Capítulo 11. Agotamiento

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Jueves 29 de septiembre de 2011, Roma, Italia.

-¿Cómo vamos a ir hacía ahí?-Angelo se encontraba pensativo escuchando cómo Luca detalla todo a través del teléfono.-No Luca, creo que te equivocas.-Negaba con la cabeza.

Aurora entró al pequeño despacho que tenían compartido en el nuevo piso al cual se habían mudado hacía menos de dos semanas. Él al darse cuenta de que se encontraba dentro de la habitación se despidió repentinamente de Luca y acabó por colgar el teléfono y mirar como la morena se cruzaba de brazos enfadada y él suspiró sabiendo que iban a volver a discutir.

A lo largo del verano Luca y Angelo habían ascendido en la organización considerándose gángsters de confianza y debido a su exhaustiva formación comenzaron a dedicarse a la última parte que les quedaba por explorar ahí dentro y era los homicidios.

No es que fueran sicarios ni nada por el estilo, sino que se dedicaban a imponer el nombre de los Vannicelli a todos aquellos que se atrevían a mancillar ese apellido o a mencionarlo de manera incorrecta. Así que se dedicaban a deshacerse de enemigos, no tocaban a los que debían dinero, ni a las pequeñas organizaciones, ni mataban por encargo, como decía Luca, ser sicarios es ser la prostituta de un resentido, pero ellos eran verdugos que castigaban a aquellos que hacían mal las cosas. Realmente los pensamientos intrusivos de Luca se los podría guardar para él, pero como amigo suyo, Angelo los aguantaba.

Esta nueva parte de su "segundo" trabajo lo llevaba un poco amargado al pelinegro, no es que le importara la vida de los demás o incluso la suya, pero, la violencia solo se promueve debido a un cúmulo de emociones de las cuales carecía y de testosterona, así que al no tener un estímulo psíquico o intelectual no le motivaba.

Pero la peor parte era que Aurora quería ir con ellos, según ella, para poner en práctica las habilidades aprendidas, dice estar cansada de solo disparar a un cartón o golpear a un maniquí, el problema es que Andrea no le perdonaría si le ocurre algo en uno de estos encargos. Así que debido a esta diferencia de opiniones significaba un problema cada vez que debía irse a trabajar.

-¿Vas a venir a reprocharme otra vez?- La miré con mis ojos cansados.

Realmente me encontraba agotado, esto me ocupaba mucho tiempo, el encargarme de una parte de la organización junto con Luca, mientras estudiaba para las pruebas teóricas para entrar al servicio de inteligencia, además de revisar todo lo que ordenaba y hacía Aurora con su parte de la mafia que le había impuesto su padre, entrenar para tener el cuerpo en forma para las pruebas físicas y como colmo trabajar para la policía. Estaba demasiado agotado como para aguantar los berrinches de una niña mimada.

-¿Cuando piensas llevarme con vosotros para encargarme de mi parte sucia del trabajo? Yo también me puedo ensuciar las manos.- Ella se le acercó haciendo una guerra de miradas, unos ojos cansados y castaños contra los ojos rebosantes de indignación color miel.

-Aún no estás preparada Aurora.- Volvíamos a los mismos argumentos.

-¿Cómo no voy a estar preparada? ¡Llevo entrenando más de un año! Puedo hacerme cargo de cualquier situación. Estoy cansada de que tú y mi padre me tratéis como una niña pequeña. Te recuerdo que tengo la mayoría de edad...- Ella continuó hablando persiguiendo a Angelo por la casa discutiendo ella sola.

Estaba exhausto de escuchar sus reproches y la poca paciencia de la que estaba dotado se le estaba agotando y aun debía librar con el sociópata de Luca y sus planes subrealistas y llenos de incongruencias, así que, con dolor de cabeza al llegar a la puerta de su cuarto, se giró hacía ella y de una manera muy poco asertiva la callo.

-¿Quieres venir? ¿Acaso te crees que vamos a comer un puto helado de chocolate? Vamos a matar gente Aurora, ¡matar! Podrás ser todo lo mayor de edad que quieras y ser la hija de quién te plazca, pero no es algo por lo que una adolescente deba pasar.-Suspiré con rabía.- Disfruta tu puta vida mientras puedas, tú que has nacido en una cuna de oro no se que tanto empeño en querer arruinarla. Si yo fuera tú y tu padre me quisiera tanto le diría que me mantuviera separada de esto y que pusiera a cualquier desgraciado con ganas de comerse la cabeza y tu poder vivir del cuento, pero no, quieres ser una chica "malota", una rebelde. Eso solo demuestra lo infantil que eres.- Esa última parte salió de mi boca como veneno.

-Eres un desgraciado. ¿Qué quieres? ¿Que me arrepienta y le diga a mi padre que no quiero ser sucesora y que mejor que lo seas tú? Tan inteligente, habilidoso, alto y atractivo que piensas que eres ¿te crees superior a mí solo por que has pasado por cosas difíciles en tu miserable vida de mierda?-Gritaba ella.- Déjame decirte una cosa imbécil.— Esta vez bajo el tono de voz hasta acabar susurrando.- Si quiero, te entierro mañana, así que no me toques los ovarios, porque tengo valor para eso y para mucho más.

Angelo se acercó a ella agarrándola de la nuca y estampando un beso en sus labios, uno agresivo, pero a la vez deseoso por parte de ambos. Desde el fin de semana del cumpleaños de Aurora no habían vuelto a acercarse el uno al otro, más bien evitaban cualquier roce corporal, pero no por asco, más bien era por qué en el fondo eran conscientes de que si se tocaban algo como esto podía llegar a ocurrir.

Las manos de ella subieron a la parte alta de su nuca rozando el pelo negro de él pegandose más a él, se encontraba de puntillas para poder llegar a su boca con algo de dificultad, así que él optó por agarrarla del culo y alzarla y que ella pudiera así endredar sus piernas alrededor de sus caderas.

Aurora bajó las manos para introducirlas debajo de la camiseta de él y poder acariciarlo sin ningún tipo de vergüenza creando que la piel de él se erizara ante el roce tan delicado de las yemas de sus dedos por su abdomen. Él se acercó a la pared para así atraparla entre él y está y poder tener una mano libre y así acariciarle el cuello de ella.

-¿Con qué atractivo?- Él bajó sus besos al cuello de ella.

-¿Acaso te pone que te digan que te van a matar?- Suspiró ella deleitándose por los besos de él mientras Angelo sonreía con su cabeza escondida entre su hombro y su cabeza.

El miembro de Angelo iba creciendo conforme los gemidos de ella se intensificaban ante los besos y las caricias del mayor. Las manos de ella amenazaban con querer quitarle la camiseta negra que llevaba el pelinegro para así poder deleitarse con ese esculpido cuerpo, cada vez que pensaba en ello se le hacía la boca agua, tal sentimiento era recíproco para los dos.

-Ahora entiendo el porque me has colgado el teléfono tan rápido.- La pareja se sorprendió y se separaron de inmediato al ver a Luca apoyado en la pared observando como se besaban.

-Hijo de puta, recuérdame que te quite las llaves de mi maldita casa después.-Luca soltó una carcajada.

-Tranquilo fiera.- Lo codeó.- Hola Alma, ¿Cómo estás?

-Hola Luca, bien supongo.- Lo miraba avergonzada.

-Vamos Angelo, tenemos mucho que planear para el trabajito de hoy.- Rodeó los hombros del pelinegro con su brazo.

-Luca.-Llamó Aurora.- ¿Crees que podría ir hoy con vosotros?- Angelo la miraba desafiante.

-¡Claro! Es hora de que practiques lo que has aprendido, pero déjanos que nos encargamos de dejarlo paralítico para que no pueda hacerte nada, después lo rematas tu, ¿vale?- Le guiñó un ojo y el pelinegro solo podía suspirar cansado de lo mismo, así que se dió por vencido.

-¡Claro! Es hora de que practiques lo que has aprendido, pero déjanos que nos encargamos de dejarlo paralítico para que no pueda hacerte nada, después lo rematas tu, ¿vale?- Le guiñó un ojo y el pelinegro solo podía suspirar cansado de lo mismo, a...

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¡Hola, holaaaa!🌼

La química de estos dos, me resulta interesante.

Luca te amo pero no era el momento, gracias.

Apartado reflexivo:🧠

-¿Opináis que Angelo se ha pasado de la ralla en la discusión?

-¿opináis que Aurora ha sido la que se ha pasado?


Agradecería que si notáis algun error gramatical o de ortografia me lo hiciérais saber para no pasar vergüenza. Graciassss❤️

Lo prometido es deudaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora