Gracias a su mejor amigo, Wonwoo conoce a un chico llamado Mingyu, el cual le hace ver la realidad de lo que significa la palabra "die for me", aunque esta no sea para nada buena y traiga severas consecuencias en la vida de Wonwoo.
💜PRIMERA PARTE💜...
Mingyu aun seguía procesando todo lo que acababa de pasar en tan poco tiempo, no sabía si salir corriendo y detener a Wonwoo con la excusa más vaga posible, entrar en crisis, llamar a Danielle o correr hacia Jungkook y contarle todo... Definitivamente esa era la opción correcta. Mingyu salió del baño lo más rápido que pudo, casi se fue de boca bajando las escaleras, pero no le dio importancia. Llegó al rincón donde se reunían todos a la hora del break, para su suerte, Jungkook seguía ahí, estaba parado recostado del árbol viendo el celular. Rápidamente, Mingyu corrió hacia él y le quitó el celular para que le prestara atención.
—¿Qué caraj-
—Tenemos que hablar. —Dijo llevándose del brazo a Jungkook a un lugar apartado.—
Ambos se alejaron del grupito, lo suficiente como para no ser escuchados y poder hablar tranquilamente.
—Mingyu... ¿QUé carajos te pasa?
—Jungkook, la cagué, la cagué horrible. —Dijo mientras que se ponía las manos en la cabeza y caminaba de lado a lado.—
—Ya va, espérate. Primero, cálmate, así no voy a entender.
—No sé como CARAJOS Jennie es amiga de Danielle.
—¿Jennie?
—Kim Jennie, la que estudia con Wonwoo.
—Ahhhh, ajá.
—La loca es amiga de Danielle, la va a pasar buscando al aeropuerto ahorita con Taehyung, Wonwoo y Felix... ¡CON WONWOO!
—Ay, mierda... —Dijo poniéndose la mano en la boca.— ¿Ves por qué tienes que hacerme caso a lo que te digo?
—Ay, Dios... cállate. —Dijo caminando de lado a lado.—
—¿Qué vas a hacer?
—¡NO SÉ!
—Mmmm, tengo una idea, pero no sé si quieras acceder a ella...
—Dime, ya.
—Dile a Danielle que no pudiste ir a buscarla, que tendrá que irse sola a tu casa pero que le vas a pagar taxi y todo eso, de manera de que luego crea que la sorpresa de que Jennie fue a buscarla la hayas organizado tú.
—Hmmmm... No lo sé...
—Es eso o que le digas la verdad a ambos.
—Jódete, ya la voy a llamar.
Mingyu intentaba llamarla, pero no podía, la chica venía en pleno vuelo.
—¡MALDITA SEA!
—Cálmate, lo vamos a resolver...
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Diez y treinta y cinco de la mañana, los cuatro chicos estaban esperando detrás que aquella puerta de cristal corrediza que saliera la muy nombrada Danielle. No debería tardar, el vuelo estaba próximo a aterrizar.
