13

47 6 1
                                    

Verano 2015

—Necesito aprender español para cuando vaya al Real Madrid. —Kylian se enrolló un mechón del pelo rubio de Marie en el dedo. No podía, ni quería perder la oportunidad de tocarla.

La chica levantó la mirada del libro que intentaba leer, aunque si no se lo hubiera sabido casi de memoria no sabría explicar ni de que trataba, cada vez que Kylian la tocaba cualquier otra cosa desaparecía de su mente.

—¿Quieres que yo te lo enseñe?

—Si —Kylian dejó un suave beso en el salado hombro de Marie.

—No creo que sea buena idea.

—¿Por qué?

—No se me da bien.

—¿No se te da bien el español?

—No, idiota, dar clases. Ya lo intenté y no salió bien.

Los ojos de Marie se ensombrecieron de una forma que Kylian estaba aprendiendo a identificar. Adquirían ese velo de tristeza las pocas veces que ella le hablaba de su vida en Madrid.

—No fue tu culpa. —dijo él con convicción.

—No estabas allí. —Por suerte. Pensó Marie. Odiaría que Kylian hubiese conocido a la chica que era antes. Esa chica no le habría gustado. Seguramente si él hubiera estado allí, en su instituto, habría acabado saliendo con Carla. Igual que el chico al que había intentado dar clases, en las novelas románticas esa siempre era una forma de que las chicas tímidas como ella acabasen enamorando al popular y guapo. En la vida real solo se aprovecharon de ella.

—Pero te conozco, pececito, seguro que fue culpa de ese cabrón.

—¿Cómo sabes que era un cabrón? Podría haber sido una cabrona.

—Instinto. —Kylian le acarició las mejillas con ambas manos —. Y olvida lo que estuvieras pensando. Nada de eso importa ya.

Kylian posó sus labios sobre los de Marie. Y cualquier mal pensamiento se borró de la mente de la chica. Daba igual lo que hubiera pasado en otro universo, la realidad estaba en esa playa. La realidad era que los labios que besaban los de Kylian eran los suyos, la había elegido a ella. Marie pasó sus brazos por la cintura del chico y sonrió contra sus labios.

Kylian la bañó de besos, por toda su cara hasta que los ojos de Marie volvieron a brillar con la luz del atardecer reflejada en ellos.

—¿Qué estás leyendo? —Kylian cogió el abandonado libro de Marie. Ojeando las hojas algo amarillentas por el paso del tiempo.

Crepúsculo —Marie recuperó su libro, abrazándolo contra su pecho. No podría soportar que Kylian se riera de ella.

—Me lo has dicho en español, ¿Eso significa que me vas a dar clases?

—No —Marie entrelazó una de sus manos con la de Kylian —. Pero te puedo dejar que leas mi libro y ayudarte si no entiendes algo.

—Me vale. —Kylian extendió la mano para que ella le pasara el libro.

Marie dudó antes de dejar una de sus más preciadas posesiones en manos del chico.

—Cuídalo —dijo en voz baja —. Perderlo sería como romper mi corazón.

—Los voy a cuidar más que nada en el mundo —Los iris marrones de Kylian se clavaron en los suyos diciendo muchas cosas.

La otra mitad | Kylian Mbappé |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora