22. Tarde o temprano se enterará.

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Parecía que todo iba tan bien, es completamente  sorprendente como todo puede cambiar en un segundo.

Las semanas fueron pasando y lentamente el blog se me fue olvidando. Dejé de publicar tan seguido.

Fue algo completamente inconsciente, un día cualquiera, Melanie llegó a mí habitación preguntando porque no había subido nada durante una semana.

Ni siquiera yo sabía la respuesta a esa pregunta.

Respecto a Tom, no sabia con exactitud lo que pasaba con él. Pero sinceramente, parecíamos uña y carne. O al menos eso me dijo Melanie cuando se dió cuenta de nuestra momentánea cercanía.

Hasta que un día, mientras me encontraba acostada en la cama meditando sobre mi vida los últimos meses, llegué a una conclusión.

Iba a borrar mi blog. Iba a borrar la Guía para superar a Tom Kaulitz.

¿Por qué?

En el fondo de mi corazón, no deseaba hacer daño a Tom de esa manera. Él se había vuelto alguien muy importante, que realmente... no quería que se alejara de mí.

Al principio, pensé en confesarle todo. Cada detalle de aquel blog, sin embargo, descarté esa opción al imaginármelo completamente decepcionado de mí. Entonces, solo decidí borrarlo sin comentar nada a nadie y hacer como si nunca había existido.

Iba a hacer eso cuando me senté en el sofá de mi cuarto con el móvil en las manos.

Pero, nada fue como pensé.

Al entrar en mi blog, de inmediato se fue a la pagina de inicio. Volví a intentar abrirlo, pero nada. Apagué y volví a encender mi móvil, después repetí la acción anterior, pero, está vez la página me dió una información.

Contraseña incorrecta.

La contraseña introducida es errónea. Si no recuerda la contraseña, inserte contraseña de seguridad para recuperarla.


¡Por supuesto que tenía una contraseña de seguridad! La recordaba a la perfección, porque en esos momentos me arrepentía de lo que decía.

VIHTOM

Pero lamentablemente, la página me decía que esta era incorrecta.

¿Qué cojones? Yo recuerdo que era esa.

Rápidamente comencé a buscar mi ordenador, me extrañé al no verlo en toda la habitación. Tal vez Melanie se la llevó por error, o quizás solo para molestarme.

De inmediato, corrí hacia la biblioteca. Era el único lugar donde dejaban usar ordenadores fuera de las horas de clase. Saludé con rapidez a la señora de la entrada, y me senté en un ordenador desocupado.

Nuevamente abrí mi blog, escribí mi correo y contraseña, pero nuevamente el mensaje iluminó mi rostro. Intenté solicitar que me enviaran una nueva contraseña a mi correo, pero también habían cambiado este.

—Mierda, mierda, mierda... —susurré golpeando mi frente con la palma de la mano.

Seguí intentándolo por un largo rato, pero nada ocurría. En ese momento, demasiados pensamientos llegaron a mi cabeza, y sí, cada uno de ellos era más negativo que el anterior.

—No puede ser... —susurré, sintiendo como un nudo enorme se formaba en mi garganta.

Sentía impotencia. El blog seguiría allí a pesar de todo.

Nada estaba resultando como deseaba.

—Por favor, por favor... —repetí intentándolo nuevamente, pero nada funcionó.

Perdiendo todas las esperanzas, dejé caer mi rostro entre mis manos, mientras sentía como mis mejillas se mojaban lentamente.

Sabía que todo esté tiempo habías sido tú. —rieron sin gracia a mis espaldas.

Mi cuerpo se tensó por completo. Sollocé en silencio, sintiéndome humillada y decepcionada de mí al mismo tiempo.

—July. —hablé en voz baja girándome hacia ella.

—La verdad, no sé si reírme o sentir lastima por tí. —sonrió de una manera sarcástica, que hizo que me sintiera aún peor. —Una chica adulta, creando un ridículo blog para ofender a alguien y luego terminar enamorándose de él. Cariño, no tienes diez años.

—July, por favor dame la contraseña, borraré todo, pero... —ella me interrumpió negando con la cabeza.

—Mi amor, no todo en la vida es tan sencillo. —se acercó a mí. —¿Sabes cómo me enteré de la verdad? Aquí va un nuevo punto por ser patética. Aquel comentario de Bill me sorprendió y a la vez me pareció extraño. ¿Por qué una A? Nadie sabía. Cariño, debías haberlo borrado. Luego el acercamiento con Tom, algo os tuvo que unir, pero sé a la perfección que tú te acercaste a él. ¿Por qué lo hiciste? Para obtener más información. Cada paso que dabas era una afirmación a mis sospechas. Entonces, di el paso definitivo. Tomé prestado tu ordenador y entré al blog. ¿Adivina qué? Todo provenía de allí. Hackeé tu cuenta y bueno, aquí estás intentando recuperar todo.

—Sí, July. Es decir, todo lo que hice fue por algo, y también te ayudé a tí en cierto modo, pero nunca quise... —ella explotó en carcajadas y detuve mi discurso.

—¿Te pedí que me ayudaras? —negué lentamente. —¿Alguien aparte de Melanie lo hizo? —negué nuevamente. —Solo tu ridícula amiga, que ya sabía en donde se estaba metiendo.

—Ella no lo sabía, era nueva en la universidad.

—Aww, ¿tu mejor amiga te mintió? —se cruzó de brazos. —Melanie está detrás de Tom desde los quince años, hasta que ella logró su objetivo y terminó follándoselo en el baño de su habitación en la fiesta de su cumpleaños.

—Eso es mentira.

—¿Y sabes por qué sufrió tanto cuando terminaron?

—Cállate.

—Porque tu amiga engañó a Kaulitz con otro, ella se sintió tan humillada que contó algo totalmente diferente. —se acercó a mí y sacó mi ordenador de su bolso para entregármelo. —Toma, no soy una ladrona.

—Yo... —susurré agachando mi cabeza.

—Cariño, no creas en los cuentos de hadas. Tampoco en las primeras personas que se te acercan a hablarte.

—No le digas a Tom, por favor.

—Arizona, tarde o temprano se enterará. La mitad de las personas que leen tu blog saben que eres tú la que está detrás de todo.

Bajé mi mirada asintiendo con lentitud. July soltó un profundo suspiro y se alejó de allí, dejándome a mí sintiendo como en menos de cinco minutos perdía a personas que algún momento llegué a querer.

Y ahora puedo afirmar el dicho de que todo lo bueno dura poco.

Después, solo apagué el ordenador de la biblioteca, y con el mío entre mis manos caminé hasta mí habitación.

Para encerrarme en ella y llorar durante horas.

𝔾𝕦𝕚𝕒 𝕡𝕒𝕣𝕒 𝕤𝕦𝕡𝕖𝕣𝕒𝕣 𝕒 𝕋𝕠𝕞 𝕂𝕒𝕦𝕝𝕚𝕥𝕫.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora