Caballero cantor

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ᵖᵃᵖᵃ́?

Querido caballero,
caballero cantor
de armadura de oro y espada que absorbe fulgor.
No recuerdo la última vez que pude verlo,
ni siquiera necesito dedos para contar las veces que lo he hecho,
pues su recuerdo es una sombra que me atormenta todas las noches.
La luna es testigo de aquellas noches oscuras,
mis lágrimas en la almohada me acompañan en las penumbras,
y constantes preguntas revolotean en mi cabeza.

¿No soy suficiente para lograr que me quisiera?
¿No soy lo que usted hubiera querido tener?
¿Amar? ¿Cuidar?

Ya no recuerdo su rostro en lo absoluto,
en mi reflejo usted ya no se encuentra oculto,
por eso lo busco en otros caballeros,
caballeros con armadura más brillante y vibrante,
de pieles maduras para mí, no para mi corazón,
pues aún busco aquel amor que me faltó,
aún busco aquella protección que tuvo que darme sin excusa.

Real o imaginario, sano o doloroso,
solo era una niña atrapada en este cuerpo débil y lastimoso,
obligada a escribir mis lamentos en silencio por su ausencia en mi vida sin sentido.

Aún soy pequeña en este mundo del olvido, donde lucho por salir.

Solo quiero llorar en los hombros de un caballero como usted,
casi como usted, caballero cantor,
porque no quiero que me abandonen dejando otra vez una armadura vacía en mi jardín.

-June Valdéz.


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