Marcas Permanentes [ChanBaek]

Niño Lindo

"BaekHyun"

Ya habían pasado varios minutos desde que había comenzado mi viaje hacia casa, tenía que bajar del bus si es que no quería pasarme y tener que caminar a estas horas, eran casi las siete de la tarde. Baje en la parada correspondiente y camine por las calles frías, todo el cuerpo me temblaba, ya que la chaqueta que llevaba hoy no tenia bolsillos y tampoco tenia guantes. Mis manos se estaban congelando.
Faltaban dos o tres cuadras para llegar. En el momento en el que estaba a punto de cruzar por una pequeña tienda, mi mirada se desvió  hacia la salida de la misma y para mi sorpresa, aquel hombre que me había visto llorar en el colegio estaba por salir de allí.  Comenze a caminar lo mas rápido posible, ya que por alguna razón no quería que me viera nuevamente, camine unos cuantos metros, creyendo que eran suficientes,  pero unos segundos bastaron para escuchar unos pasos atrás mio, no quería voltear. Tenía miedo. Trate de seguir con mi camino y no prestarle atención. Pero oí algo que me dejo helado.

-Hey niño- Era una voz demasiado ronca.

Me di vuelta lentamente y estaba quien esperaba que fuese. Él profesor.

-¿Qué quieres?- Pregunte.

-Ven aquí- Respondío, acompañado de una seña para que me acercara. Con un poco de timidez me acerque a él.

-¿Qué haces a estas horas solo? Tu horario de salida fue hace mucho tiempo.

-¿Te importa?- Me miro desafiante.

-Si, me impora. Ahora dime qué haces aquí solo- Me sorprendí cuando escuche lo que había dicho.

-Porque debería importarte lo que hago, no nos conocemos-

-Park ChanYeol- Dijo estirando su gran mano y sonriéndome. -Soy profesor de Historia, como te habrás dado cuenta. Mucho gusto- Tenía una gran sonrisa de oreja a oreja. No encontraba motivos para esa gran emoción.

-B-Byun BaekHyun- Tome su mano, no me atrevía a mirarlo a la cara.

-BaekHyun- Sus ojos cambiaron y la sonrisa desaparecio. -Estas congelado, tus manos están heladas y tus labios se están poniendo azules.

Me soltó rápido, y busco algo en su bolso, parecía no encontrarlo, hasta que saco unos guantes.

-Toma, póntelos- Me los ofreció.

-No, gracias, estoy bien- Dije.

-Póntelos, tus manos están heladas-

-No gracias-

-BaekHyun- Me miro con el ceño fruncido. -Póntelos ahora si no quieres que te los ponga yo a la fuerza-

-No, Gra...- No pude terminar la frase, me agarro con fuerza las manos y me puso los guantes blancos.

-Listo, si no te hubieses resistido, todo sería más fácil- Sonrío.

Era una sonrisa muy linda...

-Vamos, aún no quiero morir congelado. Es una noche muy fria- Me estiro del brazo y caminamos por una calle vacía, solo alumbrada por unos cuantos faroles.

Faltaba poco para llegar a nuestros destinos, pero por alguna razón, no tenia deseos de separarme del hombre que me tenia agarrado del brazo. Sentía una tranquilidad que en muchos años no había tenido. Pero ese sentimiento se esfumó al llegar.

-Aquí es mi casa- Dije parado enfrente de lo que era mi "Hogar".

-Lo se- Dijo sonriendo- Vivo a lado, adiós- Respondió,  saludandome con la mano con mucha euforia.  - Espero que descanses Baek.

Me quedé mirandolo hasta que entro a su casa, no podía dejar de pensar en su sonrisa y en cada una de sus expresiones. Algo de el me llamaba mucho la atención. No lo podía creer, lo acababa de conocer. No podía ser tan ingenuo.
No le di más vueltas al asunto y entre a mi casa. Como siempre, estaba cálida. Ya dentro, camine unos metros y observe a mi madre en la cocina me acerque a ella para saludarla. Sin darme cuenta ella había comenzado con sus típicas preguntas del primer día de clases. No la culpaba, dentro de todo, ella era la única que hacía que mi mente se despeje un poco.