A medida que el verano se acercaba a su fin, Michelle y Emily se encontraron nuevamente en el estudio para su última sesión de fotos. Emily, de pie a la izquierda, lucía deslumbrante con su cabello recién teñido de castaño oscuro que caía en ondas sueltas sobre sus hombros. Michelle, a la derecha, lucía un cabello ondulado similar, pero en un tono castaño más claro, besado por el sol, lo que les daba un look cohesivo pero distintivo. Ambas chicas se maquillaron impecablemente en el salón: Emily con ojos ahumados sutiles y labios color piel, y Michelle con un look más atrevido y brillante que resaltaba sus labios carnosos y llamativos. Las uñas de Michelle eran largas y meticulosamente cuidadas, pintadas en un tono piel que combinaba perfectamente con su atuendo.
Para sus atuendos, Emily lució un elegante top corto color piel combinado con una falda brillante con cremallera que acentuaba su tonificada figura. Michelle lució un vestido de látex color piel sin tirantes que abrazaba sus curvas y mostraba su nueva confianza. A medida que Michelle se movía con el vestido, se había acostumbrado al peso de sus nuevos pechos, incluso disfrutaba de la forma en que la hacían sentir más equilibrada y femenina. Al principio, Michelle se sentía incómoda con un atuendo tan revelador, pero desde entonces había aceptado los atuendos y las poses, disfrutando en secreto de la atención y la emoción del mundo del modelaje.
A medida que avanzaba la sesión de fotos, Michelle no pudo evitar sentir una punzada de tristeza. "Creo que voy a extrañar esto", le admitió en voz baja a Emily entre una toma y otra. "Pero será bueno volver a ser Mike".
Emily sonrió con complicidad. "Has recorrido un largo camino, Michelle. Hagamos que esta última sesión sea la mejor hasta ahora".
Cuando terminó la sesión de fotos, las chicas se dirigieron a sus casas con una mezcla de emoción y temor. Cuando cruzaron la puerta, Sarah las saludó con una cálida sonrisa. "¡Ambas lucen increíbles! ¿Cómo estuvo la sesión?"
-Fue genial, mamá -respondió Emily con entusiasmo. Michelle asintió con la cabeza, con una pequeña sonrisa en los labios.
La expresión de Sarah se tornó más seria cuando se dirigió a Michelle. "Tengo algunas novedades. Las inscribí a ti y a Emily en la nueva escuela".
Michelle abrió mucho los ojos por la sorpresa y puso mala cara. "¡Pero se supone que debo volver a ser Mike!"
Sarah la miró con severidad. -Michelle, si desapareces de repente, especialmente cuando la señora Robinson y todos los demás saben que eres la hermana de Emily, levantarás demasiadas sospechas. No podemos permitirnos eso. -Pero... -comenzó a protestar Michelle, pero Sarah la interrumpió.
"Te quedarás como Michelle hasta que termine el año escolar", explicó Sarah con firmeza. "Después de eso, podemos explicar que Michelle se mudó sola y tú puedes volver a ser Mike".
Michelle suspiró, dándose cuenta de la lógica detrás de la decisión de Sarah. "Supongo que tiene sentido", murmuró, sintiendo todavía una mezcla de alivio y decepción.
-No te preocupes -intervino Emily, pasando un brazo por los hombros de su hermana-. Lo aprovecharemos al máximo. ¿Quién sabe? Puede que hasta lo disfrutes.
Michelle sonrió con resignación, sabiendo que, a pesar de los desafíos que se avecinaban, se había acercado más a Emily y había vivido cosas que nunca imaginó. Mientras las niñas se preparaban para el nuevo año escolar, Michelle se preparó para el viaje que las esperaba y encontró fuerza en el vínculo que había formado con su hermana.