CAPÍTULO 18. Sorpresa 1.

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POV: VALERY.

Ya tengo mi bolso de mano listo, hoy me voy de viaje con los trillizos, me quieren dar una sorpresa que según ellos me va a gustar, me quieren conocer y yo a ellos y por esa simple razón acepté y porque quería pasar tiempo con ellos.

No puedo decir que todo es color de rosa, hubo un problema, pero ya lo solucione, mi padre reaccionó... Eh no tan bien, cuando le dije que hiba a pasar un día entero con los trillizos y futuros alphas.

Al principio estaba que botaba chispa por sus oídos y fosas nasales.
Mi madre me ayudó y un montón.

DIA ANTES.

Me senté en el sillón al lado de mamá y al frente del señor que le tengo que decir mis planes para mañana.

Me acomodo en mi puesto y carraspeó mi garganta, aún así nadie me ve, mi madre está leyendo una revista y mi padre observa un periódico.

— Padre, madre, les tengo que decir algo.

Veo como ambos levantan la cabeza mi madre frunce sus cejas y la cara de mi padre es un poema, sus ojos se abren como platos y su piel pierde un poco de color.
Esas palabras las he leído y mayormente se dicen cuando pasa algo malo o la protagonista del libro queda embarazada y les tiene que contar a sus padres.

— ¿Qué pasó?— pregunta mi padre mientras que mi madre se acomoda en su asiento.

— Mañana voy a salir— veo como se relaja y suelta un suspiro — con los trillizos alphas...

— ¿Qué? ¿Por qué con ellos?, ¿Ya decidiste que los vas a aceptar? O ¿ellos te obligaron?. Si es así, voy de inmediato a romperle la cara a esos malditos hijos de...

Lo corto antes de que termine su palabrota.

— No padre, no me obligaron, yo acepté por voluntad propia. Me van a dar una sorpresa y ellos quieren conocerme y yo a ellos, ya les di una oportunidad.

— ¿Oportunidad de qué?—pregunta mi padre, en cambio mi madre se mantiene en silencio.

Veo como si cara se va tornando sería al pensar cosas que creo que no van a pasar

— para que me demuestren que pueden cambiar.— mira a mí madre— además no va a pasar nada malo.

Mi madre asiente con la cabeza, veo como mi padre abre y cierra la boca por mi madre que toma la palabra tranquila y segura de sus palabras.

— Hija, te vamos a dejar ir, pero promete que no va a pasar mada mas que conocerse, no quiero que pierdas tu esencia y luego ellos te dejen.

— prometo.— digo rápidamente. Mis padres se miran entre ellos y asienten.

PRESENTE.

Luego aliste un bolso pequeño que es de mano, guarde una crema un vestido de baño, unas bragas y mi teléfono, porque mujer precavida vale por dos.

— Hija, ya vinieron por ti y recuerda lo que hablamos ayer.— dice mi madre que está parada en la puerta de mi habitación con un vestido rosa que le llega hasta abajo de las rodillas.

— Si, lo recuerdo— me levanto y le doy un fuerte abrazo salgo de la habitación y bajos las escaleras hasta llegar a la puerta de la salida antes de salí grito— Chao madre.

Veo que hay un coche negro afuera, las puertas de vehículo se habrán y por ellas salen Samael, Benjamín y Jackson. Camino hacia ellos y me recibe con un abrazo cada uno Jackson es el que más tiempo demoró.

LAZOS DE LUNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora