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Capítulo 30. Maratón 3/3.
-Buenos días amor... -dijo Edward acariciando la frente de ____.
-Holi... –sonrió-
-¿Cómo amaneciste? ¿Quieres decime eso que querías decirme?
-De la mejor manera y tú? –sonrió- ¿Puede ser mas tarde? Es que aun estoy dormida. –rió y él también.
-Yo también amanecí así. –besó su mejilla- Claro, después me dices. –sonrió- ¿Te parece de ir a almorzar?
-Me encantaría. ¿Qué hora es?
-Son un poco más de las doce.
-Oh, es temprano. –dijo con ironía- Voy a bañarme. –dijo tratando de salir de la cama pero los brazos de Edward se lo interrumpieron.
-¿Te acompaño? –susurró a su oído.
-¡Eduardo! –rió-
-¿No puedo acaso? –la miró e hizo puchero.
-Nos pueden escuchar o peor, nos pueden ver! Además se nos hará tarde.
-mmm... tienes razón.
-Yo sé. –sonrió con victoria
-Pero la próxima no te salvas, mujer. –dijo dejándola ir.
-Lo sé, lo sé. –rió y antes de separarse, besó su mejilla.

(...)

-Mamá, saldremos a comer, nos vemos. –le dijo Edward a su madre.
-De acuerdo, que les vaya bien. –dijo amablemente.
-¡Adiós señora! –saludó ___ antes de salir. Ambos salieron y se dirigieron hacia un restaurante. Estacionaron, entraron, escogieron una mesa y se sentaron.
-Buenas tardes, que desean pedir? –dijo el camarero.
-Yo una ensalada con camarones. –dijo ____.
-Yo este especial. –dijo Edward.
-Perfecto –dijo anotando en su libreta- y para tomar?
-Dos coca-cola, te parece ____? –ella asintió- Eso entonces. –sonrió-
-Genial, ya se los traigo. –dijo amablemente y se retiró.
-Y... de que querías hablar? Estoy ansioso.
-Yo... mejor, comamos y luego te digo, te parece?
-Sí, pero... es urgente? ¿Pasa algo?
-No, no, nada. Solo... luego te cuento.
-De acuerdo. –sonrió-
Llegó su comida, y mientras comían hablaban de otras cosas.
-Lo que diga probablemente no te guste o lo más seguro me odies.
-¿Qué pasa, amor? Me asustas.
-Sigo enamorada de Justin. Todo este tiempo he intentado sacarlo de mi cabeza, en serio lo he intentado, pero es imposible. Debía decírtelo, no puedo ser tan mala persona contigo, tú me das todo, eres perfecto en tu forma de ser, cualquier chica podría amarte, yo te amé y aun lo hago, pero ahora como un amigo. No puedo dejar de amar a Justin, es más fuerte que yo. Quiero pedirte perdón, perdón, perdón. Las palabras no alcanzan, pero en verdad estoy muy arrepentida. Ahí afuera de seguro hay más chicas que te merecen más que yo. Lo último que yo querría hacerte es herirte, en serio Edward. Si me odias, debo aceptarlo. No podía seguir mintiéndote, perdón. –suspiró, en verdad había hablado más rápido de lo que podía imaginar.
-____... yo... no sé qué... que decirte. –dijo con los ojos abiertos.
-Dime lo que quieras, insúltame, enójate o no sé.
-Venía venir esto, sinceramente. Cuando los vi juntos, pude notar que ambos se amaban, no puedo enojarme contigo por eso. Estás enamorada de él y yo no puedo obligarte a hacer lo contrario y estar conmigo. Yo también tuve un amor así de fuerte, hace tiempo, pero es obvio que tu a él lo amas demasiado, no? –asintió-
-Podemos ser amigos...
-Claro que sí, yo quiero ser tu amigo ____. –tomó sus manos-
-Yo también quiero eso. Tú eres una gran persona y cualquier chica sería muy afortunada de tenerte. Sé que allá afuera, hay alguien que podría amarte más que yo lo hice. En serio, me perdonas?
-Si amor, te perdono. –___ se paró y se sentó a su lado, abrazándolo.
-Eres tan bueno, tan bueno. Me odio, me odio mucho.
-¿Qué? No digas eso.
-Es que si! Te hice daño.
-No, nada que ver.
-Sí, lo hice.
-Si te digo que no, y que está todo bien, es porque es verdad. ¿Confías en mí?
-Sí, pero tu confías en mi también? Me crees que estoy muy arrepentida?
-Lo veo en tus ojos.
-Perdón.
-Deja de pedirme perdón, si? Yo te amo y siempre lo haré, seremos muy buenos amigos. Y yo solo quiero saber si estás bien, si eres feliz y si estas a salvo. Mientras estés así, yo podré saber que estas bien. –besó su mejilla- Sé que Justin te va a cuidar y que te ama mucho también. Yo puedo volver a enamorarme... además... -miró a una chica que pasaba por los pasillos del lugar- las chicas de aquí son... ¡JODER! muy sexys. –ambos rieron-
-Y estoy segura que amarán tu acento también. –rió-
-¿Me das un beso? –sonriendo, ____ besó su mejilla y luego lo abrazó-
-Te quiero, Edward.
-Yo también, ___ -Última cosa. –dijo y ella levanto su cabeza para mirarlo- Justin te llega a hacer mal así sea por una cosa diminuta y yo lo mato. -___ rió-
-Está bien, yo te aviso. –ambos rieron-................

La Estudiante de Intercambio Justin Bieber & TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora