Capítulo 17

7 1 8
                                    

-No puede ser, no me lo creo. Me gusta Alex. ¿Qué me ha pasado?

Kira empieza a darle vueltas al asunto. No sabe que hacer ahora. Nunca había sentido eso por una mujer antes. Se sienta en el borde del sofá y pone su cara en sus manos, dejando un suspiro.

-Puede que solo sea un error. A mi me gustan solo los hombres. No puede ser que me guste ella.

Kira decide irse a dormir para dejar de pensar en eso. Se acuesta y a los pocos minutos consigue dormirse.

El viernes por la noche las dos se encuentran en el restaurante donde habían quedado. Alex ve que Kira va sola.

-¿Y Caín?

-Se ha puesto enfermo y he tenido que dejarlo con mi madre.

-Que pena. Bueno, en ese caso, estaremos solas.

-Eso es muy bueno.

Las dos entran al restaurante y se sientan en una mesa un poco apartada. El local está casi vacío, así que nos les molestarán mucho. Cenan con tranquilidad mientras hablan del trabajo y otras cosas. Ya al final de la cena siguen hablando de su vida personal.

-¿Así que estás divorciada?

-Lo estoy, casi.

-¿Casi?

-Mi ex-pareja ya no vive con nosotros y no me contesta las llamadas. Sólo me tiene que dar los papeles para firmarlos.

-Eso lo explica todo. Sí, ya lo creo.

Kira sonríe al ver que Alex entiende la situación por la que está pasando.

-¿Hay algo que deba saber de ti?

- Mi vida no es tan interesante como la tuya.

-Algo tiene que haber.

-Hay algo, pero no creo que te guste saberlo.

-Quiero saberlo, por favor.

Alex la mira un momento antes de sonreír y hablar.

-Mi familia es un poco complicada, que digamos.

-¿Complicada? ¿En que sentido?

-Cuando supieron que me gustaban las mujeres al igual que los hombres me echaron de casa.

-Eso es injusto. No deberían haberlo hecho.

-Sé lo que es, pero no puedo cambiarlo.

-Me siento mal por ti. Te has quedado sin tu familia, sin nadie.

-Puedo vivir sin mi familia. Tengo amigos y hay gente que me quiere.

Alex sonríe y Kira le devuelve la sonrisa. Poco después salen del restaurante y dan un paseo por el centro de la ciudad.

-¿Ahora donde vives?

-Alfonso me dejó una de las habitaciones de la CIA. Me quedo allí.

-Eso no es un lugar para vivir.

-Ya lo sé, pero hasta que encuentre algo mejor me quedaré allí.

-En ese caso, ven a vivir conmigo y Caín. Tengo una habitación vacía que no usamos.

-No quiero molestar.

-No molestas. Él estará encantado de tenerte en casa. Te ha cogido cariño. Y a mi también me gustaría que te quedaras.

-Eres muy amable, Kira, pero no es necesario.

-Insisto. Ven a vivir con nosotros.

Alex baja un momento la mirada mientras sonríe.

Una vida (casi) perfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora