Bestia Mimada

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**Salir**

"Pequeño, ¿quieres venir conmigo de regreso a Naxi?"

La voz de Lan Ruzhe era muy suave, sin ningún indicio de emoción, como beber un vaso de agua tibia, insípido y sin color.

Yan Ziqi se sintió como una persona sedienta durante mucho tiempo; un vaso de agua así era perfecto para él. Pero si le pedían que lo aceptara con alegría, no podía evitar sentir un resentimiento, así que soltó un ligero resoplido y dijo: "¡Tienes la capacidad de llevarme de vuelta, entonces, ¿por qué preguntar?!"

Al escuchar sus palabras, Lan Ruzhe esbozó una sonrisa silenciosa. Tras tanto tiempo juntos, había llegado a conocer bastante bien el temperamento del pequeño. Si realmente no quisiera hacer algo, habría saltado y protestado con furia. Ahora, solo se estaba resistiendo de manera torpe, lo que significaba que, en realidad, ya estaba bastante conmovido.

Pensando en esto, Lan Ruzhe bajó un poco la mirada y sonrió con aún más ternura, acercándose a la oreja de Yan Ziqi para susurrar: "Sabes que me entiendes."

Yan Ziqi había dicho eso con la intención de provocarlo, pero al escuchar su reconocimiento tan despreocupado, se sintió incómodo. Se dio la vuelta y se tumbó de espaldas, sin poder evitar poner los ojos en blanco mientras miraba a Lan Ruzhe: "Si es así, ¿por qué me traes de regreso?"

Lan Ruzhe lo observó con esa actitud contenida y su corazón se agitó. Este pequeño realmente era muy adorable. Ya sea enojado o feliz, le encantaba verlo. Pensando en esto, no pudo evitar inclinarse y darle un pequeño beso en los labios.

Una vez satisfecho, dijo lentamente: "¿No hay una costumbre aquí de regresar a la puerta?"

¡Regresar a la puerta!

Si no fuera porque a Yan Ziqi le dolía el trasero, habría saltado y le habría dado una golpiza a Lan Ruzhe. ¡Él no era una mujer, no tenía que regresar a ninguna puerta!

En un arrebato de ira, Yan Ziqi agarró una almohada y se la lanzó a Lan Ruzhe.

Lan Ruzhe se acarició la barbilla, riéndose. El pequeño, de verdad, era adorable. ¡Ya se estaba sonrojando y avergonzando! (Tío, eso es porque lo has enfadado...)

Debido a la herida incómoda de Yan Ziqi, no tenían planes de salir durante el día. Ambos se quedaron en casa, viendo televisión y navegando por Internet. Al mediodía, Yan Ziqi le cedió la computadora a Lan Ruzhe para que la usara, mientras él hacía un pedido de comida a domicilio.

Aunque en Naxi también había computadoras, no contaban con mouse ni teclado, así que Lan Ruzhe se sentía muy emocionado al experimentar.

Después de terminar la llamada, Yan Ziqi pensó en acomodarse en el sofá y descansar mientras esperaba su comida, pero al ver a Lan Ruzhe emocionado frente a la computadora, su curiosidad lo llevó a levantarse. Aunque le dolía el trasero, se esforzó por moverse lentamente hacia él. ¿Qué era tan interesante en la pantalla?

Cuando Yan Ziqi llegó a su lado y vio lo que había en la pantalla, se quedó paralizado. Pensó que estaba viendo mal y parpadeó varias veces, pero la realidad lo dejó sin palabras...

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"¿Cómo llegaste a este lugar?" preguntó Yan Ziqi, contrayendo los labios.

Lan Ruzhe levantó una ceja: "Lo encontré por casualidad, pero estas cosas son bastante interesantes."

Era un verdadero depredador; incluso al azar podía encontrar cosas tan perversas. Si buscara intencionadamente, ¡seguro encontraría películas para adultos también!