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SALIÓ DEL SALÓN DE CLASES DESPUÉS DE ESCUCHAR LA CAMPANA dando inicio al descanso y hora del almuerzo. Colocó su mochila en su hombro esquivando a todo aquel que estorbaba en su camino y pidiendo algunas disculpas cuando su hombro chocaba contra alguien.
—Oye, oye— Stiles seguía a su hermana.— Gaia.— la llamaba una y otra vez. La rubia se detuvo abruptamente al escuchar su nombre haciendo que Stiles casi se estrellase contra su espalda.
—¿Qué pasa?— giró sobre su eje quedando de frente. Levantó su mano saludando a Scott detrás de su hermano.
—Ya sabemos el patrón de Derek para escoger a sus betas.— alzó una ceja interesada con ese tema pero se vió obligada a fingir desinterés.
—Es genial pero no me interesa, la última vez que estuve involucrada en temas sobrenaturales termine con la muñeca destrozada.— levantó su mano yesada.
—¿Qué?— El humano no podía creerlo, ella era la más interesada en ese tema.— No, pero si tú, no, espera.— vacilaba incrédulo.
—Escuchen, a la única persona que quería fuera de este mundo de mierda, termino formando parte de mi ausente padre.— recalcó molesta. Ambos se voltearon a ver sorprendidos al escuchar tal palabra salir de su boca.
—Él no te convenció¿Verdad?—
—Por supuesto que no— Stiles se escondió discretamente detrás de Scott ante la molesta mirada que le regaló su menor.
—Bien, entonces nos vemos en en comedor, los veré ahí.— le dedicó una confusa mirada a Scott al ver cómo su hermano retrocedía.
—¿A dónde va?—
—Tiene algo que hacer, vamos al comedor.—
No protesto cuando Scott la encaminó, en el transcurso pudo notar como el lobo le dedicaban cortas miradas a su muñeca enyesada, más no pregunto el motivo. Cuando llegaron al comedor buscaron su comida y se sentaron en una de las mesas vacías donde ya los esperaba Alec.
—¿Qué se supone que hace?— la repentina pregunta del azabache llamo su atención. Dirigió su mirada en la dirección que Alec miraba; su ceño se frunció al ver a Stiles hablar con Boyd mientras le entregaba algunos dólares
