BLACK SWAN (JENLISA)

17

Me gusta desvestirte con la mirada, seducirte con mis ojos conforme vuelan a tu piel mis dedos y mis ganas. Detonar la magia al desnudar tu sonrisa, desatar tu caos y sentirme pequeño cuando tu alma en su majestuosidad me besa con todos sus labios.

~ Omarr Concepción

CAPITULO 17
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LA DOCTORA DE MI CORAZÓN

Mientras me alejaba de Jennie, no podía dejar de sonreír. La conversación había sido tan divertida y ligera, pero la emoción en mi pecho crecía a medida que pensaba en lo que me esperaba esa noche: una cita especial con Rosé.

Me dirigí a mi Maserati Ghibli, un auto que valía aproximadamente 75,000 dólares. Al abrir la puerta y acomodarme en el asiento del conductor, sentí una mezcla de orgullo y emoción. Encendí el motor y disfruté del suave ronroneo del V6, como si el auto supiera que esta noche era importante.

Con determinación, dije: "Llama a Rosé". El sistema de manos libres se activó rápidamente, y el sonido familiar de su voz iluminó mi día.

— Hola, amor — dijo Rosé, su tono siempre tan cálido y acogedor.

— ¡Hola! Estoy a punto de salir —respondí, sintiendo mariposas revolotear en mi estómago — ¿Estás lista para nuestra cita?

— Siempre lista para ti — contestó con un tono juguetón que me hizo sonreír aún más — Solo asegúrate de no manejar demasiado rápido; quiero disfrutar del paseo.

Reí suavemente. — No te preocupes, iré a un ritmo tranquilo... por ahora.

Al llegar al estudio, veo el bullicio del equipo de producción. Las luces brillantes y las cámaras parpadeantes crean un ambiente vibrante. Me acerco al set y puedo ver a Rosé, radiante como siempre, posando con una confianza que me deja sin aliento.

— ¡Jisoo! — grita ella al verme, iluminando aún más el lugar con su sonrisa — ¡Qué bueno que viniste!

— No podía perderme verte brillar — le respondo mientras me acerco, admirando su elegancia en cada pose.

El fotógrafo le da instrucciones y Rosé se mueve con gracia, capturando la esencia de la moda. Me quedo observando por un momento, sintiendo orgullo por todo lo que ha logrado.

La sesión avanza y aprovecho para hablar con algunos miembros del equipo, pero siempre mantengo un ojo en Rosé. Cada vez que nuestra mirada se cruza, siento mariposas en el estómago.

Finalmente, cuando termina la sesión, Rosé se acerca a mí con una energía contagiosa.

— ¿Te gustó? — pregunta emocionada.

— Me encantó — le digo sinceramente — Eres increíble frente a la cámara.

Ella sonríe tímidamente antes de tomar mi mano. — ¿Te gustaría salir a cenar?

Asiento entusiasmada. No hay nada mejor que compartir momentos especiales después de un día tan emocionante. Después de que la sesión de fotos termina, Rosé y yo nos dirigimos a despedirnos del equipo.

— ¡Gracias a todos! — dice Rosé, sonriendo —. Fue un día increíble.

— ¡Nos vemos en la próxima! — responden los miembros del equipo, despidiéndose con ánimos.

Una vez que nos alejamos del bullicio, agarro la mano de Rosé con ternura y comenzamos a caminar hacia la salida. La sensación de su mano en la mía me llena de calidez y felicidad.