Bestia Mimada

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**Visita a otro mundo**

Yan Ziqi no estaba preparado psicológicamente y, en un momento, se asustó tanto por las travesuras de la bestia que le sonrojaron los ojos. Sin embargo, cuando se calmó, finalmente pensó en el núcleo del problema: esa bestia no lo quería porque lo encontraba débil. Si mantenía este cuerpo delgado, ¿acaso con el tiempo esta bestia mayor no perdería interés en él? Al pensar en esto, Yan Ziqi se sintió aliviado. ¡Sí, eso era lo que debía hacer! Cuanto más delgado, mejor. ¡Si lograba adelgazar lo suficiente como para que la bestia lo viera y quisiera vomitar, sería perfecto! (Este pobre niño claramente se había asustado tanto que no se dio cuenta de que si se volvía demasiado delgado y se moría de desnutrición, ¡ni siquiera habría a quién hacer vomitar!)

Una vez que se abrió su mente, su estado de ánimo mejoró, y su visión también se amplió. Lan Nuzhe le mostró cosas, y Yan Ziqi pudo disfrutar de un recorrido alegre.

Efectivamente, era un mundo diferente. No solo las razas eran distintas, sino también las plantas. Los enormes árboles se alzaban hacia las nubes, la mayoría de las hojas eran de un color púrpura, y en el suelo había matorrales de flores, algunas de las cuales eran tan grandes que en su centro crecían extrañas tentáculos de colores, moviéndose constantemente con la brisa. La mayoría de las hojas de las flores tenían en su parte posterior filas de espinas afiladas, hermosas pero difíciles de tocar.

Al llegar al jardín, Lan Nuzhe soltó a Yan Ziqi y se acomodó bajo la sombra de un gran árbol.

Yan Ziqi, descalzo, pisaba el suave césped y entrecerraba los ojos disfrutando del aroma de la naturaleza. Luego pensó que si pudiera traer algo de comida para hacer un picnic, sería aún mejor, pero aquí no era el mundo humano, seguramente no existía la noción de picnic.

Mientras caminaba con Lan Nuzhe, se sintió especialmente intrigado por los tentáculos de las flores. Ahora que podía moverse libremente, se acercó a los matorrales de flores, y curiosamente, al acercarse, los tentáculos, como si tuvieran conciencia, se retiraron rápidamente a los pétalos, cerrando toda la flor.

Yan Ziqi se quedó paralizado, con el rostro perplejo. ¿Qué estaba pasando? ¿Acaso las flores lo despreciaban? ¡Era demasiado!

Desde la distancia, Lan Nuzhe le advirtió: "Pequeño Ziqi, no te acerques demasiado a esa flor, que..."

"¡Ah!" Yan Ziqi gritó de repente, bajando la mirada hacia su muslo. ¡Dios mío! Una hoja con espinas estaba pegada a su pierna, con las puntas de las espinas penetrando su piel, haciéndolo sudar frío de dolor.

Justo cuando Yan Ziqi gritó, Lan Nuzhe se transformó rápidamente en su forma de bestia y se acercó volando. Levantó su pata delantera, y las garras se convirtieron en afiladas garras, cortando suavemente la hoja que lo había herido. Lo más extraño fue que, al separarse del tallo de la flor, la hoja se marchitó instantáneamente.

Yan Ziqi miró con asombro esa escena mágica, y escuchó a Lan Nuzhe, que había vuelto a su forma humana, continuar la frase que había dejado incompleta: "Te puede morder".

Yan Ziqi sintió un nudo en el pecho, no podía expresar su ira. Quería gritar, pero al abrir la boca solo emitió sonidos incomprensibles. Finalmente, solo pudo hacer un gesto hacia Lan Nuzhe, formando palabras con los labios: "Te... maldigo..." ¿Por qué no dijo antes que esa cosa mordía? ¡Le había causado una herida por nada!

Al ver sus labios moviéndose, Lan Nuzhe se rió y se acercó, extendiendo la lengua para lamer la cara de Yan Ziqi rápidamente, riendo y diciendo: "No puedes maldecir. Entiendo tu idioma".

Yan Ziqi se quedó petrificado al ser lamido por Lan Nuzhe. Se quedó rígido, tocando el lugar donde lo había lamido, sintiendo la humedad pegajosa, y se sintió asqueado. Se estremeció violentamente, sintiendo como si la piel de gallina le brotaba por todo el cuerpo.