New World • Teen Wolf [1]

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Bala mágica p.1

-Alice-

—Definitivamente no—sentencié.

—¿Por qué no? —preguntó mamá mientras nos servía zumo de naranja.

—básicamente porque ese fue nuestro disfraz hace seis años.

Stiles puso morritos mientras le agradecía a mi madre por el zumo. Estábamos a punto de ir al instituto y mi mejor amigo había venido a por mí, justo se encontró con mi padre en el porche y lo invitó a desayunar. Así que ahí estábamos los cuatro, mi padre, mi madre, Stiles y yo sentados en la barra de la cocina discutiendo sobre los disfraces de la fiesta de Halloween de ese año.

—Estaréis monísimos de Harry, Ron y Hermione—murmuró mamá.

Papá soltó una carcajada mientras tomaba su café a toda prisa.

—Solo que este año Hermione seré yo, obviamente—dijo Stiles.

Le robé la tostada.

—Definitivamente, Scott es Ron—bromeé—Personalmente prefiero ser Vold...

Mi mejor amigo me tapó la boca con las manos antes de poder terminar la frase.

—¡No digas su nombre!

Rodé los ojos.

—Venga que llegaréis tarde—murmuró entonces papá. Ambos le hicimos caso y nos despedimos de ellos tras recoger nuestras mochilas. Antes de salir por la puerta nos gritó—¡No os metáis en líos!

—¡No prometemos nada! —gritamos Stiles y yo al unísono.

Subimos a su Jeep y fuimos en dirección al instituto. Desde que nos enteramos de lo del Alfa Scott estaba algo raro, o más bien, preocupado. Por otro lado, Derek estuvo algo desaparecido aquellos días. No lo vi alrededor del insti, ni siquiera rondando por la casa de Scott.

—Tierra llamando a Alice—Stiles pasó una mano por mi rostro devolviéndome a la tierra—¿En qué piensas?

—En nada...

Me miró con los ojos entrecerrados, como intentando entrar en mi mente y leérmela de arriba abajo, cosa que me hizo suspirar.

—Estas pensando en Derek, ¿Verdad?

—Odio que seas mi mejor amigo—gruñí bajándome del coche.

—Sabes que no es cierto. Pero vamos, Alice, el tipo es peligroso, estará buscando al alfa, o aterrorizando a niños que venden galletitas y limonada.

—Eso me deja más tranquila, gracias. —ironicé y me metí en el edificio.

Me siguió rápidamente, justo nos encontramos con Allison y Lydia. Antes de llegar a ellas me sujetó del brazo para que le mirara.

—Solo digo, que no entiendo porque te importa tanto.

—No es que me importe, pero ahora es nuestro amigo—le expliqué.

—Creo que la definición de amigo no encaja en este caso—me solté de su agarre—Vale, hoy te has levantado con el pie izquierdo, gruñona. Te traeré chocolate. 

Le levanté el dedo del medio antes de ir con las chicas. Se me erizaron los pelos de la nuca, sentía una sensación familiar, pero decidí ignorarla al recibir el abrazo cariñoso de Allison.

(...)

—¿Te llevo? —me preguntó Scott al salir de clase. —justo hoy llevo dos cascos.