Tras varias horas caminando finalmente llegaron fuera del desierto, la vista era hacia un bosque no del todo agradable pues había ciertos rumores sobre este.
— Que lugar tan desagradable. – Hablo Kardia mirando con cierta repulsión.
— Es un bosque de muertos que esperabas. – se burló el canceriano.
Sísifo se quedó junto a debían ser extremadamente cuidadosos aunque pareciera que sería fácil realmente necesitarían suerte para poder recuperar lo que buscan que no era más que un pequeño artefacto ¿ Que tan importante era para que se necesitará de tres caballeros dorados? Respuesta, muy importante, adentrándose al bosque caminaron cuidando cada paso que daban, hacía mucho tiempo que se perdió en la anterior guerra santa cuando el Santuario quedó sin su querida Athena fue que se perdieron o bien algunos artefactos se quedaron en distintos sitios.
— Oye Sísifo. – le llamo Kardia ganando una suave mirada por parte del caballero de Sagitario. – ¿ Cómo es exactamente lo que buscamos y qué es ?
— ¿ Hablas de su apariencia ? – un asentimiento del Heleno fue suficiente para que entendiera. – Bueno, tiene la forma de un plato ondo con varias inscripciones antiguas y está hecho de oro puro.
— ¿ Y que hace exactamente ? – volvió a interrogar como niño curioso.
— Revelar cosas que necesitamos saber y a las cuales las respuestas no están dentro de nuestro rango de conocimiento.
En resumidas cuentas era un artefacto revelador al igual que una bola de cristal pero con mayor poder de conocimiento y demás. A medida que avanzaban, las diferencias entre los tres Caballeros se hicieron más evidentes. Sísifo compartía una visión estratégica, mientras que Manigoldo y Kardia preferían la acción directa a pesar de sus diferencias, los tres se unieron por un objetivo común y aprendieron a confiar el uno en el otro.
Finalmente, llegaron a su destino: una antigua fortaleza donde se encontraba el artefacto, la batalla que venía sería un reto Sísifo, Manigoldo y Kardia en el momento que pusieron un pie en ese lugar tuvieron que esquivar ataques mortales y asestando golpes devastadores.— ¡ Tengan cuidado algo se esconde en medio de la oscuridad de este lugar ! – les advirtió Sísifo.
Más golpes venían de la oscuridad uno tras otro, Kardia se posicionó al frente atracando con la aguja escarlata, Manigoldo fue a su lado utilizando el fuego fatuo para miré que era lo que se ocultaba de ellos.
— Guácala... ¿Que es eso? – La vista del santo del cuarto templo era de desagradó.
— No se, pero no es un espectro, uno de nosotros basta para acabarlo. – hablo sagitario con seguridad.
Tenía un aspecto parecido al de un parásito no siendo un espectro aún así parecía guardar cosmo contaminado con maldad, rápidamente la batalla se intensificó cuando empezaron a aparecer más y más, parecía que entonces no sería algo fácil con lo que lidiar.
— Deshaganse de estas cosas, yo tomaré por lo que venimos. – hablo mientras su vista estaba sobre su objeto perdido que estaba detrás de esas mounstrocidades.
— Dalo por hecho. – soltó una risa Kardia.
Con las armaduras ya puestas cada uno ejecutó el papel que debía, Sísifo veían sus compañeros pelear a la par a pesar se que parecía que no se agradaban del todo, con agilidad se deslizó por ellas pese al aspecto tan desagradable que tenían.
En el momento más crítico de la batalla, cuando comenzaron a multiplicarse todavía más, Sísifo lanzó su flecha sagrada hacia la más grande que habían visto en un principio, atravesando la oscuridad y a la criatura logrando vencer y podrían llevarse lo que buscaban al santuario, los tres caballeros, exhaustos pero victoriosos, regresaron al Santuario, donde fueron recibidos por los caballeros más jóvenes que entusiasmados fueron a su encuentro.
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Amado Capricornio
FanfictionEl Cid ama a Sísifo y Sísifo amaría a El Cid, sí este fuera la mujer a la que sagitario ama y un aparición repentina hará que todo se vuelva todo un drama...