EL LLAMADO

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Tengo la teoría de que cuando uno llora, nunca llora por lo que llora, sino por todas las cosas que no lloró en su debido momento.
~ Mario Benedetti.

Lo único que les envidio a ustedes, los mortales, son sus amaneceres, ver el despertar de un nuevo día lleno de inocencia, inocencia que se pierde con el andar de las horas.

Cuando los chicos mencionaron las palabras "salir" y "temprano" juntas, no me imaginé que se lo tomarían en serio.
La carretera continúa aferrada a la visita de las luces que amenazan con abandonarla.

¿Cómo llegué al auto? No lo recuerdo, quizás alguno de los chicos me invocó y yo no soy quien para irme.

Todo está en silencio.

Min-Jun va al volante, Hyun parece estar perdido en sus pensamientos, y Wook simplemente está durmiendo a mi lado.
El auto se ve algo delicado y muy costoso; oí decir a Hyun que es un Audi de edición limitada. Me sorprendió ver a Min conducir, pensé que no se atrevería a tocar un carro por el resto de su vida. Veo que me equivoqué.

—Saja.—La voz de Hyun se escucha lejana; apenas me doy cuenta de que hablaba conmigo, pensé que se habían olvidado de mi existencia.

—Dime. —Mi voz se escucha más serena de lo normal; eso me sorprende.

—¿Dónde está Junho? Pensé que nos acompañaría. —Hyun tenía razón; Junho tenía que estar con nosotros.

—Me dijo que tenía trabajo, que más tarde nos alcanzaba. —Le di una respuesta al azar.

—¿No has notado algo extraño últimamente en él? —Dice un Wook algo dormido.

—¿En Junho? Deja de estar diciendo cosas sin sentido, Wook.

Min-Jun nos mira a través del espejo, pero no dice nada; Wook vuelve a dormirse.

—¿Min-Jun, puedo poner algo de música? —Hyun suena algo aburrido.

—La única canción que tengo es Dynamite. —Responde Min sin quitar sus ojos de la carretera.

¿Min-Jun era fan de BTS? las Armys estarían muy orgullosas de él si se enteraran.
La música invade cada rincón del auto; siento cómo Wook se retuerce a mi lado; ni durmiendo se está tranquilo.

Vuelvo mi vista a la ventana, recostando mi frente del marco.
De momento las voces de los chicos se escucha, cantan el coro de la canción; se ven muy animados. Nunca los había visto así; parecen personas diferentes, cambian de humor rápido.

—Oye, Saja, ¿crees que Sangyong sabe algo de nosotros?—Murmura Wook para nosotros dos, o eso creo.

—Lo más probable es que sí; alguien se encargó de correr la voz en el submundo.—Le digo en el mismo tono.

—¿Quién?—La pregunta de Min hace presencia; pensé que solo estábamos hablando Wook y yo, pero ya veo que la palabra "privacidad" no existe para los Kim.

—Uno de los siete pecados capitales, Avaricia se llama; siempre anda metido donde no lo llaman.

Los tres hermanos intercambiaron miradas poco descifrables; lástima que no puedo leer sus mentes en este momento.
Todo volvió a estar  silencio.

El camino a Jongno-gu se ha hecho algo extenso; cierro mis ojos por un instante.

—Llegamos.—Las palabras de Min-Jun llegan como música a nuestros oídos.
Min estaciona el auto y todos bajamos, excepto Wook, que se hacía el dormido.

—Este pueblo se ve  algo solitario.—Dice Hyun mientras se desabotona la camisa.

—Quizás hay alguna festividad o reunión secreta.—Comenta Min mientras observa  con cuidado su alrededor.

—Quizás.—Respondo mientras me recuesto del auto.
El pueblo de Jongno-gu era conocido por sus palacios y tradiciones; siempre estaba lleno de turistas, pero hoy no había nadie.
Los chicos están tratando de escoger el camino que vamos a recorrer primero; Min sostiene el papel del acertijo y Hyun solo lo observa.

—Saja. —Escucho mi nombre de repente; volteo, pero no hay nadie. Miro a los chicos, pero están concentrados en el papel.

—Saja. —Vuelven a decir, pero esta vez con algo de angustia.

Me separo del auto y voy a abrir la puerta para ver si no es Wook con uno de sus juegos. Cuando observo, una niña estaba parada en el medio de la carretera; parecía estar observándome. Tenía el cabello largo, no traía zapatos y su hanbock estaba rasgado; parecía haberse escapado de algún lugar.
Deja de observarme, voltea lentamente sus ojos y los fija en el lugar donde se encontraban parados los chicos. Una sonrisa se asoma de sus labios.

—¡Saja! —Dicen nuevamente, pero esta vez la voz es familiar; era la voz de... ¿Hyun? El cuerpo se me congela; no sé en qué momento la niña desapareció. Vuelvo a mirar para ver qué quiere Hyun, pero ya no está.
Ellos no están.
El miedo se apodera de mi cuerpo.
Paso mi vista desesperadamente por todo el lugar y no están; siento cómo un nudo se forma en mi garganta.
Con manos temblorosas abro la puerta del auto con la esperanza de que estén, pero esta se desvanece...

Está vacío.

Mis rodillas fallan, haciendome caer al suelo,el mundo a mi alrededor parece extraño, esto no está pasando,no puede ser verdad.

Una risa se escucha pero no hay  nadie.

Sangyong es lo único que mi mente grita.

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⏰ Última actualización: Oct 12 ⏰

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Los Hermanos  Kim: Almas en deudaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora