1864, Imperio Mexicano.
El castillo de Chapultepec se encontraba en una gran calma, demasiada a decir verdad. Eso no era normal.
En los patios del gran palacio imperial se encontraba Austria moviéndose entre los arbustos, cuidando no llenarse de lodo y hojas.
—¡Austria! Sal de ahí inmediatamente.
Austria detuvo su búsqueda, y procedió a salir de los arbustos. Frente a el se encontraba Carlota de México, la emperatriz.
—Perdón por la inconveniencias tan temprano majestad.
—Eso no importa, lo que quiero saber es ¿qué hacías ahí en los arbustos?
Austria bajo la mirada y empezó a mover ansioso el anillo en su mano.
—Buscaba... A mi esposo. - Su ceño se frunció con evidente molestia, la emperatriz lo notó así que sujetó su mano y lo llevó a una banca.
—A ver, se que amas el orden, pero esto va más allá de un "busco a mi esposo que es un desastre andante".
—¿Cómo puede estar segura de ello?
—Porque mi esposo es un desastre andante, así qué será mejor que empieces a hablar.- Su tono no era molesto, era más bien tranquilo, la emperatriz sujeto las manos del joven frente a ella y despejó el rostro de la nación de unos mechones rebeldes en su frente
—Bueno, la verdad es... Que estoy afligido, he tenido varios matrimonios por conveniencia y nunca he tenido problemas con ellos, cada uno tenemos nuestros asuntos pero en general estamos siempre en buenos términos.
Carlota ladeo la cabeza intentando ver a donde se dirigía aquella conversación.
—No es que en mis matrimonios ambos estemos románticamente relacionados ni nada - Roderich siguió explicando—, es pura política, pero podemos incluso llegar a ser amigos.
—¿Como la señorita Hungría?
—Mi más vivo ejemplo.
—Sin embargo...
—Para hacerlo corto... Siento que México me odia.
Carlota dio un fuerte suspiro y empezó a masajear sus sienes mientras trataba de entender.
—¿El te odia? ¿Cómo puedes decir semejante tontería?
—¡No es una tontería majestad!
Austria se cubrió rápidamente la boca con las manos, y el color rojo iluminó su cara al notar su gran falta de respeto ante la emperatriz, cuya mirada sería lo observaba esperando una explicación.
—Lo lamento, no fue mi intención, es solo que no entiendo que pasa— Bajo la mirada de nuevo a su anillo, se mordió el labio y volvió a explicar su punto —. He notado cierta resistencia de parte de México a tratar conmigo, recientemente parece querer evitarme y le ha advertido a la servidumbre del palacio no dejarme pasar a diversos salones.
—Bueno si, eso puede verse algo... Frívolo, pero estoy segura de que el solo esta poniendo distancia, no significa que lo odie señorito.
—No, majestad. Él incluso se ha negado a compartir aposentos conmigo, lo he oído hacer la petición, pero al ser negada se ha limitado a no solo no dirigirme la palabra dentro de la alcoba, si no que incluso a no compartir la cama, el se ha estado durmiendo a lado de la ventana.
La emperatriz suavizo su mirada y empezó a acercarse al joven que ya tenía una cara de devastación por la conclusiones que cada vez le quedaban más confirmadas en su mente.
—Se que es duro, ni mi marido ni yo hemos logrado acostumbrarnos a un nuevo país, y estoy segura de que el jovencito México tampoco está acostumbrado a recibir a un grupo de extraños en su hogar, pero estoy segura que la clave es hablar, es más, vamos a ir a buscarlo para arreglar esta situación.
Apenas la mujer se paro, empezó a caminar, el pobre austriaco ni tiempo tuvo de responder antes de empezar a seguir a su emperatriz.
Buscaron en todos los salones, menos el salón que México había prohibido explícitamente la entrada al austriaco.
—Alteza, no quiero ser impertinente, pero no quiero causar aún más disgusto en mi esposo desobedeciendo una indicación que de manera explícita dio.
—Pues no debería, soy la emperatriz, y yo decido lo que se hace en este castillo.
Ambos europeos entraron al salón, pero mientras que el austriaco esperaba una habitación vacía, lo que encontré lo dejo mudo.
La habitación estaba llena de personas, era todo el personal doméstico del castillo, habían generales, la guardia personal del emperador, algunos amigos de confianza que se habían formado recientemente y el mismísimo emperador Maximiliano.
—¡Roderich! Mi joven príncipe, al fin llegas, teníamos miedo de que tardarás mucho y la comida se enfriara
El austriaco seguía en estado de shock así que solo se dejó guiar por su emperador a un gran banquete repleto de comida tradicional mexicana y un -intento- de comida Austríaca.
—¿Qué es todo esto, señor? ¿Usted lo preparo?
El emperador se acercó a su esposa, y ambos sonrientes negaron con la cabeza. En ese momento todos los aplausos y pláticas de los invitados cesaron y una guitarra empezó a sonar.
—Que linda está la mañana~
En que vengo a saludarte~
Venimos todos con gusto y placer a felicitarte~
El mexicano entró por una puerta, con una ropa elegante y una guitarra española, cantando una alegre canción. Austria sabía que el cantaba bien, Francia se lo había dicho mientras trataba de convencerlo para el matrimonio "Son almas musicales afines, mon amour". Pero todas esa habladurías no le hacían justicia a la voz de su esposo.
El mexicano terminó de cantar y en eso una empleada llego con un pastel precisamente decorado.
—Feliz cumpleaños, señor Austria. Se que la repostería no es mi fuerte, pero di lo mejor de mi.
El austriaco iba a replicar pero en ese momento sintió como el mexicano tomaba sus manos.
—Presiento que ha notado mi desdén desde hace ya varias semanas. Y debo pedir disculpas por ello, se que hemos iniciado con el pie izquierdo esta alianza, y procuraré ser un mejor aliado, una mejor nación y un mejor esposo.
El austriaco seguía confundido, pero el toque de sus manos por parte de su esposo junto con su voz melosa solo lo hizo sonrojar.
—Mi joven nación — Empezó a explicar Maximiliano—, el señorito México quería intentar mejorar su relación con usted y preparo esta fiesta únicamente por su cumpleaños.
Austria finalmente entendió todo, no se sentía completamente relajado, pero si más calmado. Vio a su esposo y le dio un pequeño beso en su cabeza como agradecimiento.
El mexicano solo pudo sonrojarse y desviar la mirada.
Tal vez no fuera la fiesta más espectacular de la historia, pero al menos era un avance, y el detalle había sido precioso.
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JAJAJAJJAJA, perdón ya tenia el capitulo completo pero se me fueron los días y ya no los publique, en breve empezare a subir los demás.
¿Qué pensaron que ya había muerto esta historia? Pues NO, muerta la ship y el fandom, pero la historia sigue viva
Por cierto, perdón no suelo poner notas en los capítulos, pero nada mas quería hacer la aclaración, en fin, espero que le haya gustado
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Flufftober 2024 "Ausmex"
FanfictionUn reto de 31 dias de escritura fluff alrededor de mi OTP el Ausmex