Un cuerpo tendido sobre el suelo, rodeado de gente en el vestíbulo, era lo primero que Linka vio al salir corriendo de la habitación. Su corazón, que ya latía rápido debido al encuentro con Ron, ahora palpitaba desbocado. Ron estaba inclinado sobre el paciente, un joven que seguramente no superaba los 20 años.
— ¿Cómo se llama? — preguntó Ron dirigiéndose a la joven de aspecto huesudo que lo acompañaba.
— Ray —sollozó ella—. ¿Se pondrá bien?
Ron la ignoro, poniendo toda su atención en el cuerpo de Ray, que yacía inmóvil en el suelo. Linka se agachó rápidamente junto a Ron, sintiendo cómo el aire del hospital se volvía denso, cargado de urgencia.
— No respira.
Alguien le dio por encima del hombro un respirador manual y él lo colocó sobre la boca y la nariz del joven, a la vez que apretaba la bolsa para darle aire. Linka desabrocho la camisa del joven a la vez que tiraba de las palas del desfibrilador externo automático.
— Dime que tenemos un carro de paro — preguntó con urgencia.
Linka negó con la cabeza, y después señaló una caja roja.
— ¿Cómo voy a saber su ritmo cardíaco o qué medicamentos administrarle? ¿Tenemos equipos para intubar? —protestó Ron.
Linka no sabía como responderle en ese momento. El hospital, al ser más pequeño y con menos recursos, no siempre contaba con todo el equipo necesario para emergencias críticas. El caos del momento aumentaba la tensión, pero Linka sabía que no podían perder tiempo.
— Aquí tenemos un desfibrilador externo automático para administrar una descarga si es necesario, y la ambulancia está de camino. Podemos traer el monitor grande de la sala de cardiología y montarlo aquí, pero... — Linka se detuvo al ver como su cuñada se acercaba rápidamente con un equipo de camilleros.
Edith entró rápidamente en la escena, su rostro calmado pero resuelto. Se inclinó junto a Linka y Ron, observando el estado de Ray, el joven que yacía inmóvil.
— ¡Ya basta de titubear! —interrumpió Edith al llegar con el equipo de camilleros. Con una mirada decidida, se inclinó sobre el paciente, tomando control de la situación—. Su pulso es débil pero aún está ahí. Necesitamos estabilizarlo de inmediato —dijo Edith con autoridad, mientras sacaba una jeringa con adrenalina y la inyectaba en el brazo del joven Ray.
Linka y Ron se apartaron ligeramente, dándole espacio a Edith y a los camilleros para que prepararan al paciente para ser trasladado. El tiempo parecía haberse ralentizado mientras todos trabajaban a contrarreloj. El sonido del respirador manual llenaba el aire, mezclándose con las indicaciones rápidas y precisas de Edith.
— Preparen el oxígeno —ordenó Edith—. Tenemos que trasladarlo inmediatamente a Detroit.
Linka sintió una mezcla de adrenalina y miedo mientras observaba la escena desarrollarse frente a ella. La habilidad de Edith para tomar el control la impresionó, y aunque la urgencia del momento la llenaba de pánico, sabía que tenían que actuar rápidamente.
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The Loud House - Un Pasado Compartido. [Roninka]
FanfictionTras volver a Royal Woods, Ron Santiago recordó los mejores y los peores momentos de su vida. Allí había sido donde había saboreado por primera vez la dulzura del amor y la amargura de perder a alguien... Diez años antes, Linka Loud había creído que...