Después de la desaparición de John B y Sarah, los chicos se encuentran con una chica bastante peculiar, Claire Madison, prima de Sarah Cameron. Claire les ayudará a encontrarlos.
Pero no es todo, ya que de ser una Pogues desde nacimiento, se enamora...
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POV CLAIRE:
Una alianza con el enemigo... Raro, ¿no? Eso es lo que ocurre ahora, un Kook pasa a ser... ¿Quién? Bueno, es lo que paso...
El avión aterrizó con un ligero temblor, y mi corazón latía con fuerza en mi pecho. La emoción y la tensión se mezclaban en el aire, y mientras los demás comenzaban a bajar, sentí la necesidad de estar alerta. No podía dejar que el miedo me dominará, pero la situación se tornaba cada vez más compleja.
— ¿Es esto realmente seguro? — murmuré a JJ, que estaba a mi lado, su mirada fija en el exterior.
— No lo sé. Pero tenemos que confiar en que Alison nos llevará a un lugar seguro. — respondió, aunque su tono no transmitía mucha seguridad.
Bajamos del avión, y el calor del sol caía sobre nosotros como un peso. La vista del puerto no era el tipo de paisaje que esperaba; había algo inquietante en el ambiente. La policía, armada y alerta, patrullaba la zona, y eso me puso aún más nerviosa.
— ¿Qué hacemos ahora? — preguntó Kie, con una mezcla de ansiedad y curiosidad en su voz.
— Primero, mantengamos la calma. — dijo John B, su mirada fija en el jeep negro donde Rafe estaba parado. — Necesitamos averiguar qué quiere.
— ¿Y si estamos caminando directamente a una trampa? — pregunté, sintiendo que la incertidumbre se acumulaba en mi estómago.
— Si es una trampa, tenemos que estar listos para salir corriendo — respondió Pope, su tono decidido. Mientras hablábamos, vi cómo Rafe bajaba del jeep con una sonrisa que no prometía nada bueno.
— Mirad, ahí viene — dijo JJ, su voz un susurro. Rafe se acercó, su mirada examinando a cada uno de nosotros.
— Bueno, bueno, mirad a quién tenemos aquí. Los Pogues en persona. — dijo, su tono burlón. — ¿Están listos? — John B dio un paso al frente, manteniendo la mirada fija en él.
— ¿Qué quieres, Rafe? — preguntó, su voz firme, aunque podía notar la tensión en su cuerpo.
— Simplemente quiero asegurarme de que están a salvo. — Rafe sonrió, pero había algo en su mirada que me hizo dudar. — He estado esperando este reencuentro.
— No es momento para discutir. — Rafe levantó la mano, haciendo un gesto a sus hombres. — Primero, tienen que venir conmigo.
— No vamos a ir a ningún lado hasta que sepamos qué está pasando. — dije, sintiendo que la rabia comenzaba a burbujear dentro de mí. Rafe se rió entre dientes, disfrutando de nuestra resistencia.
— Muy bien, muy bien. Tienen agallas, y eso me gusta. — dijo, mirando a John B y a mí. — Pero no tienen opción. Vengan, y les prometo que no les pasará nada. — Mis instintos me decían que esto era un error. Pero ver a John B, Pope y Kie, con sus miradas decididas, me hizo sentir que no podía dar marcha atrás.
