FINAL

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Michelle se paró frente al espejo, ajustándose el birrete y la toga por última vez. Emily, igualmente radiante con su atuendo de graduación, le dedicó una sonrisa de apoyo. La ceremonia había sido un torbellino de emociones y ahora, juntas, sentían una mezcla de orgullo y expectación por el futuro.

—¿Puedes creer que finalmente estamos aquí? —preguntó Emily con voz llena de emoción.

—No —admitió Michelle, con los ojos brillantes de lágrimas de alegría—. Parece que fue ayer cuando todo cambió. Y ahora... míranos.

Mientras bajaban las escaleras, Sarah las estaba esperando con los ojos brillantes de orgullo. "Mis hermosas niñas", dijo, abrazándolas a ambas con fuerza. "Estoy muy orgullosa de ustedes".

Más tarde esa noche, cuando las celebraciones habían terminado, Michelle encontró un momento de tranquilidad con Sarah. Se sentaron juntas en la sala de estar, mientras el suave resplandor del sol poniente proyectaba una luz cálida.

—Mamá —comenzó Michelle, con voz firme pero llena de emoción—. He estado pensando mucho... sobre todo.

Me di cuenta de que soy feliz con lo que soy. Quiero seguir siendo tu hija y quiero tener una relación más seria contigo.

Jasón."

Los ojos de Sarah brillaron con una sonrisa cómplice. "Tenía la sensación de que cambiarías de opinión. De verdad, me viene de perlas porque espero que Mark me proponga matrimonio pronto".

Michelle puso los ojos en blanco, ligeramente molesta. "Uf, mamá, lo único en lo que piensas es en la polla de papá".

Sarah sonrió y enarcó una ceja. "Bueno, el suyo es más grande que el tuyo. ¿Tal vez por eso eres una hija mucho mejor que un esposo?"

Michelle se sonrojó, un poco avergonzada. "Qué asco, lo que sea, mamá".

Los días siguientes fueron un torbellino de preparativos. Michelle se entregó a su trabajo como modelo con renovado vigor, encontrando alegría y confianza frente a la cámara. Jason fue una fuente constante de apoyo, siempre allí para animarla.

Un día, Michelle se encontraba en el estudio, lista para modelar un exquisito conjunto de lencería. Los estilistas hicieron su magia, dándole un sensual look de maquillaje con ojos ahumados que acentuaban su mirada y labios nude que le aportaban un toque de elegancia. Sus largas uñas estaban pintadas con un impresionante degradado rosa, una combinación perfecta de audacia y feminidad.

Michelle se puso unas medias negras transparentes con una intrincada parte superior de encaje que se ajustaba perfectamente a sus muslos. El body de encaje negro a juego se ceñía a sus curvas, resaltando cada centímetro de su figura. Para completar el look, llevaba unos altísimos tacones de plataforma negros con llamativas suelas rojas, que añadían un toque de sofisticación atrevida.

A medida que avanzaba en sus pases, el fotógrafo capturó cada ángulo y la cámara amó la seguridad que irradiaba. Michelle se sintió poderosa y hermosa, dueña de cada momento frente al lente.

Después de la sesión fotográfica, sintiendo una oleada de emoción, Michelle decidió quedarse con el atuendo puesto. No podía esperar para sorprender a Jason. Esperaba ansiosamente que Jason regresara. Una vez que lo escuchó abrir la puerta, lo llamó a su dormitorio. Cuando Jason entró, vio a Michelle acostada boca arriba en la cama, con las piernas levantadas y bien separadas, con los talones apuntando hacia el espejo retrovisor.

techo. Sus manos descansaban sobre sus muslos, sosteniéndolos suavemente en posición, acentuando sus curvas en la seductora lencería.

Unas horas después, Michelle yacía en la cama acurrucada con Jason. Mientras apoyaba la cabeza en su pecho, pensó en cómo todo había comenzado tan mal pero la había llevado a este momento perfecto. Sintió una abrumadora sensación de pertenencia y

felicidad, sabiendo que estaba exactamente donde debía estar.

De Padre A HermanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora