29

2.9K 162 0
                                    

Capítulo 29. Maratón 2/3.
{____}
-Segura no quieres venir? La pasaremos genial. –dijo Edward antes de irse.
-Sí, Ed, segura. Solo no me siento bien.
-Entonces me quedo contigo.
-No, no, ve con ellos. Solo es un dolor de panza y nada más. Estaré bien.
-¿Segura?
-Sip. –sonreí y lo abracé-
-mmm... cualquier cosa me llamas, entendido?
-Entendido capitán! –reí-
-Te amo. –besó mi mejilla-
-Yo a ti. –sonreí y él salió junto a toda su familia que lo esperaban afuera.
En verdad, no me dolía la panza ni nada, pero sí que no me sentía bien. Tenía ganas de desaparecer y no volver.... Iba a prender la tv cuando tocaron el timbre.
-¿Si...? –dije abriendo y luego paré al ver a Justin.
-____. –me abrazó y entramos a la casa, cerrando la puerta detrás.
-¿Que... que haces aquí? –dije separándome de él.
-Te amo, te amo, te amo. –me volvió a abrazar- Fui un estúpido al haber dicho esas cosas. Estoy muy arrepentido, en serio.
-Perdóname tú a mí. Yo fui la que causo todo esto, es toda mi culpa. Yo soy la estúpida. ¿Sabes? Nunca llegué a olvidarte. ¿Qué me has hecho Justin Drew? Nunca he amado tanto a alguien como te amo a ti. En estos tres años no pude sacarte de mi cabeza, ni a los recuerdos, ni a tu olor, ni tu sonrisa, nada de ti se borraba. Cuando volví a Canadá quería volver a encontrarme contigo pero a la vez no. Tenía miedo de verte con tu familia, tu hijo, el que nunca tuviste y todo fue una maldita mentira. Por mi culpa te peleaste con tus verdaderos amigos, cambiaste por mi culpa, te peleaste con tu padre por mi culpa. No me alcanzan las palabras para pedirte perdón. Te he hecho mucho daño, y aunque pienses que lo he hecho a propósito, juro nunca he querido hacértelo... -no me había dado cuenta que ya estaba llorando, baje mi cabeza. Se acercó a mí, con una de sus manos me tomó por la cintura y por con la otra subió mi cabeza, limpiando mis lágrimas con su pulgar.
-¿En serio podías pensar que yo también te podría haber olvidado? ¿Dejado de amarte? –hice una mueca- Estás loca, amor.
-Tú también estás loco. –susurré-
-Estamos locos uno por el otro. –dijo y yo hice una pequeña sonrisa- Te amo más que Chaz ama el queso, más que Jazzy sus muñecas, no sé, pero te amo más que nada en el mundo. Todos los días despertaba queriéndote ver a mi lado dormir, verte suspirar, ver cuando te enojabas conmigo y me gritabas "¡DREW!" –ambos reímos- No me gusta verte sufrir, entiendes eso? Y si yo te hago sufrir, entonces mejor...
-Sh... -dije poniendo uno de mis dedos en su boca, cerrándola- No me haces sufrir, entendido? Yo te amo, si, te amo. –pasé mis manos por su cuello- No quise reemplazarte con Edward, pero en esos momentos estaba mal y no pensaba con claridad. He decidido decirle a Edward que no podemos estar juntos, que no lo amo, si, como un amigo, pero solo eso. Me aterra su reacción.
-Él te entenderá.
-No lo creo, Biebs. –dije haciendo una mueca-
-Te ayudaré a que lo entienda. –comenzó a cortar esa distancia que separaba nuestras bocas-
-No le pegarás, no?
-No, ___, claro que no. –dijo y comenzó a mirar mis labios- Joder, estás más sexy de lo normal. –reí-
-Cállate y bésame. –murmuré y por fin sucedió. Anhelaba sentir sus labios sobre los míos, nuestras lenguas unidas. Alzándome sobre él hizo que rodeara su cintura con mis piernas. Poco a poco fuimos subiendo las escaleras, llegamos a mi habitación y nos recostamos en la cama.- Jus... Justin... -dije separándolo, ya sabía dónde íbamos a terminar.
-____ te necesito. –murmuró.
-No puedo hacerle esto a Edward.
-No le haces nada. –comenzó a dejar besos en mi cuello-
-Aun somos... somos novios.
-Mañana ya no lo serán.
-Pero ahora sí.
-¿Me dejarás hacerte el amor de una puta vez o hablamos de Edward? –se separó de mí y me miró- ____ no estás siendo ni puta ni otra cosa, si ese es tu problema. –hice una mueca- Mierda, no cambias más. ¿Cómo puedes ser tan... tan buena?
-¿Buena?
-Sí, o sea, no quieres acostarte conmigo porque aun sigues con Edward. Es ridículo. –reí-
-Sabes que lo que más deseo es que me hagas tuya, pero la idea de hacerle esto a Edward me carcome la cabeza.
-Te he dicho que no le estás haciendo nada malo. ¿Acaso ya han tenido sexo y por eso no quieres conmigo?
-¡QUE DICES! –le pegué en la cabeza suavemente- No me acuesto con cualquiera y lo sabes.
-Bueno, que sabía. –levantó los hombros- Linda charla, ¿traigo café? –ironizó-
-Te amo, lo sabías? –besé sus labios-
-Ahora lo sé. –comenzó a besarme de nuevo y esta vez, no lo detuve...

(...)

-CARAJOS. –desperté rápido al escuchar ruidos abajo- Son ellos, son ellos. Mierda, mierda. –moví a Justin quien descansaba a mi lado- Justin... -miré el reloj y eran las 2.30 de la mañana- Despierta, han llegado, despierta.
-¿Qu.. qué pasa? –abrió uno de sus ojos- Wao... hacía mucho no despertaba a tu lado. –me abrazó- amo esto.
-Sí, yo también, pero ahora no hay tiempo. Debes irte. –le susurré mirando la puerta-
-¿Ahora?
-Sí, ¡ya! –bufó. Se levantó de la cama, buscó su ropa, se la puso, besó mis labios y antes de salir por la ventana lo detuve llamándolo- mándame un mensaje cuando llegues a casa. –me guiñó un ojo y salió por la ventana. Rápidamente, busqué mi pijama, acomodé un poco la habitación y volví a acostarme con una sonrisa boba que aún no lograba borrar. Los recuerdos de la noche anterior venían en mi cabeza y no querían irse. Lo había hecho, había hecho el amor con Justin. Pero ahora que podíamos estar juntos, debía terminar todo con Edward.
-____, estás despierta? –susurró Edward entrando a la habitación.
-¿Edward? –dije tratando de parecer haber estado durmiendo.
-¿Te he despertado? –se sentó a mi lado y prendió la luz de la mesita.
-No, no. –sonreí- ¿Cómo les fue?
-Bien... pero te extrañé mucho. –me abrazó.
Me sentía peor que la mierda. No puedo estar haciéndole esto, yo lo amo, pero como un amigo y no quiero que salga lastimado. Mientras él me extrañaba con su familia, yo estaba con Justin.
-¿Estás bien? –se separó de mi-
-Sí... yo... yo también te extrañé. Pero... debo decirte algo.
-¿Estás embarazada? –abrió los ojos y yo reí.
-No tonto. –le pegué en el hombro- Es algo que debo decirte y es urgente.
-Pues dímelo ahora. –sonrió-
-No, mejor mañana, si?
-mmm... está bien. –sonrió- Ya vuelvo. –fue a su habitación y a los minutos volvió con su pijama puesto, se acostó a mi lado y me rodeo con sus brazos.
Estaba decidida, iba a decirle todo, no podía seguir con esto.

La Estudiante de Intercambio Justin Bieber & TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora