PARTE 8

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Michelle apenas podía creer la semana que acababa de tener. Cada día era un torbellino de intensa práctica de porristas, con Emily exigiéndola más que nunca. No era fácil, pero con el incansable estímulo de Emily, Michelle se dio cuenta de que mejoraba rápidamente. Al final de la semana, ambas habían entrado al equipo, un logro que hizo que Emily sonriera de orgullo.

Cuando Jessica, la capitana de las animadoras, invitó a todas las chicas a una fiesta en la piscina ese fin de semana, Emily aceptó con entusiasmo. Michelle, sin embargo, se mostró reacia a la idea. "No puedo ir, Jessica. Tengo un montón de tareas que ponerme al día", mintió, tratando de ocultar sus nervios.

Emily, un poco frustrada, suspiró y fue a buscar a Sarah tan pronto como llegaron a casa. "Mamá, Michelle está tratando de salir de la fiesta en la piscina", dijo Emily, con la voz teñida de fastidio.

Sarah enarcó una ceja y se volvió hacia Michelle. "¿Por qué intentas faltar a la fiesta?", preguntó.

Michelle bajó la mirada, evitando el contacto visual. “Es simplemente… demasiado”, murmuró.

—Michelle, vas a ir a esa fiesta —declaró Sarah con firmeza—. Necesitas relacionarte con tus nuevas compañeras de equipo. Es una parte importante de estar en el equipo de animadoras y necesitas acostumbrarte a situaciones sociales como esta. —Levantó un diminuto bikini rojo—. Y he elegido el bikini perfecto para ti.

A Michelle se le hundió el corazón al ver el revelador traje de baño. El bikini era de un rojo llamativo, con un top triangular que se ataba detrás del cuello y una braguita con lazos a los lados, lo que dejaba poco a la imaginación. Lo combinaba con unas lindas cuñas de plataforma blancas con la punta abierta y una tira en el tobillo, que le sumaban unos centímetros más de altura.

Llegó el día de la fiesta y, antes de que Michelle se diera cuenta, ya estaba en el salón con Emily, Jessica y algunas otras chicas, que ya lucían el diminuto bikini rojo y las lindas cuñas de plataforma. Las paredes del salón estaban adornadas con fotos de sus sesiones fotográficas recientes, lo que hizo que las otras chicas se entusiasmaran con lo deslumbrantes que lucían Emily y Michelle.

—Michelle, deberías volver a teñirte el pelo de rubia —le sugirió Jessica mirándola con ojo crítico—. Te queda muy bien.

"No lo sé..." Michelle dudó, pero la persuasión colectiva de las chicas no le dejó muchas opciones. Pronto, su cabello volvió a ser de un rubio brillante y lustroso.

Mientras se preparaban para hacerse las uñas, una de las chicas comentó: “Te verías muy sexy con un piercing en el ombligo, Michelle. Especialmente con ese bikini”.

Michelle negó con la cabeza, pero el apoyo constante del grupo la desanimó. Antes de que pudiera darse cuenta, ya tenía un brillante piercing en el ombligo, el toque final a su transformación.

Al llegar a la piscina, Michelle se tomó un momento para mirarse en el espejo. El reflejo que la miraba era casi irreconocible. Se veía innegablemente linda, con una oleada de emoción y mariposas en el estómago.

Al salir, la reacción fue inmediata: “¡Dios mío, Michelle! ¡Estás increíble!”, exclamó Jessica, llamando la atención de todas las chicas, que se agolparon a su alrededor y la felicitaron por su nuevo look.

A lo largo de la fiesta, Michelle se fue relajando poco a poco, disfrutando de la compañía de sus nuevas amigas. Las risas y los chapoteos juguetones llenaron el aire mientras las chicas estrechaban lazos, creando recuerdos que Michelle nunca pensó que atesoraría.

De camino a casa, Sarah miró a Michelle por el espejo retrovisor. “¿Cómo estuvo?”, preguntó con dulzura.

Michelle sonrió tímidamente. “Las chicas fueron muy amables. Creo... creo que podría disfrutar de estar en el equipo de animadoras”.

Sarah asintió con un dejo de orgullo en sus ojos. "Sabía que lo harías. A veces, salir de tu zona de confort conduce a las mejores experiencias".

Cuando llegaron a la entrada, Michelle sintió una sorprendente sensación de satisfacción. La semana había sido un torbellino de cambios, pero por primera vez estaba empezando a ver los beneficios de su nueva vida.

De Padre A HermanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora