✟̭̈́⣦ 23: descansa en paz

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en medio del caos, wonjin se armó de valor e intentó correr hacia la rueda de la fortuna en busca de serim. en ese instante, jiwon lo tomó del brazo y negó.

—¡no puedes ir así! la gente de yuta ya debe estar cerca y no podemos dejar que nos reconozcan.

—si lo hacen... —empezó matthew—podrán vernos como traidores y vaya a saber que harán con nosotros.

hanbin pensó durante unos segundos y vio un puesto abandonado de máscaras, aún se conservaban algunas en buen estado; por lo que corrió y las tomó, entregandolas a sus amigos.

—¡esto servirá! ponganselas y no dejen que los vean por nada del mundo...

—ahora sí —jiwon dijo en un susurró luego de ponerse la máscara—, comienza la operación: salvemos a serim.

todos asintieron y en ese momento, wonjin se lanzó entre la multitud. a su alrededor, el caos era inevitable: gritos y llantos mezclados con las llamas que consumían los puestos de la feria. la gente corría aterrorizada, algunos tropezaban en su prisa y caían a un lado, pero wonjin no podía detenerse.

sabía que tenía una misión.

sus amigos estaban haciendo todo lo posible para distraer a la multitud, guiando a los asustados hacia salidas seguras; era su momento y debía cumplir su parte.

la rueda de la fortuna se alzaba ante él como uno de los jefes finales de sus videojuegos favoritos y sin pensar dos veces, comenzó a escalar la estructura metálica. a pesar de su fragilidad humana y no contar con las habilidades monstruosas de serim, wonjin sentía que algo dentro de él lo empujaba hacia adelante.

cada toque del metal frío contra sus palmas le recordaba lo arriesgado que era lo que hacía; varias veces casi pierde el equilibrio y resbala, pero debía mantenerse en movimiento. gritó el nombre de serim una y otra vez mientras seguía viajando hacia arriba.

—¡serim! ¡soy yo! ¡wonjin!

finalmente llegó a una plataforma cercana a la cima donde encontró a serim atrapado en un estado frenético. sus ojos oscuros demostraban locura y esa mirada vacía había reemplazado cualquier rastro del amigo que alguna vez conoció. ahí estaban esos mismos ojos que tanto dolor le habían causado antes, aquellos que lo congelaron y lo dejaron inmóvil.

—serim —dijo wonjin con voz entrecortada mientras finalmente se detuvo frente a él—. soy yo... wonjin.

el silencio retumbó entre ellos ya que para serim, fue como si fuera golpeado por una ola abrumadora; durante un breve instante su mirada pareció relajarse como si reconociera algo familiar en aquellas palabras.

sin embargo, esa pequeña esperanza se esfumó en segundos, no habían señales del serim amable y gentil que había conocido antes. en cambio, volvió a sumergirse en ese trance oscuro donde la violencia parecía vivir en cada rincón de su ser.

wonjin sintió cómo una oleada de terror recorría su espina dorsal mientras el dolor del pasado regresaba con fuerza arremetiendo contra él, debilitandolo y dejándolo inmóvil.

se forzó a sí mismo para no ceder al trance, aunque temblaba por dentro porque ya no era solo serim quien necesitaba ser salvado: también era él y todos los monstruos.

jungmo llegó a la feria junto a minhee y la escena que se desplegaba ante ellos era un caos de fuego y pánico.

minhee tomó el brazo del hombre lobo y le señaló la rueda de la fortuna, jungmo sintió como su mundo se frenaba en un instante: sabía que wonjin estaba en peligro.

—¡wonjin! —gritó jungmo.

el pelirrojo, luchando contra el trance brutal provocado por serim, alzó la vista al escuchar su nombre. algo brilló en sus ojos mientras el dolor que lo había atormentado cedía un poco, como si una luz hubiera comenzado a filtrarse a través de las sombras que lo envolvían. jungmo respiró con alivio al ver que la conexión entre ellos era más fuerte de lo que pensó.

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⏰ Última actualización: 10 hours ago ⏰

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