5/10/24

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Querido amor:

      Que complicado que es amar, a tal grado que empiezo a preguntarme si en algún momento he amado a alguien realmente. Tiendo a aferrarme a ideas de como las personas y las cosas deberían de ser y siempre caigo en la conclusión de que soy yo la que arruina la posibilidad de que nazca algo lindo con alguien más.

      A los 14 años me gustó un chico por primera vez, trataba de hablarle y de hacerle saber de algún modo que me gustaba. Nada parecía funcionar, entonces se me ocurrió contarle lo que me estaba pasando a un amigo de él para que me ayudara. Un par de días más tarde, el chico que me gustaba me empezó a tratar distinto: me molestaba un poco, me hablaba más y yo pensé que mi plan había funcionado, sólo faltaba que me invitara a hacer algo pero ese día no llegó nunca. Decidí ser honesta con él porque estaba cansada de las actitudes intermitentes y después de esa conversación me dí cuenta de que no sólo él no gustaba de mi sino que todo el jugueteo era solo para él sentirse importante y mantenerme cerca para subirle un poco el autoestima.

      A los 19 años me gustó un amigo que tenía hace tiempo el cual vive en un país diferente; en realidad, no sé si él me gustaba pero él parecía tener interés pero, al igual que antes, el 'interés' no duró mucho tiempo. Apenas empecé a mostrar que me gustaba el desaparecía por días, se mostraba distante y sin ganas de tener algo conmigo como al principio. Reflexionando en esto, veo que mi problema está en aferrarme demasiado a 'señales' que no son nada significativas en realidad, pero tampoco me gusta pensar en el hecho de que si alguien te quiere te lo va a decir porque no siempre es así.

      A los 21 años, ya bastante negada a que se dé algo, aparece alguien a quien jamás hubiera visto como interés romántico pero me miraba demasiado para ser un desconocido, era gracioso conmigo, siempre me dirigía la palabra y, de vez en cuando, suspiraba cuando yo pasaba. Después de todo eso, me dije a mi misma que algo iba a pasar pero esta vez yo no iba a hacer mucho; pasó el tiempo, nada pasó con él y me enteré que tiene pareja. Trato con todas mis fuerzas pero me está costando mucho la idea de dejarlo ir, no quiero que se vaya alguien que ni siquiera ha entrado a mi vida. Siento que algo podría haber pasado si me hubiese animado a hablarle al menos una vez pero el que él tuviera pareja era muy paralizante.

      Quiero amar y ser amada pero parece que no es para mi en este tiempo y espacio. Pienso en que quizá, el amor que busco se encuentra en otro lado y no necesariamente en una pareja; a veces creo que me aferro a nimiedades porque pasa el tiempo y cada vez estoy más sola y me ahogo en el hecho de que el no haber tenido pareja hasta ahora está 'mal', como si hubiera un límite de edad para las cosas.

      Aceptar que los componentes de la vida son amor también es parte de esto. Quizá el amor está en la comida, en el mate de la mañana, en un abrazo de mi familia, en los patitos del parque, en una canción de Radiohead, en alguien ayudándote a levantar las paltas que sin querer se te cayeron en la verdulería del súper, alguien diciéndote 'perdón' desde el auto porque no te dejó pasar por la senda peatonal porque estaba apurado, en el verde del pasto y los árboles, en el olor a flores que trae la primavera, en las noches de verano en la vereda mirando las estrellas, en los colores del otoño y en las mantas que uso en invierno. Todo esto es muy cliché pero son cosas que hacen la vida más amena cuando las cosas se complican y creo que eso es lo que hace el amor en la vida de uno: la simplifica.

      Quizá el amor romántico te encuentra cuando estás disfrutando del amor que te ofrece la vida.

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