¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
EMPUJÓ LA PUERTA DE LA ENTRADA UNA VEZ QUE LLEGO A LA PREPARATORIA. Caminó hasta su casillero de manera rápida; si no se daba prisa perdería su primera clase. Tarareaba una melodía mientras acomodaba sus libros en su casillero, le era algo difícil hacerlo con una sola mano.
—Hale— la aguda y burlona voz de Erica lleno sus oídos.
—¿Qué quieres?— soltó agresiva sin dirigirle la mirada.
—Saludar.— rió.— Y decir que que no entiendo cómo pudiste rechazar a Derek, es un buen padre.—
—Por razones las cuales dudo que tu cerebrito las comprenda.— cerró su casillero con fuerza haciendo sonreír a la loba.
—Bueno.— jugó con la paciencia de la bajita.— Ahora ya tiene una hija que nunca lo rechazará.— rodó los ojos al escucharla.
—Claro, no me interesa.— hizo un ademán.
—Estoy segura de que sí. ¿Por qué lo ocultas?— apretó sus labios, la loba rubia estaba agotando la poca paciencia que tenía.— Derek ya no te necesito en la manada porque ya me tiene a mi.— continuo ante el silencio de la protectora.
—Y veo que te sientes muy orgullosa de ser la segunda opción. Qué decepción.—
—Eres nefasta.— atacó de pronto haciendo que alzará sus cejas.— Por eso todos se alejan de ti.—
—¿Algo más antes de que me vaya?— cruzó sus brazos apoyando todo su peso en una pierna.
—Scott te engañó con Allison porque querías tener el control de la relación, Stiles te traicionó fácilmente, Derek ya no te necesita e incluso, me atrevo a decir que ya no te considera su hija.— soltó una risa sarcástica.— Oh, una cosa más, Isaac se esconde de ti mientras nos reímos de tus desgracias y Alec solo está contigo porque le recuerdas a su hermanita muerta.—