Amado Capricornio

CAPÍTULO 8

La expresión en Sisyphus era algo que llamo mucho la atención de Aspros que aún con pequeños parches en el rostro por los golpes le miro con seriedad acercándose un poco a vista de los demás fuera un movimiento que no se esperaban por parte de él pero nadie le cuestionó y el silencio en la sala se rompió cuando una suave sonrisa aprecio en su rostro y su voz fue lo que rompió la calma en la sala.

- ¿Porqué esa cara... Sisyphus?

La voz del gemelo mayor era imponente, cruzándose de brazos observó con detenimiento para finalmente poder continuar.

- Estás frente a la señorita Athena así que trata de comportate como es debido.

- No te preocupes, Aspros, pienso colaborar.

No lo haría solo porque este se lo pidiera, sino porque hacía unos momentos El Cid se había tomado el tiempo de mirarle con una suave aunque sería expresión y quién era el para negarse a portarse bien cuando su amado estaba presente y menos cuando estaban ante la Diosa que ambos jugaron proteger.

- Antes que nada... Quiero ofrecer mis disculpas para usted, Athena , pero lo cierto es que me fue inevitable el hecho de poder negarme a seguir mi objetivo.

Una suave sonrisa se dibujo en el rostro se acercó también sosteniendo en sus manos el artefacto, este contenía un poco de agua y parecía que algunas otras cosas más, lo extendió delante de él.

- No te preocupes... Todo está bien, puedes darme un poco de tu sangre aquí, por favor.

Ante la petición fue un poco difícil para él ya que se negaba a hacerlo con solo ver su rostro todos esperaron pacientes a que lo hiciera pero al final fue el propio Cid quien se acercó a hacer una pequeña cortada en el dedo del Sagitario oscuro dejando caer varias gotas del líquido rojo fue entonces que una llamarada de humo salió revelando muy poco para ellos.

- En verdad es.... Es Sísifo. - hablo Dohko

- Entonces ¿Pero porque entonces hay dos? - se pregunto Kardia.

- Lo ven... Soy realmente el caballero de Sagitario. - sonreí.

- Entonces porque... Tú nombre - iba a hablar Aldebarán.

- Bueno así podría diferenciarme de este tonto...

- Eso no responde todas nuestras preguntas. - intervino Shion.

- Es una pena que así sea.

Sísifo se acercó y observando lo que reveló el agua se negaba a creer que realmente fueran la misma persona, pero no entendía como eso era posible pero a cambio de su otro yo, solo recibió una mirada llena de odio, de desprecio y rencor.

- ¿Ya me puedo ir?

Su actitud era tan molesta, fue entonces que intervino El Cid, cortando toda la tensión que se había creado.

- Señorita Athena, pido... Ser quien se encargue de vigilar a este hombre

- No Cid, no lo harás, se quedará en la casa de Sagitario.

La mirada del capricorniano se volvió hacia su amigo con frialdad por esto, debía hacerse cargo el, malo pero si era necesario debía usarse así mismo para evitar y prevenir muchas cosas lo haría, aunque de cierta manera eso le causaba cierto conflicto ya que era algo que moralmente podía estar mal.
Además de que hacía poco había ocurrido el primer ataque de inicio de la guerra Santa, fue ya inesperado pero estaban listos y no era conveniente ponerse a pelear entre sí en ese momento.

- Tiene que ser una broma.

No pudo hablar más cuando Sísifo ya se estaba alejando para así irse a Sagitario lo cual lo molesto pero no podía hacer mucho ahora, para la mañana Cid había recibido órdenes de acercarse a Sisyphus por parte de Sage y Sísifo, con quién aún estaba de cierta manera molesto, de cierta manera la idea no le agrada más ahora porque, no parecía que este tuviera intensiones perversas o algo, además de que quería poder descubrir algunas cosas que a el lo convenía, pero aún así continúe.