𝐌𝐈𝐍𝐃 𝐏𝐀𝐈𝐍 [Mayse]

39. Sed de venganza

SUAVE DOLOR

   AL AMANECER ,MURAD SE QUEDÓ EN LA CAMA; dando vueltas a las palabras de Kasim sobre Bayaceto y la misteriosa mujer de la capital. Las preocupaciones lo mantenían alerta, y la incertidumbre sobre su futuro lo atormentaba.

Finalmente, decidió que necesitaba actuar. Se levantó con cuidado, asegurándose de no despertar a Ayşe, quien aún dormía con el rostro sereno, ajena a la tormenta que se gestaba en su mente.

Salió de los aposentos en silencio, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre sus hombros. Las palabras de Kasim resonaban en su mente, y la idea de que su hermano pudiera ser una amenaza no lo dejaba en paz. Tenía que averiguar más sobre esa mujer y lo que realmente estaba sucediendo en la capital.

A medida que caminaba por los pasillos del palacio, el eco de sus pasos era un recordatorio de la soledad que lo acompañaba. Murad sabía que las decisiones que tomara a partir de ese momento podrían cambiar el rumbo de su vida y de la de Ayşe.

Mientras Murad caminaba con la mente ocupada, Silahtar apareció de repente en el pasillo, su rostro grave.

—Mi Sultán, hemos ubicado a Kalika Hatun, —informó, inclinándose levemente en señal de respeto.

Murad asintió, sintiendo que la adrenalina comenzaba a correr por sus venas. La noticia de Kalika era un punto de inflexión en sus planes.

—Llama a Bayaceto, —ordenó Murad, su voz firme—. Y prepara a los guardias. Nos dirigiremos a la capital de inmediato.

Silahtar hizo una reverencia y se retiró rápidamente para cumplir con las instrucciones. Murad sintió que una mezcla de nerviosismo y determinación lo invadía. Tenía que enfrentarse a su hermano, descubrir qué estaba tramando y proteger lo que aún le quedaba.

Mientras se dirigía a su oficina para organizar los detalles del viaje, su mente seguía divagando entre la situación con Ayşe y la nueva amenaza que surgía en su vida. Todo se sentía como una carrera contrarreloj, y no podía permitirse cometer errores.