I have to protect her [Nicholas Chavez y tú]

Capítulo 4

En mi perfil tenéis una nueva historia con Nicholas Chavez, se llama: Cuando todo se rompió. Espero que os guste :)

Después de una jornada agotadora en el set y la cena con sus compañeros en Los Ángeles, Kira finalmente regresó a su departamento. El eco de sus pasos resonaba en el apartamento vacío mientras arrastraba su maleta hasta la habitación. Sin mucha ceremonia, la dejó en un rincón, ya lidiará con desempacar más tarde. Ahora lo único que necesitaba era algo que la mantuviera despierta.

Se dirigió a la cocina, encendió la cafetera y preparó un café bien cargado, sintiendo cómo el aroma llenaba el aire. Con la taza caliente entre las manos, se dejó caer en su sofá, buscando el control remoto entre los cojines para encender la televisión. El día anterior había terminado de ver varios capítulos de Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez, pero hoy quería empezar de nuevo desde el principio, tomándose el tiempo para disfrutar cada detalle con calma.

Antes de sumergirse de nuevo en la serie, hizo una pausa para abrir Instagram. Había pasado el día pensando en lo que quería compartir. Decidió hacer una historia para sus seguidores, y tomó una foto de la portada de la serie en la pantalla de su televisión. Con una sonrisa divertida, etiquetó a los dos protagonistas, Nicholas Alexander Chavez y Cooper Koch, añadiendo el mensaje: "Estoy más enganchada a esta serie que a los Monster, y eso que soy adicta a esa bebida."

Satisfecha con su pequeña broma, dejó el teléfono a un lado, se arropó con una manta y volvió a sumergirse en los episodios. Los minutos pasaban rápido, pero el café y la adrenalina de estar sola, por fin, en casa, la mantenían alerta. Aunque había visto la serie antes, esta vez sentía cada escena con más intensidad, especialmente las interpretaciones de los actores, en particular la de Nicholas. Algo en su actuación la conmovía más de lo que estaba dispuesta a admitir.

De repente, sintió una leve vibración al lado suyo. Sobresaltada, buscó el móvil que había dejado junto a ella. Lo desbloquea y ahí estaba: Nicholas le había respondido. El corazón de Kira dio un pequeño vuelco. No se trataba solo de una respuesta a su historia, sino de un mensaje más personal, algo que la hizo sonreír instantáneamente. El intercambio entre ellos comenzó de forma casual, hablando un poco sobre la serie y cómo le había impresionado su actuación. Sin embargo, pronto la conversación tomó un giro inesperado.

A medida que seguían hablando, ambos se sintieron más cómodos, dejando atrás los temas profesionales para adentrarse en algo más personal. Nicholas le hizo algunas preguntas sobre su vida, y ella le contestó con sinceridad. Hablaron de sus experiencias en la industria, pero también de sus sueños y miedos, de las cosas que les apasionaban fuera de las cámaras. La conexión entre ellos fluía de manera tan natural que, antes de darse cuenta, ya estaban intercambiando números de teléfono.

Cada vez que Kira leía un nuevo mensaje, no podía evitar sonreír. No era solo el hecho de estar hablando con un actor al que admiraba, sino que sentía una chispa real, una conexión que pocas veces experimentaba con alguien. Después de un rato, las palabras en la pantalla parecían dibujar una intimidad inesperada, algo genuino que iba más allá de los simples mensajes. Esa noche, Kira se fue a la cama con una sonrisa dibujada en el rostro, sintiéndose más ligera que nunca. Todo parecía ir viento en popa.

Sin embargo, justo cuando la tranquilidad comenzaba a envolverla en el sueño, algo oscuro emergía en su mente. Era un presentimiento, un pequeño malestar que no podía ignorar del todo. Sabía que pronto tendría que enfrentarse a su padre, a esa sombra constante en su vida que nunca la dejaba en paz. Aunque por un momento se permitió ser feliz, el miedo no tardaría en regresar, como siempre lo hacía. Mientras cerraba los ojos, una voz en su interior le susurraba que esa paz no duraría mucho.