wonjin tiene diecisiete años y está cursando su último año de secundaria, decide inscribirse en un programa de au pair para alejarse de su ambiente familiar tóxico y de los bravucones de su escuela. para su buena suerte, queda seleccionado por una f...
serim cerró su casillero y una vez lo hizo, visualizó a woobin a su lado.
—serim.
el chico solo rodó los ojos y caminó por su lado, ignorando a quien había considerado su mejor amigo por mucho tiempo.
—¡serim, escúchame!
woobin lo siguió por los pasillos, desde hace bastantes días que lo estaba evitando y no entendía la razón. lo tomó del brazo, evitando que siguiera su camino y causando molestias en el ajeno.
—serim... ¿qué te pasa? llevas días evitandome, me ignoras, no respondes mis llamadas y ni siquiera me saludas en clases —dijo woobin, dolido por la actitud de serim—. ¿qué ocurre?, ¿hice algo que te molesto? ¡dímelo!
—¿de verdad no lo sabes? —serim escupió con rabia—. no puedes ser tan cínico, woobin.
—¿a qué te refieres?
la mandíbula de serim estaba tensa, no aguantaba una mentira más por parte de woobin.
—allen, esto se trata de allen.
woobin se quedó sin palabras, ¿cómo lo sabía?
—serim...
—¿sabes que es lo que más me duele? —soltó serim—tu traición. si me hubieras dicho que estabas interesado en él, yo me alejaba y te dejaba el camino libre... pero preferiste meterte y arruinar mis oportunidades con él, sabiendo que también me gustaba.
—¡serim, yo nunca quise que las cosas se dieran así! solo fue un beso... no somos nada.
—¡pero lo serán! es evidente que ambos se gustan y me duele esto... me duele que mi mejor amigo me haya traicionado de esta manera.
—serim, escúchame.
—¿escuchar qué, woobin? no estoy interesado en escucharte a ti ni tus disculpas vacías... si realmente lo sintieras, hubieras sido honesto desde el inicio. ya ni siquiera me importa allen, me importa tu mentira y la forma tan descarada en la que me engañaste.
—rim... yo no quería que las cosas se dieran así, yo planeaba dejarte el camino libre pero taey-
—¡no intentes culpar a los demás! tú mismo elegiste este camino, sabiendo perfectamente que me haría daño... es desagradable —serim se soltó de su agarre y dio media vuelta—. pero en fin, felicidades por ganar una competencia en la que ni siquiera sabía que estaba participando.
serim desapareció por los pasillos y woobin se recostó de la pared, sintiendo un enorme nudo en su garganta.
la traición dolía más cuando venía de alguien a quien amabas y serim estaba probando ese amargo y desagradable sabor.
desde una esquina, yujin miraba la escena y se mostró sonriente.
—¿y?, ¿a quién vamos a elegir? —la voz de dongpyo resonó en sus oídos.
—yo ya elegí... y vamos a por serim.
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