El sol de la mañana filtraba suavemente sus primeros rayos por la ventana del vestidor, donde Bulma se encontraba acomodando los últimos detalles de su atuendo para el brunch familiar. Aún se sentía extraña. Después de la boda, todo había sido un torbellino de emociones, luces, y palabras que ya no recordaba con claridad. Sabía que algo faltaba en su memoria, y aunque quería convencerse de que solo era el cansancio, había algo más que la inquietaba.
Su hermana Thighs irrumpió en la habitación, luciendo su usual aire despreocupado, pero con un brillo cómplice en los ojos. Se acercó a Bulma, cruzándose de brazos y esbozando una sonrisa astuta.
—Bueno, hermanita —dijo Thighs mientras la miraba con curiosidad—, ¿cómo estuvo tu noche de bodas? No me digas que todo fue tan tranquilo como aparentas. ¡Vamos, cuéntame los detalles! Sé que te morías de curiosidad por saber más de Vegeta.
Bulma se tensó por un momento. Había estado evitando esa conversación, sabiendo que Thighs, con su naturaleza intrusiva y su mente siempre en movimiento, no dejaría pasar la oportunidad de husmear en su vida privada. Pero la verdad era que la noche anterior se sentía como un sueño borroso, una mezcla de alcohol y emociones que no podía descifrar por completo.
—Ah, bueno... —titubeó, tratando de recordar con más claridad—. La verdad es que no fue lo que esperaba. Después de la ceremonia bebí más de lo debido, y antes de darme cuenta, estábamos de camino a la mansión de los Ouji. Apenas recuerdo la mitad de lo que pasó...
Thighs alzó una ceja, su sonrisa ensanchándose con diversión.
—¿De verdad? ¿Ni siquiera un pequeño recuerdo? —preguntó con picardía—. No me digas que la princesa de la Corporación Cápsula no tuvo una noche memorable con su apuesto príncipe.
Bulma suspiró, consciente de que no podía escapar fácilmente. Le pasó por la mente la última imagen clara que tenía de esa noche. Recordó a Vegeta llevándola en brazos hacia su habitación, con una expresión que parecía entre desinteresada y ligeramente intrigada. Él no había dicho mucho, pero había algo en la forma en que la miraba que la hacía sentir extraña. No incómoda, pero definitivamente fuera de su zona de confort.
—Lo que más recuerdo —dijo Bulma, tratando de sonar casual—, es que llegamos a la mansión y Vegeta me llevó a su habitación. Estaba un poco... torpe por el alcohol, supongo, así que él se aseguró de que me recostara. Tuvimos una conversación corta, muy... directa, si te soy honesta.
Thighs se acercó un poco más, claramente interesada.
—¿Directa? —repitió, con un tono que insinuaba más de lo que decía—. ¿En qué sentido?
Bulma sintió que el calor subía a su rostro. Aunque la conversación con Vegeta no había sido abiertamente sensual, había una tensión palpable en el aire entre ellos. Él se había inclinado sobre ella, observándola con esos profundos ojos oscuros que parecían ver más allá de su fachada. Le había hecho preguntas simples, pero su tono había sido más íntimo de lo que ella esperaba.
—Nada pasó en realidad —admitió, algo incómoda al recordar—. Él fue... educado, pero había algo en su mirada, en cómo se comportaba. Parecía que estaba jugando conmigo, tanteando mis reacciones. Al final, no recuerdo mucho más porque me quedé dormida antes de que las cosas pudieran... avanzar.
Thighs soltó una carcajada, claramente divertida por la imagen de Bulma dormida en plena conversación con Vegeta.
—Así que eso es todo, ¿eh? —rió—. Vaya noche de bodas. Me imagino que Vegeta se debió quedar sorprendido cuando vio que la princesa de Cápsula no podía mantenerse despierta.
—¡No lo sé! —respondió Bulma, lanzando una almohada en dirección a su hermana con una sonrisa—. ¡Solo fue un mal momento, nada más! Y honestamente, no me importa. Aún estoy procesando todo lo que ha pasado... no sé cómo manejar esto.
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La Venganza perfecta [Vegebul][AU]
FanfictionBulma sufre un accidente que la deja al borde de la muerte, pero cuando despierta, se encuentra en su casa cinco años atrás, justo el día de su cumpleaños número 20. Confundida al principio, pronto se da cuenta de que ha viajado en el tiempo. Con el...