Desesperación.

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Pov Baekhyun.

Esa misma noche no pude conciliar el sueño. Estaba sentado en el suelo y mi espalda estaba pegada contra la fría pared. Eran alrededor de las tres de la madrugada, ese día tenía que ir al instituto. Realmente no tenia ganas de salir de mi habitación, Ni hoy, ni mañana ni en los últimos años. Queria quedarme sólo. Solo con mi soledad.

Tenia una remera blanca. En la parte inferior de esta habían ligeras manchas de sangre. También tenía las piernas manchadas. Quería que Chanyeol me viera así, necesitaba que viera lo que causaba en mi. Necesitaba de su atención, quería que me cuide.

Estaba mirando el suelo, sucio, con manchas de sangre, algunas ya secas. No tenía ni la más mínima intención de levantarme. Así que, cogi mi móvil y sin importarme la hora, ni el momento, y le envié un mensaje a Chanyeol. No sabia si me contestaría, pero al menos podría desahogarme. No podía callar más, así que empecé a escribir.

"Hola, probablemente te estés preguntando que hago despierto a estas horas de la madrugada. Lo cierto es que no puedo dormir, y tu eres el culpable"

"Necesito de ti y de tu ayuda. Sabes, estoy muy mal últimamente y creo que si tu me dieras un poco de atención estaría lo suficientemente bien."

"Hoy volví a lesiónarme. Aun me arde, pero ese ardor no es comparable con el dolor que siento ahora mismo por tu culpa"

"Lo siento, no debería estar diciéndote esto, creo que ya fue suficiente"

Decenas de mensajes como esos fueron a parar a la casilla de mensajes de Chanyeol. Rogaba que por favor me contestara. Necesitaba hablar con alguien, si no lo hacía lo más probable era que termine con mi brazo lleno de cortes, y me desangraria.

Espere. Ya eran las cuatro de la madrugada. Chanyeol aún no me contestaba y yo seguía esperando. Seguiría esperándolo, como siempre.

Las horas pasaban y pasaban y a mi se me hacían interminables. Tenia hambre, pero no tenía fuerzas para moverme. Si seguía así, lo mas probable era que moriría por desnutrición.
No se en que momento empecé a hablar, estaba hablando lo suficientemente fuerte como para que mi madre me escuche, pero eso no me importaba. Las palabras fuertes, fueron reemplazadas por gritos y insultos. Por un momento pensé que me estaba volviendo loco. Tampoco me importaba estarlo. Grite y grite hasta que el sueño se apoderó de mi.

Me desperté cuando escuché ligeros golpes en mi hombro, me gire tratando de saber quien me molestaba. Cuando lo logre, vi a mi madre. Estaba arreglada, pero aunque estaba pintada, aun podía ver sus ojeras. Suponía que se iría a trabajar.

-Buenos Días Baekhyun-

Estaba enojada.

-Hola.

-Te has quedado dormido, te deje el almuerzo en el horno. Tengo cosas que hacer.

Ni siquiera me miraba cuando hablaba, se notaba que estaba muy enojada. Seguro porque falte al instituto. O quizás, sólo quizás, por las cortadas de mis brazos. Me sorprendió que vaya tan arreglada al trabajo, ella no era así.

Sin darle mas vueltas al asunto, me levanté. Ni siquiera me moleste en lavarme la cara o cepillarme los dientes. Hoy estaría todo el día solo. Mi madre volvería tarde.

Baje las escaleras y entre a la cocina. Había olor a comida. Pero cuando cruce el umbral de la puerta, empecé a tener arcadas. Era muy normal en mi, así que contuve la respiración y me serví un vaso de agua. Salí de esa maldita cocina sin probar ni un bocado de comida. El hambre de ayer se había esfumado de mi ser. Era mejor, no quería tener que vomitar todo.

Camine hasta el sofá de cuero marrón que se encontraba en frente de la televisión y me senté ahí. Recién eran las once de la mañana y ya estaba demasiado aburrido. No tenía nada para hacer. Sin darme cuenta, mis manos estaban recorriendo mis brazos lastimados. Aun tenía la remera de mangas cortas, esta seguía manchada con sangre. Agradecí no recibir ningún sermón de mi madre, si no tendría un problema más.

Pasaba mis dedos sobre las marcas sin cicatrizar, aun estaban manchadas con sangre. Ya que ayer no las había limpiado, ni tampoco lo haría hoy. Me dolía como nunca, pero también me picaba. Empecé a rascarme sin importar que sangren. Me rasque fuerte, ya que cuando mire mi brazo, gotas de sangre caían de este. No quería dejar ni una mancha, así que me levante y me camine rápido hasta el baño.
Ya en este, con un algodón mojado, empecé a frotar mis heridas, así se limpiaban. Cerré los ojos con fuerza, me ardían como nunca.

Unos minutos más tarde, mis heridas ya estaban limpias, y tenían una pequeña venda para evitar infecciones.
Volví a sentarme en el viejo sofá, tenia sueño. Así que sin más me dispuse a dormir. Pero cuando estaba entrando en una especie de sueño, el timbre de la casa sonó, despertandome.
No sabia quien era. No estaba esperando a nadie.

Tenia sólo dos opciones. Levantarme y abrir, o hacer como si nada y seguir durmiendo.

Elegí la primera, ya que podría ser algo importante. Me moví hasta la puerta y un poco dudoso pregunté quien era.

"Soy yo, Chanyeol"

Me quede helado. ¿Qué hacia aquí? No sabia que quería, así que abrí la puerta.

Lo vi allí parado, tenia una camisa azul clara y unos pantalones grises. Su cabello estaba levemente tirado hacia atrás con un poco de gel. Su perfume era tan fuerte, que pude sentirlo al instante en el que abrí la puerta.

-¿Qué haces aquí?

No me respondió, estaba tan serio que asustaba. No paraba de mirar un punto en mi ropa. En ese momento, recordé que mi vestimenta no era la más adecuada. Aun tenía la ropa manchada.

Mierda, Mierda.

-Baekhyun.

-P-Puedo explicarlo.

No sabia que decirle, no podía mentirle. Ya que las vendas de mis brazos también estaban a su vista.

Marcas Permanentes [ChanBaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora