Fizzaroli, el diablillo más famoso, y Asmodeus, el rey de la Lujuria, sorprenden a todos con una relación que desafía normas y escandaliza a muchos. Mientras la opinión pública murmura y las protestas surgen, esta pareja demuestra que su amor es más...
"I can hold my breath And I've been doing it since he left I keep finding his things in drawers Crucial evidence I didn't imagine the whole thing I'm sure I can pass this test"
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—"Querido Asmodeus, hoy fue mi primer día en Ozzie's y ¡FUE INCREIBLE! las luces, todos aplaudiendo y la sensación de que me deseaban fue espectacular. Se que tengo algunas cosas que mejorar pero pareciste satisfecho y seguramente te hice tragar tus palabras de mierda, gallina cachonda. No creas que no te vi allí, en tu balcón, intentando no sonreír. Pero lo hiciste, lo noté. No lo puedes esconder de mí, Asmodeus. Sabes que te hice reír, que te jodan"
La risa característica de Fizzarolli resonaba en el audio, esa mezcla de burla y autenticidad que siempre lograba desarmar a Asmodeus. Mientras escuchaba, sus dedos temblaban ligeramente sobre el reproductor. Cada palabra era un recordatorio de lo que había perdido, de la chispa que ya no estaba en su vida. Y sin embargo, ahí estaba su voz, tan clara, tan llena de vida.
—"Bueno otra cosa, aparte que me gusto el público y todo ¿No crees que deberían poner más camerinos? Solo hay ¿7? y son como ¿30 empleados? sin contar a los camareros, se que para ustedes no hay problema de mostrar piel pero en mi caso se me hace incomodó y vergonzoso; Mira nunca le dije a nadie pero me siento muy inseguro de mis prótesis y piel quemada, pero se que si pido un camerino posiblemente Mammon se enoje por molestarte"
Se escuchó como otra voz se puso en el audio, una voz que parecía de una bailarina.
—"Oye bufón, Ozzie te llama a su oficina"
—"Ya voy"—dijo Fizz para luego susurrar— "Bueno ya me tengo que ir Asmodeus, espero que me estés llamando para hablar de mi desempeño hoy, BYE"
La cinta se acabo y con ello la voz de su amor, necesitaba la otra cinta quería seguir oyéndolo.
—Mierda, ¡¿DONDE ESTA?!—dijo con desesperación y tirando todo aquello que no sea la cinta.
No lo encontraba y ya empezaba a sentirse impotente, no quería volver a sus pensamientos ¿Era mucho pedir un minuto más de tranquilidad?. Asmodeus lanzó una silla al otro lado de la habitación, frustrado por no poder encontrar la cinta que tanto anhelaba. Su pecho subía y bajaba con fuerza, la ira mezclada con la desesperación. Se dejó caer de rodillas en el suelo, rodeado por el caos que él mismo había creado. La cinta, ese diminutivo objeto que para muchos es muy básico y entretenido si contiene buena música pero para él era el camino de su paz, pero se le escapaba de las manos, como lo había hecho Fizzarolli.
—Mierda... Fizz... —murmuró, sintiendo cómo la ausencia del bufón se hacía más pesada, como un ancla en su corazón.
Involuntariamente, su mente lo llevó de vuelta a aquel primer día de Fizzarolli en Ozzie's. Recordaba perfectamente cómo el bufón había entrado con una mezcla de nervios y arrogancia. Asmodeus, desde su balcón, lo había observado con atención. Aunque en ese momento no lo había admitido, hubo algo en la forma en que Fizzarolli manejó al público que capturó su interés de inmediato. Para ser de la codicia, él supo manejar bien la Lujuria.
