La vida es un enigma que se desvela a través de las contradicciones del alma.
~Friedrich Nietzsche
Dong-Wook
Ver a mis hermanos felices no tenía explicación; ellos habían sufrido mucho desde la infancia. Tan fácil que nos llaman la familia perfecta, pero nadie sabe qué hay detrás de la la cascada si no cruza. Una lágrima rueda por mi mejilla; todavía me afecta, pero no hay que llorar. Lo comprendí hace mucho tiempo y, además, un guapo con los ojos hinchados no va de la mano.
Estar en el hospital nunca me ha gustado; ver a las personas quejarse y morir no es muy bonito, que digamos. Andar deambular por los pasillos me aburre; siempre voy a preferir estar en una habitación, la soledad es lo único que me transmite paz aunque demuestre la contrario...
—Hasta que al fin te apareces,no sé para qué llamas, si no vas a estar.—Una voz se escucha apenas abro la puerta de la habitación.
Y pensar que decía tener paz. ¡Dios! Esta mujer no pudo matarme en el mismísimo infierno, y ahora viene a interrumpir mi momento reflexivo.
—¿No te han dicho que es mala educación entrar a sitios donde no te invitan?—le pregunto mientras entro .
Saja me mira de arriba hacia abajo.
—Últimamente estás a la defensiva. Por eso me gusta más Hyun; parece un perrito faldero. Medio lo volteas a ver y ya te anda meneando la cola.
¿Qué se cree para hablar así de mi hermano?
—Soy la dueña de sus vidas.
—Pero, ¿qué carajos? ¿Qué haces aquí? Vete, déjame dormir, Saja.
Me siento en la camilla, esperando que se tome mis palabras en serio y me deje solo, pero solo se dio la media vuelta sin decir una palabra y se acercó a la ventana. Está un poco distraída hoy.
Mientras me perdía en mis pensamientos, como siempre, su voz me interrumpió.
—Oye, ¿no crees que ella es extraña?
No me esperaba esa pregunta. ¿De quién habla?
—¿Ella quién?
—Eu... Olvídalo.
Su respuesta me dejó confundido. Intento levantarme para ver a quién está mirando, pero sus palabras vuelven a interrumpir mis acciones.
—Estoy aquí por otra cosa, no para meterme en la vida de los humanos.
—¿A qué viniste, Saja, y por qué dices que te llame?
—Vine a darte o darles unas pequeñas órdenes.
—¿Viniste a darme órdenes a mí?
—Sí, Wook.
—Un Kim no sigue órdenes, un Kim las da.
—Un Kim no debe favores, pero ustedes me deben la vida, recuérdalo, Wook.
—Estás un poco obsesionada con ese tema, ¿verdad? ¿Por qué viniste a mí? Deberías haber ido con Min-Jun; él te tiene más paciencia.
—Te necesito a ti.
Su respuesta me erizó la piel.
—¿A mí? —le pregunté con curiosidad.
—Sí. —Lo dijo en un susurro, pero no bonito, sino de esos que te hacen querer salir corriendo.
—Dong-Wook, los dos sabemos que no eres el niño perfecto que todos creen.
—Cállate.—Le dije apartando la mirada.
Una risita silenciosa se le escapa. ¿Qué hice yo para encontrarme con una mujer tan descarada? Retira su mirada de la ventana y la fija en mí, con esa mirada que transmite de todo menos miedo. Comienza a acercarse muy lentamente.
—No te acerques, Saja.
—¿Tienes miedo, Wook?
—Quédate donde estás.
—¿Qué pasa si no quiero, Wook?
Agarré lo primero que vi y la apunté.
—No te acerques, no voy a dudar en usarlo, Saja.
Se escuchó su risa por toda la habitación.
—Jajaja, ternurita, ¿piensas matarme con uno de tus peines?
Ahí fue cuando caí en cuenta de lo estúpido que me veía. Ella apartó mi peine sin ningún esfuerzo.
—¿No te han dicho lo sexy que te ves asustado, Dong-Wook?
Ella cada vez estaba más cerca de mí.
—No te acerques, Saja.
En ese momento, no sabía si quería que se acercara o se alejara. ¿Qué tiene esta mujer?
—Sabes...
Lo dijo tan cerca de mi oído que tuve que dejar de respirar para organizar mis pensamientos. ¿En qué momento se acercó tanto?
—Dong-Wook.
—¿Qué? —le respondí con la voz entrecortada.
—¿Qué pasa si te beso?
Su pregunta hizo que mi corazón se acelerara, como un adolescente.
—Bésame y lo sabrás —le respondí, cerrando los ojos por impulso, pero sus palabras me cayeron como un balde de agua fría.
—Eres solo un niño, no voy a perder mi tiempo contigo.
Vi cómo se alejaba, y en su mano apareció un papel con las siglas SGJ. Mi cuerpo todavía no salía del trance que había pasado hace minutos. ¿Por qué reaccioné así ante ella? ¿Qué tiene ella? Esa pregunta no dejaba de pasar por mi conciencia.
—Puedes dejar de pensar un momento, me tienes harta.
—¿Qué?
—Niño, puedo escuchar todo lo que piensas.
—¿Desde cuándo?
—Desde que dijiste que le gustaba a Hyun. Pobre de mi hermano, si se entera no saldrá en una semana.
—Solo te diré que estamos conectados por esas marcas que tienen en las manos, que por lo visto no se han dado cuenta.
Rápidamente vi mis manos y en una de ellas estaba la letra S, como si fuese una marca de nacimiento.
—¿S?—le pregunté con curiosidad.
—SGJ. Cada letra tiene su significado, pero no tengo tiempo para dar explicaciones. Solo vine a entregarles esto.
Me extiende el papel de hace un momento.
—¿Qué es esto? —lo observo; parece un papel insignificante.
—Lo único que los puede ayudar a liberarse de mí...
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Los Hermanos Kim: Almas en deuda
Mystery / ThrillerEn un fatídico accidente de tránsito,las almas de los hermanos Kim, quedan atrapadas en el submundo donde no hay registros de su llegada. Ante la desesperación, la enigmática mensajera de las almas les ofrece una segunda oportunidad: volver a su vid...