HARRY POTTER ANUNCIA SU COMPROMISO

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La familia Weasley se reunió en la casa de Arthur y Molly, como siempre. Sin embargo, la atmósfera había cambiado desde que Draco se unió a la familia como pareja de Harry. Molly, en particular, había sido una fuente de tensión.

Durante meses, Molly había mantenido su distancia con Draco, su desaprobación palpable. Pero hoy, algo parecía diferente.

Molly observó a su familia, riendo y hablando con Draco como si fuera uno de ellos. Vio cómo Ginny y Luna lo abrazaban, cómo Ron y Hermione lo incluían en sus bromas. Y sobre todo, vio la felicidad en los ojos de Harry y Draco.

Molly recordó las palabras de Arthur: "Dale una oportunidad, Molly. Draco ha cambiado, después de todo solo era una niño en aquel entonces." Pero ella había necesitado verlo con sus propios ojos.

Finalmente, Molly se levantó y se acercó a Draco, que estaba ayudando a los gemelos con un rompecabezas.

"Draco", dijo Molly, su voz un poco más suave que antes. El mencionado la mira sorprendido esperando que continuará “ ¿podemos hablar un momento… en privado?”

Draco asintió ligeramente antes de levantarse y se volverse hacia ella, un poco nervioso mientras era guiado a la cocina. Una vez solos vio a la mujer soltar un suspiro antes de mirarlo con una fuerte determinación.

"He estado observando y creo que es hora de que te dé una oportunidad.” La sorpresa en el rostro de Draco era imposible de ocultar “Eres bueno para Harry, y eso es lo que importa." Dijo suavemente. 

El rubio sonríe, aliviado y agradecido. "Gracias, Sra Wesley. Significa mucho para mí."

“Llámame Molly, por favor” una sonrisa se formó en sus labios "Pero recuerda, siempre estaré vigilándote." Bromeó ligeramente.

Draco se ríe suavemente, una sensación de calidez en su pecho. "Lo tendré en cuenta, Molly. "

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Las reuniones familiares de los Malfoy habían sido un calvario desde que Draco había anunciado su relación con Harry. Lucius, en particular, se había convertido en un hombre diferente, frío y distante, incapaz de mirar a Harry a los ojos sin sentir una oleada de ira y desaprobación.

Sin embargo, durante una de las tantas cenas en la que Harry había sido invitado, algo cambió. Mientras observaba a Draco reír y hablar con Harry, Lucius vio algo que no había visto en mucho tiempo: la felicidad de su hijo. La sonrisa de Draco parecía dar luz y calidez a la fría habitación, provocando un golpe en el corazón del patriarca.

Por primera vez, Lucius comenzó a cuestionar su propia actitud hacia Harry. Mientras miraba al moreno, Lucius vio a un joven que había logrado hacer feliz a su hijo, algo que él mismo no había podido hacer en mucho tiempo. La rabia y la desaprobación comenzaron a disiparse, reemplazadas por una sensación de resignación y, quizás, aceptación.

"Supongo que eres un tipo decente, Potter", dijo Lucius finalmente, rompiendo el silencio. "No eres tan malo como pensaba."

Harry sonrió, y el mayor vio la sinceridad en sus ojos. "Gracias, señor Malfoy. Me alegra haber podido cambiar su opinión."

Draco y Narcisa intercambiaron sonrisas de alivio y felicidad plena. 

La cena continuó, y Lucius se unió a la conversación, escuchando a Harry y Draco reír juntos. Por primera vez en mucho tiempo, la familia Malfoy se sentó unida, y Lucius sintió una sensación de paz que no había conocido en años.

Su hijo estaba feliz, y eso era todo lo que importaba.

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