Ocho

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- Sos hermosa...

- Callate Guido. - Sonríe.

- Enserió "Bianca"... - Guido dice sin pensar.

Gina se quedó un poco confundida, ¿Quien era Bianca? ¿Porqué Guido la había llamado así?

Tennia un montón de preguntas, pero solo se quedó callada.

Estaba algo molesta y triste.

Ya estaban en la puerta de la casa de Gina, ella sacó el buzo y se lo dio a Guido sin decirle adiós.

- Es mi ex.

Gina se detuvo por un momento a escucharlo.

- Ella... Solo... Perdón.

Solo te metiste adentro de tu casa dejándolo con las palabras en la boca.

- Hola corazón, ¿Cómo te fue con el trabajo? - Pregunta su mamá.

- Ni preguntes.

Subió las escaleras muy enojada, estaba confundida.

¿Porque la llamaria así?

¿Aún la extraña?

¿La quería demasiado como para recordarla ahora?

Tenía mil preguntas, y un nudo en la garganta.

No sabía que hacer, se sentía como un vacío en el pecho.

En los siguientes días Guido le contó todo sobre Bianca, incluso le mostró una foto de ella.

Los días pasaron, pero Gina no se olvidó de su nombre.

- Te amo. - Guido.

- Se que me amas, no necesitas recordarmelo.

- Tenes que dejarlo en el pasado Gigi.

- Juro que quiero dejarlo todo en el pasado...

- Nunca tendría que haberte contado de ella, enserió perdón.

- Cambiemos de tema mejor. - Dice algo seria.

- Gutierrez, ¿Quiere contárselo a la clase? - La profesora habló.

- Perdón. - Mira a Guido enojada.

- Perdón... - Sonríe algo nervioso.

- Sardelli, usted me debe casi todos los trabajos. ¿Usted piensa pasar de año así?

Gina lo mira aun más enojada.

- Después de clases vamos a hablar vos y yo.

Gina le susurra al oído a Guido.

La clase continuo hasta que por fin terminó y toco el timbre para irse a casa.

Guido ya se estaba preparando para las pequeñas puteadas de la princesa de su novia Gina.

- ¿Vos sos joda no? Guido te estas llevando casi seis materias. Yo no lo puedo creer.

Gina parecía una mamá retando a su nene de dos años.

- Ponete las pilas porque no vas a salir más si seguis asi.

- Si vos no sos mi mamá. - Rodea los ojos.

- No yo te mato. Camina ya para tu casa, no te voy a hablar ni una sola vez en el camino.

- Te amo, ¿Lo sabes? - Sonríe.

Guido la agarra de la cintura y le da un beso.

- Yo también te amo bobo. - Ríe. - Dale vamos a tu casa.

Se la pasaron jugando todo el camino no pero se estaba largando a llover, por lo que se mojaron todos.

Sin embargo siguieron jugando sin ningún problema.

A los pocos segundos llegaron a la casa de Guido, entraron todos mojados directamente te a la pieza de Guido.

- ¿No me prestas algo de ropa?, me voy a tener que quedar hasta que se pare la lluvia.

- Si, no se si te va a entrar.

Guido busco la ropa para ella y se la dio, le dijo que podía bañarse si ella quería.

A lo qué Gina acepto, un baño no le vendría mal.

Guido se cambiaba mientras Gina estaba en el baño duchandose.

Gina salió del baño para encontrarse con Guido.

- ¿Se te perdió algo princesa? - Sonríe.

- Perdón. - Dice sonrojada.

- Te jodo nada más hermosa. - Sonríe.

- Sos un bobo Sardelli. - Ríe y le da un beso.

El tiempo paso y los dos estaba acostados hablando de cualquier cosa, hasta que tocaron la puerta.

Los dos se levantaron algo confundidos ya que Guido no esperaba ninguna visita y mucho menos a la tarde.

Al abrir la puerta, Gina vio que era su mamá.

Guido sin pensar la dejo pasar, la mamá de Gina al verla se sorprendió ya que estaba con la ropa de Guido.

¿Ella estaba pensando que estaban haciendo otra cosa...?

O al menos eso decía su cara.

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⏰ Última actualización: 6 days ago ⏰

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Bajos Instintos ; Guido SardelliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora