CAPÍTULO 7 : Ciclo de Fervor

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Milyanne

Dormimos las cuatro en la misma cama. Tomamos demasiado ayer.

No recuerdo mucho, Avelinne y Reyna... las vi teniendo sexo mientras me masturbaba.

Quenella, pobre de ella, no aguantó más de un vaso antes de caer completamente rendida.

Yo no recuerdo nada después de beber todo lo que había en el mueble.

Mi cuerpo me pesa demasiado, mierda tengo que ir a entrenar.

Soñolienta sentía algo pesado en mis piernas, debe ser Reyna dándome una mamada.

—Reyna......me estás lastimando... 

Casi dormida, pensaba que estaba soñando. 

Mi mano estaba agarrando algo, eran unas tetas enormes. 

Al lado mío estaba Reyna reconozco sus gomas en cualquier lado.

¿Pero si esta al lado mío quien...?

—¿Reyna? 

Abro los ojos y levantó las sábanas.

—¡...! 

—¿Avelinne? ¿Qué estás haciendo?

—No... hmm, es mmm, obvio mmm... —respondió Avelinne con la boca llena.

Pensé que era Reyna.

Mi pene por la mañana se erecta a su máximo.

Aunque aun no estaba caliente me hizo estremecer mi cuerpo.

Tocaba las tetas de Reyna mientras Avelinne continuaba chupando, si no fuera debido a sus dientes lo hace como una profesional.

—Avelinne... ¿Dónde... aprendiste a hacer eso? 

—Ahm... Experhmg hmm... Tohmm. Chup. gumm...

—Reyna, despierta...

Había algo extraño en Reyna. Parecía que alguien más estaba debajo de las sábanas.

—¿Qué...? ¿Q-Q-Quenella?

Quenella estaba chupándole el miembro a Reyna, como no se daba cuenta de lo que ocurre. 

Los senos de Reyna no estaban dando leche quizás Quenella bebió todo lo que tenia dentro.

Luego le dolerán un montón.

—Hnn... Pharsa... No sigas... Nhg, chupando... —murmuraba Reyna.

Tome con mis brazos a Avelinne y la moví en medio de Reyna y yo.

Enrollo mi cola en la delgada cintura a Quenella para acomodarla sobre Avelinne. 

Creo que eso las mantendría ocupadas. 

Se estaban besando apasionadamente.

La vista de ambas entrelazadas, compartiendo besos y caricias, era tan lasciva que no pude evitar sentirme excitada.

Me levanté para observar mejor por detrás.

El pene de Quenella se erecta a su máximo, mientras que el de Avelinne se frotaba en el de Quenella. 

Avelinne tiene un buen pene su tamaño es mas que el promedio veo que es el doble de Quenella.

Estoy comenzándome a calentar demasiado ver esas dos vaginas chorreando líquido. 

Estoy a punto de cumplir uno de mis sueños; siempre quise hacer esto.

—Bendición de [Doble espada] —murmuré, sintiendo cómo mi pene se duplicaba en un instante, dividiéndose en dos, listo para penetrarlas a ambas al mismo tiempo.

Nueve HaremDonde viven las historias. Descúbrelo ahora