La celebración

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Como solía decirse en la familia LaRusso: Las buenas noticias se celebran sí o sí.

Por eso Daniel había puesto tanto esmero en la preparación para la fiesta de esa noche. Porque le hacía infinita ilusión celebrar junto a los suyos lo feliz que era.


Para empezar, el problema que creía iba a tener con Chozen, no existía. Todo había sido una torpe estrategia por parte de su amigo para provocar un acercamiento entre ellos porque: <<Era estresante ver como os mirabais y ninguno hacia nada>>

Le admitió que cuando Johnny se fue entró un poco en pánico; el plan era que Daniel lo defendiera, no que el rubio huyera lejos. Por eso no dejó de animar a su amigo para que fuese a buscarlo cuanto antes para que regresara.

Para su total sorpresa, esta explicación fue bien recibida por su pareja, el cual ahora se llevaba a las mil maravillas con el oriental y los tres eran capaces de trabajar en perfecta armonía.


Poco después, también consiguieron que Cobra Kai y Terry Silver pasaran a la historia; su dojo se llenó de nuevas caras y por fin podían vivir en paz.

Pero eso no era lo que más feliz lo hacía. La razón principal de su dicha, lo rodeaba con fuerza por la cintura besando su cuello mientras encendía la barbacoa.


_ Estas muy sexy con ese delantal – susurró el rubio justo en su oído -. Te lo arrancaría con los dientes y te la chup...

_ ¡Johnny! - saltó escandalizado sintiendo como su cara se calentaba – Los chicos te pueden escuchar.


Daniel aun no superaba la forma en que sus alumnos se enteraron de su relación con Johnny.

Porque lo último que quería era que los encontrasen dándose en lote en el Dojo como dos adolescentes hormonales incapaces de controlarse.

Para él fue el entrenamiento más incómodo de su vida. Para Lawrence, el más divertido.

Los jóvenes no paraban de mirarlos sorprendidos, de tropezarse e incluso caerse de las formas más ridículas. Mientras Daniel se sonrojaba, Johnny no hacia ningún intento por ocultar sus risas.


_ Están dentro – dijo entretenido -. Además, creo que todos ya tienen edad para saber lo que hacemos cuando cerramos la puerta.

_ Aquí no hay puerta.

_ Que me quede claro, ¿Lo que te echa atrás es que haya gente? Porque ya estoy imaginándome cosas para cuando estemos solos.

_ Eres un caso – rio negando con la cabeza.

_ ¿Eso es un si al sexo salvaje al aire libre?

_ ¿Lo que hicimos en el Dojo no cuenta? - preguntó coqueto siguiéndole el juego – Todavía no entiendo cómo me convences de hacer esas cosas.

_ Porque te pongo igual de cachondo que tú me pones a mi – se jactó mordisqueando su oreja -. Y hasta donde yo recuerdo, fuiste tú quien empezó a provocarme con posturitas calientes.

_ Me agache para coger las llaves y enseñarte mi antiguo coche por dentro.

_ Con el culo que te gastas, eso es una provocación en toda regla.


Volvió a reír algo más relajado; Johnny y él eran como un par de jovencitos que no podían quitarse las manos de encima después de experimentar el sexo por primera vez.

Una buena decisión (LawRusso / Kiaz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora