Capítulo 06

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Yoongi


Jimin prácticamente subió brincando las escaleras de camino a su habitación, probablemente para hablar con sus amiguitos sobre cada detalle aburrido de su beso.

Mi pulso se aceleró al pensar en el momento en que los encontré. Ver los labios de Namjoon fusionados con los de Jimin... Había querido matarlo de la manera más cruel posible. Ya me había imaginado llamando a Jin y haciendo una escapada de fin de semana para el desmembramiento de Namjoon. No era digno de él. Un hombre debe ser capaz de defender a su pareja. Namjoon ni siquiera podía defenderse de un niño de jardín de infantes.

Le había dicho a Jimin que quería proteger su virtud... lo cual era una verdad a medias. Quería proteger su virtud de Namjoon y de todos los demás para poder destruirla yo mismo. Mierda. Durante unos meses las cosas habían ido cuesta abajo. Mi mente no podía dejar de ver a Jimin como el hombre que era. Un chico jodidamente hermoso y muy tentador que usaba sus activos de todas las maneras correctas. Y maldita sea, él lo sabía.

Era un hombre muerto caminando.

-Yoongi -la voz tajante de Dokwon me sacó de mis pensamientos inapropiados sobre su hijo. Me volví hacia el sonido. Se hallaba de pie frente a su oficina al final del pasillo con una mirada que sugería que había leído mi mente. Por supuesto que, sabía que no era por eso que su expresión no presagiaba nada bueno.

Caminé hacia él con una expresión neutral.

-Me gustaría hablar contigo en mi oficina -dijo con voz tensa.

-Por supuesto. -Entré a la oficina, tomé asiento frente al escritorio y esperé en tanto se movía detrás del escritorio, pero no se sentó. Me miró fijamente.

-El senador Kim me llamó.

-Namjoon es un jodido soplón.

Dokwon entrecerró los ojos.

-¿Supongo que es cierto que golpeaste a uno de los guardaespaldas de Namjoon y amenazaste al chico?

-El chico tenía la lengua en la boca de Jimin. Tiene suerte de que no la corté.

Sus ojos brillaron con sorpresa, y luego con furia antes de que su máscara volviera a colocarse en su lugar. Miró hacia la ventana, obviamente intentando recomponerse. Solo podía imaginar lo que le hizo descubrir que Namjoon tuvo sus garras sobre Jimin.

-Jimin y Namjoon están comprometidos.

-Eso no le da derecho a tocarlo.

-En efecto.

-Estas personas no comparten nuestros valores. No tienen ningún honor. Podría tomar la virtud de Jimin y luego decidir no casarse con él.

Mierda, escúchame hablar de la virtud como si tuviera la menor idea de lo que era. Jimin tenía razón. La virtud y yo éramos unos completos extraños.

-Me encargaré de los Kim, y tú contrólate alrededor de ellos, especialmente alrededor del chico. No quiero otra discusión con Kim YoungJu.
Me pidió que te castigara severamente por la transgresión, y te quitara el puesto de guardaespaldas de Jimin.

Si Kim fuera un mafioso, podría haberle pedido a Dokwon que me quitara como guardaespaldas.
Después de todo, Jimin sería familia.

-¿Estuviste de acuerdo?

-No. Él no entiende nuestras reglas, y no dejaré que intente estipular ningún tipo de reglas él mismo.

Asentí. Mucha gente en la Organización estaba preocupada de que una unión con los Kim diluyera nuestras tradiciones y, en última instancia, supusiera un mayor riesgo para la Organización que un beneficio. Mi principal preocupación con la unión era que Jimin se merecía algo mejor.

The price of redemption Donde viven las historias. Descúbrelo ahora