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Seungcheol da dos pasos hacia atrás y admira su obra. Joshua está completamente desnudo a excepción de la jaula. La puerta se siente fría en su espalda. Y se arquea hacia adelante para alejarse de ella, la bufanda se tensa más.

—Esto te queda bien —reflexiona Cheol. Desabrocha uno de sus puños y calmadamente lo enrolla hasta su antebrazo, y luego se pasa al otro—. Tal vez te voy a dejar así.

Joshua jala sus ataduras otra vez, pero lo único que provoca es hacer que nudo se vuelva más apretado, como un atrapa dedos chino que se vuelve más apretado entre más luches. Puede sentir como se endurece dentro del aparato, pero está igual de atrapado allí así como en lo demás.

Seungcheol se abre el botón superior de su camisa. Luego otro. Joshua puede ver el destello de la cadena en la apertura de su camisa. Seungcheol la saca lentamente y deja que la llave descanse sobre su pecho, justo al lado de su corazón. Joshua se inclina hacia delante por la vista, en un intento inconsciente de acercarse a ella. La bufanda corta sus muñecas como advertencia.

Seungcheol se dirige a la mesita de noche. Joshua sabe qué es lo que está buscando incluso antes de que Seungcheol abra el cajón. Seungcheol está de espaldas hacia él, pero Joshua todavía puede ver el movimiento de sus brazos, el desplazamiento de sus músculos debajo de su camisa mientras se prepara. El sonido del cuero siendo estirado y probado se traslada a los oídos de Joshua, y después Seungcheol se vuelve a girar.

Una mano se desliza entre las piernas de Joshua y lo toman través de la jaula.

—Te iba a quitar esto cuando llegáramos a casa —dice Seungcheol—. Pero ahora no creo que lo haga. —Seungcheol jala el aparato, sólo un suave tirón hacia adelante, y Joshua grita, poniéndose increíblemente duro en sus confines, tan duro como la jaula se lo permite—. Por mí, puedes quedarte encerrado allí para siempre. —Su mano se desliza más hacia atrás y frota alrededor del orificio de Joshua—. Todo lo que necesito es esto de aquí.

Joshua se escapa de su toque, con un movimiento brusco que lanza sus caderas lejos de la puerta y las vuelve a golpear de nuevo contra ella. Sin previo aviso, su cabello es jalado bruscamente a la derecha.

—Te voy a follar mientras lo usas —determina Seungcheol, grave donde su voz fue una vez suave—. Te voy a follar una y otra vez hasta que tu cuerpo no aguante más. Y nunca te voy a dejar correrte.

Joshua hunde sus dientes en su labio para no dejar que su gemido se le escape. Se inclina más hacia el agarre de Seungcheol para aflojar el tirón de su pelo.

Entonces Seungcheol lo libera. Su cuerpo una montaña inamovible en un momento, y al siguiente ha desaparecido por completo. Joshua contiene la respiración, esforzándose para escuchar lo que está sucediendo a su alrededor.

Escucha los suaves pasos de Seungcheol contra la alfombra y un ligero rebusque en un cajón. Tiembla ante la idea de lo que Seungcheol podría sacar de él. Siente más de lo que escucha cuando Seungcheol regresa hacia él, como algo en el aire que pica su piel y le deja saber lo cerca que está Seungcheol.

Joshua espera por lo que va a suceder con gran expectación. Lo primero que siente es el toque de un guante, el suave cuero se desliza arriba y debajo de sus costillas. Encuentra su pezón y se queda allí, frotándolo hasta que se convierte en un botón. Y luego siente la boca de Seungcheol. El calor de ella lo sorprende, la lengua de Seungcheol se resbala sobre uno de sus bultitos antes de succionarlo entre sus dientes. El corazón de Joshua se golpea contra la boca de Seungcheol.

Lo siguiente que siente es algún tipo de objeto, suave y frío al tacto. Se desliza por un lado de su garganta y en la curva de su hombro. Joshua salta cuando empieza a vibrar.

—Te traje algo —murmura Seungcheol.

Seungcheol lo desliza sobre la piel de Joshua, apagándolo y encendiéndolo en intervalos aleatorios para que Joshua nunca sepa qué esperar. Lo arrastra hacia la línea de su esternón y vibra en el pliegue de su cadera. De repente su jaula se siente caliente y pegajosa, una mancha de pre semen se escapa de ella.

Hay una suavidad en la caricia del vibrador, como una especie de cadencia lenta que adormece a Joshua en una cálida sensación de seguridad, y luego Seungcheol patea sus piernas para separarlas.

Joshua se tambalea por el movimiento brusco, cayéndose hacia adelante hasta que sus ataduras lo atrapan y lo regresan hacia atrás. Recupera su equilibrio en esta nueva posición, con las piernas abiertas, y luego el vibrador se desliza entre ellas. Masajeando sus testículos, y la piel detrás de ellos.

Joshua se tensa cuando se empuja contra su agujero, seco e imponente. Seungcheol lo mete, sólo la punta, lo suficiente para que Joshua sienta el estiramiento, lo suficiente para que chille por el ardor.

—¿Te gusta eso? —aspira Seungcheol. Su voz se acerca ligeramente hacia la izquierda de Joshua. Joshua se aprieta lo suficientemente fuerte como para sacarse el vibrador. Seungcheol se ríe. —Vas a estar tan apretado, puedo notarlo desde ya.

Joshua aspira una bocanada de aire ante eso, su cuerpo se deja caer contra la puerta. Todo lo que puede ver es negro, pero puede imaginar mucho más, el corte de la mandíbula de Seungcheol, el calor en sus ojos, la ligera separación de sus labios. Joshua imagina todo ello mientras el sonido de la voz de Seungcheol canta en sus orejas.

La vibración se detiene. El vibrador se aparta y lo mismo ocurre con Seungcheol, y cuando se vuelve a inclinar hacia adelante, jala una de las piernas de Joshua hacia arriba, desliza su brazo debajo de ella y la deja colgada sobre el gancho de su codo. Eso abre a Joshua, transformándolo de vulnerable a indefenso. Joshua parpadea detrás de la venda, ve negro cuando cierra los ojos y vuelve a ver negro cuando los abre.

Cuando el vibrador lo toca de nuevo, está resbaladizo. Deja un rastro pegajoso a lo largo del interior de su muslo mientras Seungcheol lo arrastra hacia su destino. Joshua ya está desesperado por ello. Hay algo sobre tener su pene encerrado gue lo vuelve más ansioso por ser follado. Sin el uso de su pene, la única forma de que encuentre su liberación es que Seungcheol lo folle.

El consolador es silencioso mientras se burla de camino a su interior, suave y silencioso mientras se desliza dentro y fuera de él. Es grueso, tan jodidamente grueso, y Joshua tiene que tomar dos respiraciones profundas, tranquilizando sus respiraciones para relajarse lo suficiente como para tomarlo. Se desliza nuevamente en su interior, y el ángulo dentro de él se mueve, y entonces el interruptor está accionado.

Joshua siente espasmos por el pulso repentino contra su próstata. Seungcheol lo frota allí despreocupadamente.

—¿Se siente bien? —pregunta, moviendo lentamente el vibrador dentro y fuera de él. La pierna colgada de Joshua tiembla y se estremece. Asiente con la cabeza—. Bien —dice Seungcheol, y comienza a empujar más rápido.

Seungcheol lo folla con el juguete. Se sumerge en él una y otra vez. Joshua puede escuchar el sonido húmedo que hace, el sonido de sus propias respiraciones, el murmullo de satisfacción que hace Seungcheol contra el oído de Joshua. Puede escuchar su sangre corriendo bajo su piel.

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⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

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