Él era un hombre del señor. La gente acudía a su persona en busca de consejo y, sin embargo, ahí estaba él, hecho un lío.
Bobby llevaba años centrado en el trabajo. Su iglesia y su comunidad de feligreses eran lo más importante.
Tanto fue así, que dejó su vida personal en pausa durante mucho tiempo.
No negaría que había momentos que echaba de menos tener a alguien en su vida; alguien con compartir el día a día, con quién poder charlar, que lo abrazara por las noches y poder formar un hogar.
Alguien a quien amar.
Se sentía miserablemente solo e hizo lo que mejor sabía. Rezar.
Le pidió a Dios que colocara en su camino a una persona para él, que lo necesitaba más que nunca.
Al comenzar Johnny a trabajar en la iglesia, conoció a la familia Díaz y pensó, que talvez, esa persona podría ser Carmen.
Era una mujer encantadora, inteligente y preciosa. Congenió bien con ella, se llevaban genial y su primera cita no tardó en llegar.
No fue mal. Pero tampoco bien.
Había cierta incomodidad en el ambiente. Como si en el fondo supieran que estaban forzando las cosas. Ni siquiera llegaron a besarse; acabaron aceptando que no existía ese tipo de atracción entre ellos, que solo se veían como buenos amigos y nada más.
Esto volvió a entristecerlo. ¿Sería su misión en la vida solo servir a Dios? ¿No existía esa alma gemela que tanto esperaba?
En ese momento pensó que no, que estaría solo para siempre.
Hasta que Daniel lo llamó.
Tras la primera comida que tuvieron juntos, Bobby quedaba con él con asiduidad. Un día fue a recogerlo al concesionario y entonces lo vio.
En cuanto sus ojos se cruzaron con los de Louie LaRusso supo que sus plegarias habían sido escuchadas.
Louie era divertido, un poco torpe y muy tierno. Apareció para llenar sus días de luz y calidez. Cosa que lo hacía inmensamente feliz.
Su conexión fue instantánea; no podía explicarla con palabras. Fue algo...místico.
Algo especial y único.
Algo que no paraba de crecer con el pasar del tiempo.
Algo que necesitó compartir.
<< _ Estoy enamorado, Johnny – le soltó un día de la nada a su amigo mientras descansaban tomando una limonada sentados en un banco frente al jardín.
_ Oh, Bobby. Me siento muy alagado, pero ahora estoy con Daniel y...
_ No de ti, idiota – dijo dándole un amistoso empujón -. No eres mi tipo.
_ Ya. A ti te gustan morenos, de ojos verdes y algo torpes – Bobby giró la cabeza con rapidez mirándolo sin poder creer lo que acababa de escuchar -. ¿Que?
_ ¿Lo sabes? - preguntó impactado.
_ ¿Era un secreto? Porque si lo es, no lo ocultas nada bien.
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Una buena decisión (LawRusso / Kiaz)
Hayran KurguAl volver de México, Johnny se encuentra con una nada agradable sorpresa en el dojo que vuelve a compartir con Daniel. Todo lo que sucede a partir de ahí lo lleva a tomar una dura determinación, su única salida si no quiere volver a caer en el abism...