La emoción de Michelle era palpable cuando Jason la invitó a salir de nuevo. Esta vez, no dudó. "Me encantaría, Jason", dijo con una sonrisa radiante y sintiendo mariposas en el estómago.
En la escuela, Michelle se sintió cada vez más unida a Jason, a menudo permaneciendo a su lado, y su vínculo se hizo más profundo cada día que pasaba. Cuando Jason sugirió una cita en un restaurante elegante, el corazón de Michelle se aceleró. Quería que todo fuera perfecto.
Pidió una cita en el salón de belleza, ansiosa por mejorar su apariencia. "Me gustaría tener las uñas un poco más largas, por favor", pidió, y eligió un bonito esmalte rosa. Una vez que le terminaron las uñas, dudó un poco antes de preguntar. "¿Puedo ponerme también un relleno de labios? ¡Quiero que mis labios se vean más carnosos esta noche!". La técnica sonrió y asintió, entendiendo su deseo de impresionar. Terminaron con un maquillaje dramático, realzando sus ya llamativos rasgos.
De vuelta a casa, Michelle se vistió meticulosamente con un ajustado vestido rosa y medias negras que acentuaban sus curvas. Añadió un par de tacones rosas y agarró su bolso a juego. Cuando empezó a salir por la puerta, oyó que el coche de Jason se detenía.
Entily, notando la excitación ansiosa de Michelle, bromeó: "¿Recuerdas toda la práctica que tuviste con ese consolador que te compré? Ahora puedes darle un buen uso".
Las mejillas de Michelle se sonrojaron profundamente. "Emily, ¡no voy a hacer nada parecido en la primera cita!", replicó, aunque una pequeña parte de su mente se desvió hacia esa posibilidad.
Sarah entró con los ojos brillantes de orgullo. "Te ves muy sexy, Michelle. ¿Significa que yo también puedo empezar a salir con alguien de nuevo?", preguntó con un brillo travieso en los ojos.
Michelle se puso nerviosa y respondió: "Supongo que sí. Eso es lo que acordamos, ¿no?"
Mientras salía y se acercaba al auto de Jason, Sarah gritó: "¡Espera! Déjame tomar una foto de mi hermosa hija".
Michelle no pudo evitar sonreír. Adoptó una pose adorable, con una mano tocándose el pelo mientras con la otra sostenía su cartera rosa, sonriendo confiada a la cámara. "¡Perfecto!", dijo Sarah mientras tomaba la foto.
La cita fue maravillosa. Jason fue un caballero perfecto, mantuvo las puertas abiertas y felicitó a Michelle durante toda la velada. El ambiente del restaurante era romántico y compartieron historias y risas, y su conexión se hizo cada vez más fuerte. Michelle se sintió como si estuviera viviendo una
sueño.
Cuando Jason se detuvo frente a su casa para dejarla, el corazón de Michelle latía con fuerza de anticipación. Estaban de pie en el umbral y ella podía ver a Emily y Sarah espiando a través de las persianas. "La pasé muy bien esta noche, Michelle", dijo Jason, con voz suave y sincera.
—Yo también, Jason —respondió Michelle, sintiendo un calor que se extendía por su cuerpo.
Jason se inclinó y sus labios se encontraron en un beso apasionado. Los labios recién rellenos de Michelle se sentían perfectos contra los suyos y ella se derritió en el momento, olvidando todas sus aprensiones iniciales. Fue como si el mundo se desvaneciera y los dejara solo a ellos dos en su burbuja perfecta.
Mientras se separaban, sin aliento y sonrientes, Jason susurró: "Buenas noches, Michelle".
"Buenas noches, Jason", respondió ella, viéndolo alejarse antes de entrar, con el corazón todavía palpitando.
Emily y Sarah la recibieron con amplias sonrisas. "Y bien, ¿cómo estuvo?", preguntó Emily con entusiasmo.
Michelle se sonrojó: "Fue increíble. Y el beso fue perfecto".
Sarah la envolvió en un abrazo. "Estoy tan feliz por ti, Michelle, espero encontrar un novio que pueda besar tan bien".
Michelle se hinchó y arrugó la cara. "¡Qué asco, mamá!", exclamó riéndose a pesar de sí misma.
Esa noche, mientras Michelle yacía en la cama, no pudo evitar sonreír, sintiendo una nueva sensación de satisfacción y emoción por lo que le deparaba el futuro.