) perfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora