Una buena decisión (LawRusso / Kiaz)

Despedida

Si para Johnny el día de ayer había sido duro, el de hoy no pintaba mejor.

_ ¿Qué te pasa ahora? - le preguntó Daniel con hastío llegando a su lado -. Nos están esperando atrás para empezar el entrenamiento, sabes que me gusta la puntualidad. Chozen y yo llevamos aquí más de media hora y tú, no solo llegas tarde, sino que nos retrasas.

_ Tranquilo, no voy a quitarte mucho tiempo – le tendió las llaves del coche intentando mantener la compostura –. Toma.

_ ¿Me haces venir solo porque se te a averiado el coche?

_ Te lo estoy devolviendo – aclaró haciendo el intento de que las palabras dichas por el moreno no le afectaran -. Mañana pasarán por aquí para quitar el logo de colmillo de águila.

_ ¿Como? - le preguntó con cara de asombro, en otro momento se habría partido de la risa, hoy no tenía ánimos para nada.

_ Cuando me lo prestaste no lo tenía - se encogió de hombros fingiendo desinterés.

_ Johnny ¿Qué estás haciendo?

_ Te lo dije ayer. No voy a volver.

_ Yo no recuerdo que me dijeras nada.

_ Ya, últimamente te cuesta centrarte - agarró la sudadera de Daniel y le metió las llaves en el bolsillo lateral.

_ John, reflexiona. Piensa las cosas con calma, no puedes volver a separar a los chicos.

_ Los chicos se quedan aquí, contigo. Despreocúpate por eso.

Daniel se quedó pasmado unos minutos, observándolo de arriba a abajo como si considerará si era él de verdad o un alienígena con su piel.

_ Pero...Miguel y Robby...

_ Hablé con ellos anoche, ya lo saben.

La charla con su hijo y primer alumno fue compleja; quería ser sincero con ellos, pero aún había cosas que no estaba preparado para contarles. Consiguió que los chicos prometieran esforzarse en el Dojo y que le dieran su apoyo. Era todo lo que necesitaba.

_ ¿Por qué?

_ No solo dejo tu Dojo – explicó remarcando como ese lugar no era suyo, nunca se sintió aceptado en el -. Se acabó el karate para mí.

_ No estoy entendiendo nada John – le dijo negando con la cabeza -. Creía que todo marchaba bien esta vez. Que con los tres juntos todo era mejor.

_ No necesito que lo entiendas, necesito que lo respetes - comprobó la hora y suspiró cansado. Su medio de escape se retrasaba.

_ Johnny - LaRusso sujeto su brazo dándole un suave apretón -. Escucha, podríamos buscar la manera de...

_ Esto no es algo que este en discusión. Esta decidido, solo te estoy avisando.

_ ¿Por qué las cosas contigo siempre tienen que ser así? - el sensei que predicaba la paciencia y el equilibrio, parecía haberlo perdido - ¿Por qué lo complicas todo?

Johnny sonrió ante la ironía de toda esta situación. Sinceramente, no esperó esta reacción por su parte. A ver, sabía que no sería tan cabron de ponerse a saltar o celebrarlo, pero se había preparado para la indiferencia.

Él le importaba una mierda a LaRusso, le quedaba bien claro después de esos días de pesadilla.

_ Te equivocas - le contestó tranquilo girándose al oír un coche aparcar -, nos lo estoy poniendo más fácil a todos.

_ Siento llegar tarde, pero tus indicaciones son horribles - su amigo le dio un par de palmadas en la espalda al abrazarlo -. Recuérdame que te enseñe a mandar la ubicación o vas a volverme loco.

_ ¿Por qué has bajado? - le cuestionó en voz baja -. Yo podía ir hasta el coche.

_ Se llama tener educación, Johnny - lo reprendió girándose hacia Daniel -. Es un placer volver a verte, LaRusso.

_ ¿Bobby? - su amigo, tan simpático como siempre le dio la mano con una sonrisa -. No te había reconocido.

_ Si bueno - se señaló su cabeza ahora sin pelo - he perdido algunas cosas por el camino. No todos tenemos vuestra suerte. Johnny y tú os conserváis genial.

_ ¿Qué tal...te va todo? - en este instante, odiaba a LaRusso y sus buenos modales - ¿A qué te dedicas?

_ Es cura ¿Nos vamos? - los interrumpió ansioso por salir de allí.

_ Pastor, Johnny, soy pastor.

_ Si queréis podemos pasar dentro y ponernos al día - dijo mirándolo con esos ojos suplicantes, que muy a su pesar, siempre lo habían hecho ablandarse.

_ Tienes un entrenamiento que dirigir, LaRusso.

_ Ya quedaremos otro día, Daniel - Bobby le dio un ligero golpe hombro a modo de despedida -. Si necesitas algún tipo ayuda ahora que te quedas solo puedes...

_ No está solo - gruñó tirando de él hacía el coche -. Vámonos de una vez.

_ John, por favor. Vamos dentro a hablar ¿Vale? - le pidió una vez más.

_ Espero de corazón, que podáis vencer a cobra Kai y al mal nacido de Terry Silver - tragó duro, las próximas palabras se le estaban haciendo bola en la garganta -. Hasta siempre La...Daniel.

_ ¡Johnny!

Podía sentir el palpitar de su corazón acelerado en los oídos. A pesar de estar en el exterior, notaba que no podía respirar. Las piernas le temblaban tanto que temió caerse, por ello su apuro en marcharse. No podía seguir allí, no podía mirarlo, no podía escucharlo. Estaba en su límite.

En automático, se subió al coche, se puso el cinturón y clavo su vista al frente. Cuando Bobby arrancó, cerró los ojos agotado.

_ Se acabó - susurró una vez atravesaron la salida del Dojo -. Se acabo. 

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Al fin saliendo del bloqueo en el que entre con este capitulo. Lo gracioso es que ya tengo el final, y con una parejita muy, muy, inesperada.