wonjin tiene diecisiete años y está cursando su último año de secundaria, decide inscribirse en un programa de au pair para alejarse de su ambiente familiar tóxico y de los bravucones de su escuela. para su buena suerte, queda seleccionado por una f...
—¿sabes que me encantaría, wonjin? —jungmo se tiró sobre la enorme cama del pelirrojo, despertandolo.
—¿qué te pasa?...
—me encantaría tener dos semanas de vacaciones como tú por la gran guerra —dijo, ignorando al chico—. pero, ¿sabes que tengo? un exámen sobre historia monstruosa a primera hora.
—¡entonces vete que estás llegando tarde! —le respondió en forma de queja y tomó su almohada, golpeándolo—¡déjame dormir! son las únicas semanas que tengo libres, siempre trabajo en la casa y me levantó más temprano que tú... ¿y te quejas de que tengo vacaciones?
—sí, así es.
—¡tú no haces nada, koo jungmo! vete a estudiar, a mí no me jodas.
wonjin se cubrió por completo con las cobijas, ignorando a jungmo quien inesperadamente se transformó en su forma de lobo y se restregó sobre él, como si fuera un simple cachorrito.
—¡agh, jungmo! —le gritó—¡me vas a llenar todo de pelos! ¿crees que es fácil limpiar tus malditos pelos? ¡no salen ni siquiera con aspiradora!
jungmo aulló y wonjin le dio otro almohadazo.
—koo jungmo —yeoreum entró a la habitación—, deja de molestar a wonjin y baja ahora mismo, ya se te está haciendo tarde. jiwoong te espera, anda.
el hombre lobo solo encogió sus orejas y volvió a su forma humanoide, dándole un pequeño golpe a wonjin en el brazo.
—te veo en la tarde.
jungmo salió de la habitación y yeoreum rió.
—gracias... —habló wonjin.
—¿quién lo diría? antes no te soportaba y ahora es pegajoso contigo.
—honestamente, prefirió al jungmo odioso antes que el pegajoso.
yeoreum volvió a reír, la relación de esos dos le parecía de lo más adorable.
—anda, sigue durmiendo... te mereces este descanso. si gustas, puedes dejar las obligaciones del hogar esta semana e ir a la feria, no lo apoyo pero tampoco puedo quitarte la diversión ni la curiosidad. nos vemos en la tarde, wonjin.
la mujer apagó la luz antes de salir de su habitación y wonjin se volvió a acomodar en su cama, cerrando los ojos dispuesto a seguir con su sueño.
¿a quién le importaba la feria cuando tenía dos semanas libres para dormir hasta el medio día? porque a él no.
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—pues... no es terrible, no como lo pensé.
wonjin caminaba por la feria junto a matthew y hanbin. apenas se despertó, los llamó y les preguntó si querían ir con él a dar una vuelta por el lugar.
si bien no lo apoyaba, sentía curiosidad por el evento que hacía a todos en el pueblo hablar y hablar durante meses sobre lo increíble que era.
el aire fresco de noviembre envolvía la feria, junto al bullicio y risas de los asistentes que celebraban el fin de la guerra entre humanos y monstruos. wonjin miraba a su alrededor con ojos deslumbrados, las luces brillantes colgaban de los árboles y las carpas estaban adornadas con calabazas talladas, telarañas artificiales y calaveras que parecían gritar en silencio: "¡fiesta!". la atmósfera festiva era notable, unía a las personas en días de alegría y con un poco de morbo, por supuesto.
