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Capítulo 17

Lauren (JaureguiAlwaysDark)

Sé que está mal, pero comienzo a sentirme extraña.

Paige ha saludado a Camila con un beso en la mejilla y ella ha sonreído como boba. No me extraña el desear ser Camila, pero si el querer ser Paige.

Es como si quisiera ser las dos al mismo tiempo.

¡Lauren! ¡Ya basta!

— ¿Qué haces acá? —Pregunta tímidamente Camila.

Paige tiene una mano tras su espalda y otra dentro de su chaqueta. La veo bastante nerviosa, pero en sus ojos está ese brillo que tanto me gusta

¿Puedes dejar de ser tan tierna, Jauregui?

— Yo... Quería que... Yo... Te traje... Ya sabes... —Se ve increíblemente adorable cuando está nerviosa, pues se sonroja y se muerde el labio al mismo tiempo.

Se ve tan tierna que solo quiero ir hasta allá y abrazarla para siempre.

— Respira Paige —Ríe Camila colocando sus manos sobre el pecho de su ex novia.

¡No la toques, Camila! ¡No puedes tocarla!

Basta, Lauren. Calma al macho pecho peludo celoso y posesivo que habita en tu interior.

— ¿Podemos empezar de nuevo? —Pregunta Paige avergonzada.

Camila asiente con una dulce sonrisa, y Paige sale de la casa mientras cierra la puerta.

Esto es tan tierno que tengo ganas de vomitar petróleo, pero a la vez me da celos, así que no lo hago.

Paige vuelve a tocar a la puerta segundos después y Camila abre la puerta intentando contener una carcajada. Se ve adorable.

¿Quieres ser mi esposa, Karla Camila Cabello Estrabao?

Esperen... Ya me confundí.

— ¡Hola, Paige! —Saluda. Camila no es tan mala actriz, pero tampoco la peor...

Está bien, es pésima.

— ¿Qué haces acá?

Paige respira hondo, y lo único que quiero hacer es ir hasta allá y susurrarle al oído que debe relajarse.

... También le ofrecería ayudarla con eso de la relajación, pero no puedo pensar más que en cosas increíblemente pervertidas.

Que sucia mente tienes, Lauren Jauregui.

— Te... te traje algo —Bien. Al menos le ha salido mejor que la vez anterior.

Con bastante cuidado Paige deja a la vista lo que tenía detrás de la espalda, lo que resulta ser una caja bastante grande junto con una carta.

— Tal vez deberías leer la carta cuando estés sola... —Le aconseja, y Camila asiente con una enorme sonrisa antes de comenzar a abrir la caja.

Y Paige la mira como si fuera única entre todas las estrellas del universo. La mira como cualquier chica desearía ser mirada. La mira como si nada en el mundo existiera aparte de ella

Me duele pensarlo, pero estoy comenzado a creer que el corazón de Paige, por más que intente conquistarlo, siempre será de Camila.

— ¡Son hermosas, Paige! —Exclama con entusiasmo mientras saca un ramo de rosas de la caja e invita a Paige a pasar.

Ella nos saluda con un movimiento de su mano, pero está demasiado ocupada mirando a Camila como para notar la sonrisa que le he regalado.

— Hay más cosas además de las rosas... —La informa con suavidad.