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Capitulo 22. Maratón 1/2

"Sé que últimamente les he estado fallando un poco al subir capítulos, así que ahora les recompenso mucho mucho haciéndoles maratón, pero les pido por favor que den like a los dos caps, si? Las adoro. –Vane"
{____}
¿Qué se supone que debía contestarle? "Sí, claro que extraño estos momentos" "Te extraño a ti, Bieber" ¿Qué le digo? Una parte de mi quería decirle todo esoy más, pero la otra seguía empeñada en terminar esto de una buena vez...
-Amm... eso ya es pasado. –deje la foto en su lugar y me alejé de él.
-Pues, podemos transformarlo en presente y en un futuro. –volvió a acercarse a mí y yo no me corrí de él- Sé que lo quieres. –delicadamente comenzó a acariciar mi mejilla. Y ahora estaba actuando la parte mía donde quería que todo esto continuara.
-En serio, no. –susurré y me volví a alejar- Vine aquí para hablar y que tú te sacaras esa venda Punto.
-Entonces eso es... hablar. –se alejó, sacó el botiquín de primeros auxilios y se quitó su remera.
-Vete al baño, no cierres tanto al puerta y desde ahí hablamos o por lo menos, tápate. –dije tratando de no mirar su marcado abdomen.
-¿Te molesta acaso? –alzó ambas cejas
-No, no me molesta. –me crucé de brazos- Pero sabes que cualquier chica normal se derretiría por ti y más si estás sin remera, luego cuando te das cuenta, te empiezas a acercar a ella mirándola fijamente con esos ojos tan... -bufé- esos ojos, la miras como si fuese una presa, la acaricias con tus suaves manos y ella ya se derritió a tus pies.
-Como me conoces.
-¿Vez? Lo haces con todas. Pero no bebé, conmigo no funciona. –cerré los ojos y escuché como reía- ¿Qué? ¿Qué es lo gracioso?
-"Las acaricias con tus suaves manos"
-Cállate. –suspiré y vi como él todavía trataba de sacar su venda- Pareces tonto con eso, así no es. Déjame ayudarte. –me acerqué a él nuevamente y tratando de no tocarlo mucho, comencé a sacarle su venda- No te muevas.
-Pero apúrate, no tengo todo el día. –se cruzó de brazos- Auch! Que se haya curado no quiere decir que tu vengas y lo toques con toda tu fuerza femenina. –largué una risita y pude sentir como sonrió
-Si te quedaras quieto, yo y mi fuerza femenina no tendríamos que hacerte doler. –unos segundos después le dije: -¿Quién te ayudaba con esto?
-Mi abuela, ella era enfermera y sabe algo de esto.
-Ahh, comprendo.
Solo estaba deseando porque ese momento terminara. Tenía a Justin enfrente mío, sin una remera que cubra su torso, ¿era o no muy deseable? Y ¡POR DIOS! Como se notaba que en estos años había hecho ejercicio.
Una vez que había terminado, coloqué todo en su lugar y volví a guardar el botiquín en el armario.
-Está todo igual que antes... -dije sentándome en la cama para romper ese silencio incómodo que se había formado.
-Sí... -se sentó en una silla y se colocó en frente mío- no he tenido tiempo para cambiar nada, solo la cama, ya que estaba desgastada y me quedó chica con el paso del tiempo. –rió-
-¿La gastaste también por las noches salvajes que tenías? –reí bromeando y con ironía.
-Pues... -rascó su cuello- eso tuvo la culpa también, en cierta parte. –sonrió. Ok, esta respuesta no me la esperaba. Podría haberme mentido o que se yo, pero no me esperaba eso.- ¿Te molesto lo que dije?
-No. ¿Por qué lo dices? – "¿Qué si me molesto? ¡Eso es poco!"
-Por tu expresión al escuchar eso. –dijo sonriente- Te molesto, y mucho.
-No, ya te dije que no! –Bueno, mi expresión y tono de voz cambió un poco... solo un poco...
-Uhy... alguien se ha enojado. –soltó una risa- Ay ___... –suspiró- ¿En verdad crees que traería a cualquier chica a esta cama?
-¿No... no trajiste a nadie? –pregunté con un nudo en la garganta. La verdad que si de verdad hubiese hecho eso, me sentía algo ¿mal? ¿celosa? ¿Y por qué coños me estaba sintiendo así?
-No traje a nadie. –sonrió- No podría haberlo hecho con otras chicas en el mismo lugar que lo hice contigo por primera vez. Pero si estuve con otras chicas. –Me había puesto menos tensa y ahora la bronca volvió hacia mí- Sin embargo, con ninguna lo hacía con amor, solo era sexo y listo. Ninguna logró sacarte de mi corazón, sonó cursi, lo sé, pero es la verdad. Nada logaba eso...
Una pequeña sonrisa se apareció en mi rostro e inmediatamente bajé mi cabeza. Algo adentro mío me decía que por un momento deje todo lo ocurrido atrás, me olvidé de todo y que lo bese, que sienta que todavía hay algo con él. Justin seguía hablando y yo ni siquiera lo escuchaba, levanté mi cabeza y hacía como si lo escuchara, pero solo miraba sus ojos y sus labios, quienes sentía que si no los besaba de una puta vez, me iba a quemar viva. ¿Y Edward? Otra vez mi mente me traía a la realidad. Él no merece que yo esté haciéndole esto. ¿En qué clase de persona me he convertido? Yo no soy así y esto debía acabar o me volvería loca... literalmente.
-¿Escuchaste lo que te dije? –Justin alzó su voz sacándome de mi transe
-Ammm... claro que sí, claro que escuché.
-¿Entiendes que solo quiero volver contigo? –tomó mi mano- Sé que fui un completo idiota en el pasado y que te dejé ir, pero ahora te tengo aquí, enfrente mío, y te necesito de vuelta.
-Ya lo has dicho muchas veces... -saqué mi mano de su agarre de apoco.
-¿Tu memoria borró todo lo que pasamos juntos? ¿Se borró todo de allí adentro? –volvió a tomar mi mano-
-No me he olvidado de todo.
-Pero seguro que no te importa nada, o no?
-¿Qué te crees? ¿Qué yo no sufrí nada? ¿Qué yo te olvidé así de un día para el otro? ¿Qué no me importaste nada? –alcé la voz y ya estaba sintiendo como en mis ojos se formaban las lágrimas- Yo también sufrí, no pude superarlo. ¿Sabes lo que siente perder al amor de tu vida no? ¿Y más cuando te enteras que iba a ser padre de otra chica? Casi los tres años estuve así de mal. Empecé a ir al psicólogo porque no entendía como esto me afectaba de esa manera. –Ya no era una lágrima, ya eran miles las que caían por mis mejillas.
-No llores. –susurró-
-Es que... ¡Justin! –grité y no me importaba que estuvieran las niñas abajo- Abrázame y no me sueltes. –dije ya llorando, no me importaba nada en este momento, necesitaba estar en sus brazos como nunca antes. Sin decir una palabra, se paró y me abrazó tan fuerte que pude sentir que él también estaba tan destruido como yo.
-Juro que si podría cambiar el pasado, lo haría. Tú más que nadie sabes que yo jamás querría hacerte sufrir de esta manera. –hablaba mientras me estrechaba en sus brazos- No quería que todo esto ocurriese.
-Yo tampoco, Justin. –me separé un poco de él para poder mirarlo a los ojos-
-No llores de nuevo, entiendes? –dijo mientras que con su dedo limpiaba mi lágrimas
-Es imposible no hacerlo. Y... -iba a decir algo más cuando mi celular sonó. Lo saqué del bolsillo- Edward.
-Atiéndele.
-No, no quiero arruinar esto.
-Atiéndele, sabrá que algo pasa.
-No quiero, Justin.
-Sigues más terca que antes, lo sabías? –rió y me hizo sonreír- No dejes de sonreír jamás, ____. Tienes la sonrisa más hermosa que antes haya visto.
-No, tu sonrisa sí que es hermosa.
-¡CARAJO ATIÉNDELE A ESE TIPO O LANZARÉ TU CELULAR POR LA VENTANA! –gritó cuando el celular no paraba de sonar. Reí y le atendí.
-Claro, ya salimos. –dije y corté la llamada-
-Está afuera...
-¿Te tienes que ir? –asentí- Bueno... -se paró y yo hice lo mismo, quedando, nuevamente, muy juntos. Con su mano derecha comenzó a acariciar mi mejilla- Y en el momento que dije que tu siempre serás mía, no me equivocaba. –susurró- ¿Puedo...? –sin que terminara la frase, asentí. Ambos sonreímos y por fin sucedió, nuestros labios se juntaron. Se notaba que ambos veníamos necesitándolo desde hace tiempo, se notaba que ambiente nos necesitábamos uno al otro. Se notaba que si ese beso no se acababa ahora, iba a ser peor para después despedirse.
-Debo irme... –susurré sobre sus labios- Si no me separo ahora, no podré hacerlo después.
-Entiendo, ____. Pero será la última vez que te dejaré ir, lo prometo. –dando otro cálido beso, se separó de mi y luego ambos salimos de la habitación.

La Estudiante de Intercambio Justin Bieber & TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora